En consideración de una verdad es necesario mantener la veracidad de una información o planteo. Más en consideración de las personas involucradas se tiende a cambiar la verdad y establecer la relacionalidad. Desafortunadamente este rasgo tiende a sacrificar lo real por lo cortés. Lo informativo por lo interpersonal. En otras palabras se miente para caer bien y no ofender a la otra persona. En fin, qué desastre. Se llega a socavar las bases de la verdad por la conveniencia. Dicho síntoma es un marcador de una sociedad en colapso y ciertamente en proceso de decadencia. Mediatizar la verdad es eventualmente faltar a los mensajes propios, de incluso los Evangelios. No es lo mismo que la cortesía y gentileza, indicadas en la exposición de una verdad. En estos casos se buscaría establecer la condición de una explicación capaz de no ofender, mas no tergiversar la verdad.
Como ejemplo de lo anterior, podríamos en una sala repleta de empresarios, explicar cómo el tugurio es debido a que dichos habitantes no desean trabajar o son viciosos u otra explicación para agradar al auditorio. En primer lugar, el mensaje evangélico no condena al pobre ni al necesitado. Más bien la condenación que siempre se hace es para  el egoísta que no ayuda a su prójimo. Es también necesario indagar si las riquezas de algunos y las pobrezas de muchos no están ligadas. Ello siendo el no pagar de sueldos mínimos que aseguren una vida en justicia y dignidad para el obrero y por ende lo obliguen a vivir en tugurios.
Hanson et al. (2010) recientemente publicaron una investigación en términos de la cual se encuentra que el estrés en la temprana edad, causa efectos que luego predisponen a la persona a sufrir riesgos comportamentales. Muchas drogas causan aumentos en las hormonas del estrés y este estudio nos advierte indirectamente sobre el peligro de accesibilidad a drogas en la temprana edad. De igual manera Hackman et al.  (2010),  encontró que solo el nacer y crecer en un tugurio produce aumentos en los niveles de estrés del niño. Otros estudios han indicado que las drogas disminuyen el control sobre la amígdala y esto puede conllevar posteriores comportamientos criminales. Parece que el control orbitofrontal del área límbica es indispensable. La pérdida de dicho control en la corteza prefrontal, puede producir hasta esquizofrenia, de acuerdo con los trabajos de Grace (2006).
En fin, existen verdades que no se pueden mediatizar. Existen condiciones que rehúsan explicaciones de tipo anestésico. Cuando el hombre está profundamente herido, no es el momento de hablar sobre alternativas que evitan la confrontación. Todas las religiones del mundo han siempre aceptado que la miseria y la injusticia son pecados graves. Es cuestión de que la ley del hombre acepte que es un crimen contra la humanidad permitir que los tugurios proliferen. La pobreza extrema es una violación de los derechos de la humanidad. Consecuentemente debería estar prohibido. No el pobre, sino esa pobreza aplastante. Es importante que el entrante arzobispo de Costa Rica hable con gran claridad sobre este problema.
Un ejemplo de verdades y consideraciones es de nuevo la elección de Guatemala, donde se fue hundiendo en esta elección cada vez más, la ya efímera socialdemocracia. La escogencia entre un militar y un empresario de la derecha no es una escogencia, es un desastre. El pueblo guatemalteco es el otro desastre, pues obedece siempre a promesas populistas y no a verdades reales. Parar la violencia en Guatemala (me imagino que los narcotraficantes  y los Maras) es mucho más difícil de lo que una serie de parches parciales puedan realizar. Un pueblo que vota por la propaganda mentirosa, no llega a tener personas cívicas de altura en sus presidencias.
Y hablando de altura cívica, escuché por Canal 15 de la UCR una excelente entrevista que le hiciese la Lic. Laura Martínez a don Otón Solís. Este realmente sacó a relucir una serie de incongruencias que ocurren en Costa Rica. Fue explicando cómo la crisis del capitalismo no existe, sino que la crisis es de los pueblos y gentes, a quienes se les aplica la ley de las compañías transnacionales. El salvajismo yace en estas entidades. Entonces hay que tomar en cuenta que todo colapso llega a herir a dichos inocentes y no a sus causantes. El Lic. Solís explicó cómo la economía exportadora costarricense no está adecuadamente estructurada para lograr el éxito que se prometió con el TLC. El TLC, por cierto, es un ejemplo de dicha falta de veracidad.
De nuevo verdad y consideración son hechos y conductas que respetan la veracidad. El irrespeto a lo real es señal de colapso y corrupción.