Pese al ambiente festivo y al pago de aguinaldos en fin de año, la confianza de los consumidores costarricenses se estancó con respecto al mes de agosto. (Foto: archivo)
La confianza de los consumidores costarricenses se mantuvo estancada para el mes de noviembre con respecto a la medición del pasado mes de agosto, de acuerdo con los resultados del Índice de Confianza del Consumidor (ICC) elaborado por la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica (UCR).
La confianza, para esta última encuesta trimestral del año, alcanzó un puntaje de 40.8 (en una escala de 0 a 100), por lo que solo es mayor en 0.8 a la cifra registrada hace tres meses. Esto no significa un mayor avance.
El coordinador de la encuesta, Johnny Madrigal, explicó que el grado de confianza actual mantiene la tendencia de deterioro desde febrero del 2010; razón por la cual se puede considerar que los consumidores se encuentran en un estado de pesimismo.
“Entre los factores negativos, podemos citar que todavía se anuncia la recesión económica mundial. Esta podría afectar turismo y diversas áreas de la vida nacional,  como las exportaciones”, expresó Madrigal.
El pesimismo actual se muestra en el hecho de que mientras un 15.6% de los encuestados dice que está mejor económicamente ahora (mismo porcentaje que en agosto), los que afirman estar “peor” se incrementaron de 38.3% a 42.6%.
Según los datos, el panorama futuro tampoco es alentador, ya que el 64.6% dice que la inflación aumentará en el próximo año, mientras un 55.3% cree que el desempleo crecerá y un 66.5% piensa lo mismo respecto a la pobreza.
“Estamos experimentando una crisis en instituciones importantes del país, como la Caja Costarricense del Seguro Social, la fuga de información del Poder Judicial, eventos que tienen relación con la confianza que pueda sentir el consumidor”, acotó.
Madrigal considera que otro factor negativo sobre la confianza futura de los consumidores tiene que ver con el aumento de precios y la inflación que podrían generar los nuevos impuestos de la reforma fiscal, discutida actualmente en la Asamblea Legislativa.
ESPÍRITU NAVIDEÑO
El investigador comentó que la época de fin de año tiende a añadir elementos que ayudan a subir la confianza, como el pago de aguinaldos y el disfrute de vacaciones; pero estos beneficios no son recibidos por todos los trabajadores.
“Encontramos que un 60% va recibir aguinaldo y la mitad podrá disfrutar de sus vacaciones. La confianza de estas personas tiende a ser hasta diez puntos mayor que la de las personas que no reciben estos beneficios”, aseguró.
Sin embargo, el “espíritu navideño” y festivo, que embarga a muchos al acercarse las celebraciones de fin de año, no fue suficiente para que en esta ocasión se registrara algún incremento importante en la confianza.
Para los próximos 12 meses, un 78.6% afirma que aumentarán los precios de los combustibles, mientras un 55.6% estima que también se incrementará el precio del dólar con respecto al colón.
Asimismo, para el 55.5% de los encuestados, actualmente es difícil encontrar trabajo en lo que hace; aunque un 78.7% mantiene la esperanza de conservar su actual empleo.
La labor del gobierno de la presidenta Laura Chinchilla tampoco sale bien librada, ya que el 69.1% de los encuestados califica de “pobre” su política económica, mientras que hace tres meses este grupo era de un 66.2%.
Un 22.8% es del criterio que la mandataria hace “lo necesario” en su política económica, pero solo un 5.6% tilda de “buena” su labor en ese rubro.
En lo que respecta a la compra de bienes duraderos, un 26.3% dice que son “buenos tiempos” para comprar una casa, porcentaje casi igual al que se registró hace tres meses; entretanto, los que piensan que son “malos tiempos” pasaron de 52.2% a 57.4%; esto por la reducción en los que opinaban que no son “ni buenos, ni malos tiempos”.
Similar es la situación al valorar el momento para la compra de vehículo, pues el grupo que considera que es “buen momento” pasó de 15.3% a 16.6%; mas los que ven el momento negativo aumentaron de 49.5% a 59%.
Madrigal llamó la atención sobre el hecho de que en el recién pasado “viernes negro”, las tiendas se vieron abarrotadas de consumidores que gastaron sumas importantes de dinero para aprovechar las ofertas de ese día.
Sin embargo, recordó que los recientes estudios del Ministerio de Economía revelan que la deuda de los costarricenses con las tarjetas de crédito sigue creciendo, y explicó que a pesar del pesimismo, los consumidores aún están en disposición de “jugársela” comprando a crédito.
La encuesta del ICC se aplicó a 692 hogares por vía telefónica -entre el 2 y 21 de noviembre- y tiene un grado de confianza del 95%.