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La reforma total a la ley que rige los Premios Nacionales de Cultura continuará en la Asamblea Legislativa sin cambio por parte del Poder Ejecutivo hasta su aprobación, a menos que el proyecto No. 17853, denominado “Ley de Premios Nacionales de Arte y Cultura”, se empantane en el largo orden del día.
Este proyecto se presentó en el año 2010, y a la fecha solo cuenta con el dictamen positivo de la Comisión Permanente de Asuntos Sociales, tras argumentar que esta iniciativa resuelve el financiamiento de los premios nacionales y los adecua a la realidad del sector creativo del país.
Pese a que el ministro de Cultura, Manuel Obregón, asegura que durante el proceso se consultó a diversidad de grupos y artistas independientes para lograr un texto equilibrado y acorde a la situación financiera del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ), todavía se levantan voces que critican esta reforma.
Mientras que para unos es una ocurrencia, como afirmó el escritor Alfonso Chase, para otros es un gran paso en el desarrollo artístico. Pero, aún este proyecto debe superar el máximo escollo: la apatía del Estado costarricense por dotar de recursos legales y financieros al sector creativo del país. Más bien, tras dos gobiernos liberacionistas las promesas de mayor presupuesto para el MCJ se desvanece como otros compromisos de campaña.
“SÍ ES UNA REFORMA”
Contrario a lo apuntado por Alfonso Chase y la actriz Arabella Salaverry, en la edición anterior, este proyecto “efectivamente constituye una reforma del fondo conceptual del programa; el texto contiene modificaciones sustanciales que se construyeron a partir de un trabajo exhaustivo, en procura de conciliar los criterios emitidos por diversos actores del sector cultura, quienes fueron consultados por vía escrita y convocados a sesiones de socialización del proyecto, así como en atención a cartas dirigidas al Ministerio”, dijo Manuel Obregón a este Semanario.
De acuerdo con el Ministro, la reforma es coherente con la Convención de Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial y la Convención para la Promoción y la Protección de la Diversidad de las Expresiones Culturales.
Con respecto a los duros señalamientos expresados por, el exdirector general de cultura y Premio Magón, Alfonso Chase -al calificar el proyecto como parte de la “cultura del entretenimiento y del performance”, y que su objetivo solo es apoyar aquellas iniciativas que diviertan al público-, Obregón niega rotundamente que el MCJ “apuesta exclusivamente a la producción de ‘espectáculos masivos’; esto evidencia un desconocimiento del quehacer real de la institución: la Dirección de Cultura. Por ejemplo, se trabaja en las nueves regiones del país fortaleciendo procesos de gestión cultural, en conjunción con organizaciones comunitarias y promotores culturales”.
El Ministro aseguró que mucho de ese trabajo no se visibiliza, como sí sucede con el Festival Internacional de las Artes (FIA), y que gran parte de los esfuerzos ministeriales no se visibilizan en los medios de comunicación.
Obregón insistió en que este proyecto ley no atiende visiones economicistas, “sino a los cambios paradigmáticos propios del tiempo, y en segundo lugar, a la sostenibilidad económica generada a partir de la falta de visión a largo plazo de la legislación vigente”.
PREMIOS DE PRESTIGIO
Con la nueva ley de Premios Nacionales se crean nuevas categorías y se reducen a uno por área creativa. Además de los premios Magón y Emilia Prieto Tugores, se entregarán siete premios nacionales en artes interdisciplinarias, artes visuales, audiovisuales, danza, literatura, música y teatro.
La idea del ministro Obregón es que al eliminar todas las subcategorías actuales y crear uno solo por área, le daría “mayor prestigio a los galardones, pues no es lo mismo obtener uno de siete premios de teatro, que el premio anual de teatro del país. Si se crearan subcategorías en un área, lo justo es que se crearan en todas. Imaginemos la cantidad de subcategorías que tendría Artes Visuales o Audiovisuales. Resultaría inmanejable, pues no tendría fin”, explicó.
El jerarca de Cultura expresó que la propuesta de mantener las subcategorías actuales sin contenido económico también se discutió en el proceso de consulta. “Una mayoría de las y los representantes del sector defendieron la necesidad de mantener las dotaciones económicas. Incluso, se mencionó que la dotación económica por sí sola no constituía un reconocimiento realmente significativo, y es por ese motivo que se creó el apartado de Estímulos Adicionales, el cual sí conforma una verdadera política de estímulo y reconocimiento por parte del Estado a los y las artistas nacionales”.
La premiación por categorías únicas se aplica en otros países. Por ejemplo, en Chile se otorgan cada dos años y los ganadores perciben una pensión vitalicia, la cual puede ser heredada por sus cónyuges e hijos. Además del reconocimiento del Estado, los ganadores reciben un cuantioso premio, de hasta $30.000 dólares, como sucede con el premio nacional de literatura chileno.
Mientras tanto, en Costa Rica, el MCJ defiende la reforma insistiendo en la sostenibilidad económica ante el reducido presupuesto ministerial. Esto significa que en caso de aprobarse la reforma, a todos los Premios Nacionales, los acompañará el prestigio y una dotación económica que dependerá de los vaivenes fiscales que han ahogado el quehacer del MCJ. La presidenta Laura Chinchilla ya lo anunció: habrá más recortes si el país no aprueba una reforma fiscal profunda.
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