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Planeta Vivo 2012: un alarmante informe

Recientemente fue publicada la novena edición del Informe Planeta Vivo 2012, un esfuerzo internacional en el que participaron cientos de expertos de todo el mundo y dirigido mancomunadamente por el Fondo Mundial para la Conservación de la Vida Silvestre (WWF), la Sociedad Zoológica de Londres, la Red de la Huella Global y la Agencia Espacial Europea. El objetivo del estudio es dar a conocer el estado de salud ecosistémica del planeta Tierra.

Recientemente fue publicada la novena edición del Informe Planeta Vivo 2012, un esfuerzo internacional en el que participaron cientos de expertos de todo el mundo y dirigido mancomunadamente por el Fondo Mundial para la Conservación de la Vida Silvestre (WWF), la Sociedad Zoológica de Londres, la Red de la Huella Global y la Agencia Espacial Europea. El objetivo del estudio es dar a conocer el estado de salud ecosistémica del planeta Tierra.
Esta edición documenta el cambiante estado de la vida en el globo, la peligrosa modificación de los ecosistemas, la demandante irracionalidad del hombre por los recursos naturales y explora las implicaciones de estos cambios en las sociedades humanas. Los índices monitoreados coinciden en que la Tierra está siendo arrinconada y sometida a presiones insostenibles.La resilencia planetaria (capacidad de recuperar la condición normal) posiblemente ya fue superada y ahora somos parte de un mundo post–resilente, que se dirige a un nuevo arreglo global de relaciones ecosistémicas, donde el nicho del humano es cada vez más comprometido. Los resultados sobre el uso del agua, bosques, ríos y mares indican que nuestro estilo de vida es como si tuviéramos un planeta extra a nuestra disposición; actualmente utilizamos un 50% más de recursos de los que la Tierra puede proveer y si no hay cambios para el 2030 dos planetas no serán suficientes. La evidencia científica confirma la acumulación de factores de presión y disminución de la salud de nuestros bosques, ríos y océanos que hacen posible nuestras vidas. Hay una amenaza sobre el abastecimiento de los servicios ecosistémicos para alimentarnos, protegernos, calentarnos y sobre todo para respirar.
El índice de Planeta Vivo señala que desde 1970 hay un descenso global de la biodiversidad en casi un 30% en ecosistemas terrestres, de agua dulce y marinos, pero es mayor para las especies dulceacuícolas, cuyas poblaciones muestran una disminución media del 37%. El Índice Tropical de agua dulce ha descendido a un 70%. La Huella Ecológica sigue creciendo, para el 2008 excedía la biocapacidad de la Tierra en más de un 50%, es decir se redujo el área de tierra disponible para producir recursos renovables y absorber emisiones de CO2. Costa Rica no es la excepción, este estudio y el último Informe del Estado de La Nación coindicen en que nuestra huella ecológica está por encima de la biocapacidad, todos consumimos más recursos de los que el país tiene.
Vivimos una translimitación ecológica en la huella de carbono, superamos la autonomía que este ser vivo (la Tierra) tiene para liberarse de gases nocivos y garantizar los procesos de generación de vida. El planeta se está ahogando y por todos estos desajustes ecosistémicos el cataclismo es lo predecible. Los escenarios del cambio climático indican que las emisiones de gases de efecto invernadero incrementarán la temperatura media global en más de 2°C; esto perturbará el funcionamiento de ecosistemas globales y afectará dramáticamente el bienestar humano. El sistema actual de desarrollo, basado en consumo, dependencia de combustibles fósiles y una deficiente gobernanza global de los recursos naturales, es insostenible. Millones de personas están enfrentando la escasez de alimentos, agua y energía, así como amenazas derivadas por la pérdida de biodiversidad, degradación de servicios ecosistémicos y el cambio climático. Tenemos un planeta vulnerado por desastres naturales, epidemias, enfermedades, migraciones y conflictos relacionados con acceso a bienes y servicios ecosistémicos. Irónicamente los habitantes más pobres del planeta, los que contribuyen relativamente poco a la Huella Ecológica, son los más afectados.
¿Cómo podemos revertir la disminución de biodiversidad, bajar la Huella Ecológica por debajo de los límites planetarios y reducir de forma efectiva el ritmo del cambio climático inducido por el hombre? y ¿cómo podemos hacerlo a la vez que aseguramos un acceso equitativo a los recursos naturales, alimento, agua y energía para una población creciente? Primero, reconocer que usted, yo y todos somos parte del cambio que el planeta necesita y que mucho o poco tenemos que hacer por nuestra nave planetaria. Como sociedad debemos reorientar los flujos financieros y recompensar la conservación y gestión sostenible de los recursos. Segundo, proteger el capital natural restaurando los servicios ecosistémicos dañados, detener la pérdida de hábitats esenciales y aumentar significativamente la red mundial de áreas protegidas. Tercero, producir mejor reduciendo insumos y desechos y aumentar la energía renovable. Cuarto, bajar el consumismo y modificar los estilos de vida personal en busca de una baja huella. Quinto, procurar una gobernanza equitativa de los recursos disponibles. Debemos dejar de medir el éxito de un país por el PIB; los indicadores de una sociedad exitosa, perdurable y feliz deben ser la defensa y la conservación de la vida en todas sus formas.

  • José Rodrigo Rojas M. (Biólogo)
  • Opinión
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