En el último tiempo he enfrentado una discalculia, o sea una dificultad para comprender y realizar cálculos matemáticos. Se me agrava la situación porque debo explicar a una colega graduada del Instituto Tecnológico de Massachusetts MIT un procedimiento matemático, que no comprendo.
Ella y yo (junto con otro autor y otra autora) realizamos una indagación y escribimos un artículo científico sobre el aprendizaje de docentes universitarios utilizando una metodología construccionista y la herramienta digital “Scratch”.
Al presentar el artículo a la instancia respectiva para poder obtener puntos y ascender en régimen académico, me topo con un Reglamento que me exige  fragmentar el proceso y el resultado en cuatro partes y asignarle a cada autora y autor un número proporcional.
1.- La metodología. En este caso, la metodología de la indagación fue el Construccionismo propuesto por Seymour Papert. Conocer a fondo el Construccionismo nos tomó varios años de estudio (algunos de ellos con el mismo Papert) y debimos leer a profundidad una enorme cantidad literatura relacionada. El reto que se nos presenta ahora es establecer el porcentaje de participación de cada una de las cuatro personas mencionadas arriba, en el establecimiento de la metodología y la investigación bibliográfica relacionada para realizar la indagatoria.
No he encontrado  un procedimiento válido para establecer los porcentajes de cada persona en la construcción de un conocimiento que tomó años de estudio. No he logrado explicarle a mi colega qué tenemos que hacer, cómo y sobre todo por qué.
2.- Recolección de datos e información. La mayoría de los datos e información se recopilaron mediante observaciones participantes y no participantes. En muchas ocasiones estuvimos las cuatro personas presentes, para triangular posteriormente lo observado. En otras, observábamos acontecimientos distintos para comparar y complementar. Otros datos, mediante el análisis de los proyectos digitales realizados por los sujetos, utilizando el programa Scratch. Algunos análisis los hicimos individualmente. Otros en parejas, o en tríos. El reto que tenemos ahora es establecer el porcentaje de participación de cada persona en las observaciones y en los análisis.
No encuentro un procedimiento válido para encontrar los porcentajes. No he logrado explicarle a mi colega qué tenemos que hacer ni cómo. Tal vez lo más sencillo sea dividir el 100% entre 4. Eso sí puedo hacerlo. Pero no fue lo que hicimos.
3. Análisis e interpretación sobre los hallazgos.  ¿Con cuáles criterios y con qué procedimiento podríamos fragmentar en porcentajes  procesos mentales superiores?
4. Redacción del informe de investigación para una publicación. No sé si el referente pueda ser el número de palabras utilizado por cada quien, o el número de horas empleadas.
Si fuera ese último criterio, creo que yo estaría en desventaja pues normalmente redacto bastante rápido. O, depende de cómo se mire, yo tendría la ventaja.
Ante esta incapacidad para plantear un procedimiento y llegar a una respuesta, tal vez la Escuela de Matemática de la UCR pueda ayudarme.
Entre tanto, debo confesar que he aprendido bien mi lección. La próxima investigación la haré de forma individual y el artículo para publicación también será solamente de mi autoría. Así, no tendré que enfrentar  problemas matemáticos y ganaré para mí sola todos los puntos para ascender en mi carrera académica.
Lo anterior a pesar de que sabemos que el aprendizaje es un fenómeno social; que es prácticamente imposible hacer una propuesta innovadora con base en una investigación individual; que la complejidad del mundo actual requiere de estudios y trabajos colaborativos, inter y transdisciplinarios; que una de las competencias que más se valora es la del trabajo en equipo y que las universidades se mueven hacia la interconexión y la internacionalización.