Abrir Noticia Guardar

Árbitra de baloncesto pitará en Lituania

La jueza Aleidy Blanco, al lado de su maestro e instructor, Gregorio Mejía.

La jueza Aleidy Blanco, al lado de su maestro e instructor, Gregorio Mejía.
La Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) seleccionó a la árbitra costarricense Aleidy Blanco, para que sea parte del grupo de jueces durante el Mundial Sub 19 femenino que se celebrará del 18 al 28 de julio en Lituania.
Blanco, que porta el gafete internacional FIBA, se convertirá en la tercera árbitra que representará al país en un torneo mundial de baloncesto, por lo que más que una oportunidad, tendrá el privilegio de dejar en alto el nombre de Costa Rica.
El honor es aún más grande, si se analiza que la FIBA solamente tomó en cuenta a tres réferis de la región para la competencia; además de Blanco, una cubana y una canadiense serán parte del Mundial y ha sorprendido que no se nombraran a jueces suramericanos, una zona que es potencia en el baloncesto.
El Mundial Femenino Sub 19 tuvo su primera edición en 1985 en Estados Unidos y el ganador fue la antigua Unión Soviética. Empezó jugándose cada cuatro años, pero a partir del 2007 en Tailandia, la FIBA decidió acortarlo cada dos años, para darles oportunidad a más jugadoras jóvenes de crecer y desarrollarse en escenarios internacionales. Compiten 16 selecciones de cinco continentes.
La potencia es Estados Unidos, que ha ganado cinco títulos, de ellos cuatro seguidos en los últimos seis años; el último lo conquistó en Puerto Montt (Chile), cuando derrotaron en la final a España 69 a 46 —en ese torneo, Brasil quedó de tercero y Australia de cuarta—. La Unión Soviética acumula dos títulos y uno cada uno la República Checa y Australia.
UN GUSANO FAMILIAR
Aleidy Blanco recordó a Semanario que, por esas cosas de la vida, su hermano mayor Marlon, quien es árbitro internacional de baloncesto y se oponía rotundamente a que su “hermanita” se metiera en esto, fue el que la llevó una tarde al Colegio Lincoln, a un festival de baloncesto intercolegial y le dijo: “matá la fiebre; hay un espacio en la mesa de jueces y te vamos a dar una oportunidad”.
Ni lerda ni perezosa, la joven —entonces de 20 años, y quien desde adolescente quiso seguir la profesión de su hermano— se sentó en la mesa de jueces y se ha mantenido allí hasta la fecha.
“Esto es de hombres; te van a llenar de insultos, te van a agredir de palabra y puede que hasta físicamente’, me decía Marlon, no por conceptos machistas, sino para protegerme. Él no quería que me metiera en esto del arbitraje, pero tenía el gusanillo bien adentro y le insistí e insistí. Nunca aflojé”, dijo Blanco a UNIVERSIDAD.
“Fui árbitra de mesa por diez años, en segunda división, competencias intercolegiales y juegos nacionales. Tuve a mi maestra muy cerca, la jueza Gabriela Schaer, que ya pitaba en la primera división. Ella fue la pionera y la que me impulsó y motivó a seguir la carrera”, contó.
“Un día le pregunté a Gaby cómo hacía para desentenderse cuando desde las gradas le mentaban la madre y me respondió– ‘Ah, no te preocupés. Yo a mi mamá la dejo en la casa y al gimnasio traigo a otra’. Desde entonces hago lo mismo”, agregó la nicoyana, que hace unos cuatro años debutó como arbitra de primera división en un partido en la Universidad de Costa Rica (UCR), con Mauricio Umaña como compañero.
“Le debo mucho a Gabriela. Ella insistió para que me dieran la oportunidad de pitar en primera; fue el modelo a seguir y no habrá otra como Gaby. Igual le agradezco al maestro, Gregorio Mejía (el juez instructor de la FIBA), por transmitirnos tantos conocimientos durante muchos años sobre los reglamentos”, destacó la jueza.
LA ESCOGENCIA
A Blanco le hicieron un seguimiento dos instructores de la FIBA: el puertorriqueño José Figueroa y Lugo Kotleve, de la FIBA-Europa, durante la Clínica de Árbitros Internacionales que se celebró recientemente en El Salvador. Allí, la jueza costarricense ocupó el primer lugar entre todas las aspirantes.
“En esa clínica me fue muy bien. Fui la número uno, arbitrando y en las pruebas y exámenes en inglés y español; además, mi instructor Mejía estaba ahí, entonces a uno la van recomendando y la oportunidad se dio. Hice trabajos de cancha, exámenes físicos, asistimos a las clínicas, se tocaron temas como filosofía y técnicas del arbitraje, se examinó el lenguaje en dos idiomas y la verdad que me fue muy bien. Regresé positiva y la noche que pité el segundo juego de la final de baloncesto masculino entre Barva y San Ramón, me dieron la noticia de que había sido seleccionada para el mundial. ¡Imagínense qué honor, qué responsabilidad y qué alegría!”, expresó ella.
La costarricense viajará a Lituania el 15 de julio y lo hará con la misión de dejar en alto el arbitraje costarricense, consolidado como el mejor del área centroamericana.
“Voy a demostrar porqué soy árbitra internacional”, afirmó Blanco, quien aprovechó para descargar mucha de su frustración por la escasa divulgación que tiene en nuestro país la disciplina del baloncesto y mucho más el femenino.
“Trabajamos relegados y sin publicidad, entonces, saben más estos reconocimientos”, comentó la futura jueza mundialista.
 

La mundialista

Nombre: Aleidy Blanco Jiménez.
Lugar y fecha de nacimiento: Nicoya, 17 agosto de 1978.

Padres: Bernardino Blanco y María de los Ángeles Jiménez.

Hermanos: cuatro.

Primaria: Escuela Leonidas Briceño.

Secundaria: Liceo de Nicoya.

Estudios superiores: Bachiller en Educación Física de la UCR.

Estudios actuales: Maestría en Administración Educativa en la Universidad de las Ciencias y las Artes.

Tiempo libre: arbitrar.

Autor preferido: Gabriel García Márquez.

Basquetbolistas que admira: Michael Jordan, Jorge Arias Tuck y Zito Robinson.

Otros deportes: natación y voleibol.

Equipo preferido: Bulls de Chicago.

Detesta: la política.

Viajes: El Salvador, Perú y Colombia.

Sobre la renuncia del Papa: “Tendrá sus razones. Es humano”.

Sobre el terremoto en Nicoya: “Ya pasó, fue el 5 de setiembre del año pasado. No habrá más”.

  • Gaetano Pandolfo Rímolo 
  • Deportes
SpainURSS
Notas

Este documento no posee notas.