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Caracas– La capital venezolana, Caracas, amaneció hoy en calma, con las calles despejadas por el poco tránsito automotor, después de que las autoridades electorales anunciaran una ajustada victoria de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales del domingo y que la oposición cuestionara el resultado.
La tensión con la que se vivieron las últimas horas del domingo continuó el lunes y el oficialismo sólo celebró en los alrededores de la casa de gobierno de Miraflores, desde donde Maduro aseguró que su victoria fue «justa, legal y constitucional».
En la mañana se habían apagado los fuegos de la celebración y las calles se vieron más bien desiertas, incluso las áreas de mayor actividad del chavismo en el centro de Caracas.
Las calles y avenidas daban la impresión de ser un día feriado, aunque ninguna empresa o empresa pública declaró oficialmente el día libre.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció que Maduro había ganado la elección con el 50,66 por ciento de los votos, contra el 49,06 que obtuvo el opositor Henrique Capriles Radonski.
Trabajadores de ministerios y oficinas públicas esperaban en la mañana las órdenes sobre si dirigirse a sus labores o esperar alguna concentración en favor de Maduro.
El presidente electo había programado una rueda de prensa para este lunes pero la suspendió para atender otras actividades, informó la oficina de prensa del gobierno.
El gobierno no llamó a manifestaciones para celebrar el triunfo y tampoco los chavistas realizaron movilizaciones espontáneas después del encuentro con el presidente electo a la medianoche del domingo en los alrededores del palacio de gobierno.
«Esperaré hasta el mediodía. Yo quiero recibir órdenes superiores para asistir al trabajo porque no me quiero mover y encontrar la oficina vacía», dijo Liliana García, empleada de un ministerio que aprovechó la mañana para hacer unas compras pendientes.
La resaca postelectoral estuvo reflejada en el ambiente de soledad y silencio que se experimentó en Caracas. Las autopistas que por lo general presentan tránsito pesado no registraron problemas para el desplazamiento.
El transporte público trabajó con normalidad, aunque en menor número, y el metro de Caracas, que transporta diariamente más de un millón de personas, operó con trenes más vacíos de lo acostumbrado.
La jornada electoral tuvo un desenlace inesperado, ya que Maduro tenía una sólida ventaja en las encuestas y terminó con una diferencia de menos de dos puntos porcentuales, alrededor de 230.000 votos.
Capriles exigió un recuento de los votos, al considerar que tenía un resultado distinto al anunciado y recalcó que no reconocerá la victoria de Maduro hasta que se cuente el 100 de los sufragios.
En las urbanizaciones de Caracas se oyeron ruidos de cacerolas cuando el CNE anunció el resultado, pero las expresiones de malestar no pasaron de ahí.
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