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Teocracia y blasfemia en Costa Rica

Titular del periódico La Nación. 3 de agosto 2013: “Presidentes del Ejecutivo, Legislativo y Judicial se ‘consagraron’ ayer”.

Titular del periódico La Nación. 3 de agosto 2013: “Presidentes del Ejecutivo, Legislativo y Judicial se ‘consagraron’ ayer”.
“Iglesia católica puso a los tres poderes a pedir perdón” (página 4).
Si bien el periódico “La Nación” no representa plenamente al pueblo de Costa Rica, sin embargo hasta en este periódico se refleja una realidad: todos hemos vivido y sufrido públicamente y con vergüenza una “blasfemia y un horror político-eclesiástico”.
Son muchos, cristianos o no, los que esperan una reflexión crítica, para superar este escándalo o para fortalecer su fe. Aquí solo una reflexión histórica, mínima y antigua, sobre un proceso que se repite a lo largo de la historia de la Iglesia: el emperador Teodosio (años 346-395) promulga un edicto donde declara el cristianismo  religión oficial de todo el Imperio Romano. Con este edicto el Imperio Romano se hizo cristiano y el cristianismo se transformó en Imperio. ¿Quién fue derrotado? Las iglesias cristianas. ¿Quién salió triunfante? El Sacro Imperio Romano Cristiano.
Lo peor  que puede suceder a la Iglesia Católica es transformarse en “Iglesia de Estado”. Solo en un “Estado Laico”, una Iglesia independiente puede rescatar su verdadera identidad. La jerarquía expresa su temor de que se busca “sacar a Dios” del Estado (palabras textuales).  En buena teología a Dios no se lo puede “sacar del Estado” o “ponerlo  dentro del Estado”. Este Dios lo transformaríamos en un “fetiche”, y nos transformaríamos todos los cristianos en “idólatras” y adoradores del  “becerro de oro”.
Cuando el Estado  se “cristianiza”, la Iglesia  se “politiza”, tanto el Estado como la Iglesia pierden su identidad. La Iglesia busca “consagrar el Estado y pedirle arrepentimiento”. ¿Quién sale derrotado?  Todos, pero especialmente la Iglesia, que pierde su capacidad de evangelizar. Solo en un “Estado Laico” la Iglesia puede recuperar su identidad. No podemos olvidar el prólogo del Evangelio de Juan: “El Verbo se hizo carne”. Dios se humanizó en toda la historia humana y cósmica.

  • Pablo Richard (Teólogo)
  • Opinión
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