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El Tramp Steamer de Álvaro Mutis atracó en Puntarenas

Álvaro Mutis obtuvo el Premio Cervantes, el máximo galardón de las letras hispánicas, en el 2001. (Foto: tomada del diario El País, de España)

Álvaro Mutis obtuvo el Premio Cervantes, el máximo galardón de las letras hispánicas, en el 2001. (Foto: tomada del diario El País, de España)
La nostalgia corrosiva y el Tramp Steamer de Álvaro Mutis, fallecido el pasado domingo 22 de setiembre en México a los 90 años, atracaron alguna vez en Puntarenas, a donde se asomaron Abdul Bashur y Maqroll el Gaviero, personajes insignes de su literatura en prosa y poesía, y que hicieron de su autor uno de los escritores imprescindibles de América Latina en la segunda mitad del siglo XX.

En “La última escala del Tramp Steamer” (1999), Mutis, quien ganó el Premio Cervantes en el 2001, ese viejo y deteriorado barco, que ya había avistado en Helsinki unos meses antes, atracará en Puntarenas y en él, viajaban Bashur y el capitán Jon Iturri, protagonista de la novela, quienes luego se desplazan a San José y al aeropuerto Juan Santamaría, lo que le permite a la ciudad y al país dejar un rastro en esa vasta literatura del creador de Maqroll, personaje admirado por sus lectores.

Mutis, quien residía en México desde 1956, destacó en poesía y en prosa. Su muerte constituye, como lo afirmaron a la prensa internacional escritores de la talla de Juan Gelman, José Manuel Caballero Bonald, Javier Reverte, entre otros, una pérdida inmensa para unas letras que se nutrieron de su sencillez y de esa forma de mirar al trópico, como pocos lo hicieron en los últimos 50 años.
Mutis fue amigo personal de Gabriel García Márquez, quien, en su oportunidad, confesó que era probable que no hubiera una sola obra suya en la que no estuvieran incrustados rasgos, aportaciones, sugerencias y correcciones de su entrañable compañero.
Sobre el mítico Maqroll, navegador errante y aventurero, García Márquez en “Homenaje a un amigo” −artículo en el que retrató a Mutis− dijo que “Maqroll no es solo él, como con tanta facilidad se dice, Maqroll somos todos”.
AMANTE DEL TRÓPICO

Aunque no creció en su Bogotá natal, sino en Bélgica, su encuentro con el trópico en Tolima lo marcaría para siempre y esa huella es más que clara en la poesía y en la prosa de Mutis, que a raíz de unos manejos con una de las compañías para las que trabajó, estuvo preso 18 meses en Lecumberry, experiencia de la que salió “Diario de Lecumberry”, un testimonio descarnado sobre la condición de un presidiario.
De esta manera, el trópico, con sus cafetales, sus plátanos y sus limoneros, se enlaza con ese otro horizonte que lo lleva hasta el mar inmenso y misterioso.
De ahí que en su penúltima obra, “La última escala del Tramp Steamer”, sus personajes se dieran su vuelta por Puntarenas, nombrada Punta Arenas, en la novela, y por el San José de aquel entonces.
“Estaba en Costa Rica como asesor de prensa de una comisión de técnicos de Toronto que realizaba un estudio para la construcción de un oleoducto, no recuerdo ya desde qué puerto hacia el interior. Un par de amigos que había hecho en una accidentada sesión itinerante de alcohol y cabarets de nota más que dudosa, me había invitado en San José a un paseo en yate por la bahía de Nicoya en Punta Arenas (sic)”, afirma el narrador del texto.
A la citada obra le precedieron títulos como “La balanza” (1948); “Los elementos del desastre” (1953); “Memoria de los hospitales de ultramar” (1959) y “La nieve del almirante” (1978), el primer libro de la saga de Maqroll el Gaviero, aunque ya el personaje había hecho su aparición en sus distintos poemas.
Desde entonces para sus lectores, Maqroll se convirtió en un personaje imprescindible y siempre con esa nostalgia imperecedera y su mirada puesta en el más incierto de los futuros.
A su muerte, se recuerda el paso que sus personajes  Abdul Bashur e Iturri tuvieron por Puntarenas y por San José. “Lo acompañé [a Abdul Bashur] a las gestiones que tenía que hacer en San José y comimos en Rías Bajas, un restaurante con ambiente amable y una vista muy bella del valle en donde descansa la ciudad”, precisa el narrador del “La última escala del Tramp Steamer”, novela con la que Mutis se despidió de la ficción, excepto que luego aparezcan, como sucedió con su personaje memorable, nuevos escritos y nuevas revelaciones de su creación.

  • Jose Eduardo Mora 
  • Cultura
Spain
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