Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
Leyendo a Quintiliano descubrí qué era didáctica para el Magister romano. Didáctica es, con método y elegancia, con maestría y espontaneidad, hacer sencillo lo que resulta y parece inicialmente difícil. Didáctica es hacer fácil lo difícil con el afán de comunicar, asimilar y aplicar un saber, un conocimiento.
Los maestros, profesores, comunicadores, sacerdotes, pastores, rabinos y cuantos quieran comunicar algo en apariencia difícil, requieren del uso o aplicación de la didáctica.
He visto algunos libros de didáctica; teorías para todos los gustos. Algunos de esos libros y teorías son muy difundidos y complicados y, sin embargo, se utilizan por muchos lugares.
Me pregunto, ¿para qué hacer didáctica? Respuesta: para aprender mejor quién necesita aprender o beneficiarse del aprendizaje. Y entonces, ¿para qué aprender? ¿Sólo para aprender? Sigo a los romanos: ¡para saber vivir bien!
O sea, que la buena didáctica, la didáctica más adecuada para alentar el aprendizaje y facilitarlo, la didáctica necesaria, por efectiva, transformadora y humanizante, será aquella en que el pensamiento de quien aprende no se apague ni se interrumpa, ni atasque ni rehúya el proceso; aquella en que el aprendiz, sin notarlo siquiera, se enamore de lo que estudia y viva feliz aprendiendo y, feliz y dedicadamente, siga aprendiendo para vivir; quiere decir, que la didáctica tiene como propósito enrumbarse en una buena y más óptima dirección. En fin, que uno se educa, y que hay que educar, para tener una mejor vida humana.
Pd.: y en una extraña pesadilla, propia de una “Noche de brujas”, podríamos presentir docentes y servicios de docencia muy empeñados en apagar las chispas para que los estudiantes progresen en sus estudios…
Este documento no posee notas.