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Revista Dominical. LA REPUBLICA. Domingo 21 de febrero de 1988 Este es mi PROBLEMA Dra. Emily Powers Querida Emlly: Quisiera que me ayude en mi problema: Hace unos años me junté con un hombre y tuve dos niñas. Después nos dejamos, y él tiene las niñas porque se casó con otra. Yo estoy trabajando en una casa en San José; fui a un programa de televisión y conocía un muchacho camarógrafo que me dijo que tenía novia, pero que podíamos vernos y hablar, y que no me quiere engañar, y que las reglas del juego las tengo yo. Tengo miedo de enamorarme y deseo saber si en realidad él tiene a otra; él dijo que después de hablar podríamos quedar como amigos o algo más, según yo lo decidiera. No sé qué hacer. Deseo saber si algún día me llegará ese hombre que me quiera con mucho amor, o si será éste. Nací en 1966. LV. Estimada joven: Lo que usted tiene que hacer es afrontar la vida con más responsabilidad. En sus manos está el forjarse una mejor existencia, más noble y auténtica que la que ha llevado, evitando los probleу mas que puede acarrearle el involucrarse sentimentalmente con casi un desconocido. Medite en las consecuencias tan poco edificantes que tuvo su relación anterior y disponga su ánimo para mejorar su vida por medio del trabajo con responsabilidad y el establecimiento de amistades nuevas también en forma responsable.
No desperdicie su tiempo alentando ilusiones románticas; propóngase firmemente superar las condiciones actuales y viva serenamente, con alegría.
EMILY POWERS Ciudad Quesada Respetable doctora Powers: Tengo 14 años, mi novio 20 y tenemos un año de ser novios.
El es muy especial y sacrificado. Yo lo amo, pero también me fascina divertirme con mis otros amigos y amigas. Debo escoger entre mis amistades o mi novio? Si no estoy con él me hace falta, y si estoy junto a él quiero estar con mis amistades. Estoy desesperada. Ayúdeme! Gracias.
ANONIMA Estimada Jovencita: El problema radica en que usted, por razones de edad, es aún una persona inmadura. Como el transcurrir de los años le aclararán sus sentimientos, mi consejo es que ahora, disfrute su juventud con alegría, y no se fabrique complicaciones emocionales.
EMILY POWERS Estimada doctora: Tengo 60 años y 37 de matrimonio. Ahora me ha surgido un grave problema porque no confío en mi esposa; me parece que me engaña y sufro mucho sin atreverme a contarle a nadie, ni a los hijos de ambos de 35, 32 y 29 años respectivamente, mis inquietudes. Como estoy pensionado paso casi todo el tiempo en la casa, y cuando ella sale, me siento desesperado imaginando en qué malos pasos anda. Cuando regresa, siempre tiene la misma excusa: Que andaba comprando carne, o frijoles, o cualquier tontería, o si no, que viene de misa. La situación del hogar se ha vuelto muy insoportable porque ella tiene muy mal carácter y yo ahora me paso de mal genio todo el día; son sólo pleitos y disgustos, y sobretodo me descorazona que ya nunca más voy a tener tranquilidad, pues no creo que con mis años pueda empezar una nueva vida con otra mujer, olvidándome del pasado y de los felices momentos que pasabamos anteriormente. Yo la he querido muchísimo; ahora no sé si la quiero. Por favor, ayúdeme aconsejándome confidencialmente dónde puedo contratar a una especie de detective que pueda sacarme de estas desesperantes dudas.
Catequesis en el hogar Nlos primeros años de la vida de los niños, se lanzan las bases y el fundamento de su futuro. Por eso mismo, los padres, tienen que comprender la importancia de su misión a este respecto. En virtud del bautismo y del matrimonio son ellos los primeros catequistas de sus hijos: en efecto, educar es continuar el acto de la generación. En esta edad, Dios pasa de manera particular a través de la intervención de la familia.
Los niños tienen necesidad de aprender y de ver a sus padres que se aman, que respetan a Dios, que saben explicar las primeras verdades de la fe, que saben exponer el contenido cristiano con el testimonio y con la perseverancia de una vida de todos los días vivida según el Evangelio.
El testimonio es fundamental. La Palabra de Dios es eficaz en sí misma, pero adquiere sentido concreto cuando se vuelve realidad en la persona que la anuncia. Esto vale de manera particular para los niños que aún no tienen condiciones para distinguir entre la verdad anunciada y la vida del que la anuncia. Para el niño no hay distinción entre la madre que reza y la oración; más aún, la oración tiene valor especial porque la reza la madre.
Que no suceda, que vuestros hijos lleguen a la madurez humana, civil y profesional, quedando niños en asuntos de religión.
No es exacto decir que la fe es una opción para realizar en la edad madura. La verdadera opción supone el conocimiento; y nunca podrá haber elección entre cosas que no fueron propuestas sabia y adecuadamente.
Juan Pablo II Estimado señor: Casi todos los matrimonios afrontan, en alguna etapa de la vida conyugal, épocas de crisis. Usted la está viviendo ahora, probablemente impulsada por el cambio de vida que trae consigo el haberse acogido a la jubilación; pero no debe desesperarse. Por el contrario, medite con tranquilidad en que es sumamente difícil, casi insólito, que su esposa (que observó durante muchos años una conducta en un todo acorde con la moralidad, que lo hizo feliz en el pasado y que ya es una mujer de edad) ande ahora en malos pasos. me parece que en este punto está interviniendo en forma malévola su imaginación negativa, Razone: Es muy poco probable que una mujer madura, con hijos mayores, que ha llevado una vida buena, cambie tan radicalmente hasta convertirse en la dama irresponsable que usted cree ver en ella. Lo que usted debe hacer es pensar más positivamente, procurando el diálogo con el resto de su familia (incluyéndola a ella) sin groserías y sin coleras. Tranquilice su espíritu, no se mortifique con malos pensamientos y procure hallar alguna ocupación doméstica (como cuidar del jardin, sembrar plantas, leer o escuchar música agradable) que le proporcione entretenimiento y le produzca satisfacciones. La vida, para toda su familia, puede ser muy bella y satisfactoria; no la desperdicie con enojos y pleitos.
EMILY POWERS Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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