8 LA REPUBLICA. Lunes 19 de setiembre de 1988 COMENTARIO INTERNACIONAL MOSCU (ANSA) Uno de los temas que provoca las más vivaces reacciones de los soviéticos es aquel que tiene que ver con las abundantes ganancias y privilegios de que gozan los funcionarios del Partido. El tema, que durante decenios fue un tabú. es hoy uno de los más debatidos en las cartas de lectores que llegan a las redacciones de los diarios. Nesas cartas se denuncia la incompatibilidad con el principio de jusitica social con los altos sueldos de los funcionarios del Partido y la existencia de una suerte de hospitales especiales y de negocios cerrados reservados a los apparatcik.
Esta ola de protestas al menos obtuvo algún resultado, al obligar al jefe de departamento administrativo del Comité Central del Partido Comunista de Bielorrusia, Vladimir Pavlyukevic, a revelar el monto de los sueldos de los funcionarios durante una angustiosa defensa.
URSS: Lo que ganan los funcionarios del Partido Por Francesco Bigazzi dólares) y ocupa el puesto 26 entre las categorías.
Para demostrar que no se trata de grandes cifras, Pavlyukevic reveló que el sueldo de un director de una gran empresa gana 000 rublos (1. 570 dólares. El jefe de una repartición recibe por mes unos 500 rublos (780 dólares) y un presidente de una granja colectiva unos 600 rublos (940 dólares. Los negocios especiales reservados a los funcionarios del Partido existen, pero no tienen precios especiales ni siquiera las golosinas. detallando el funcionario que sólo en Minsk, capital de Bielorrusia, se cuentan actualmente alrededor de 200 negocios especiales abiertos, cerca de instituciones y empresas.
La defensa de Pavlyukevic parece encaminada a demostrar que los funcionarios del Partido tienen los mismos privilegios que tantas otras categorías distinguidas. La gran masa de gente que cada día hace la cola, parece no existir.
Es sintomático lo que afirma el alto funcionario sobre los policlínicos y hospitales especiales. Si, los funcionarios de los órganos del Partido se atienden en hospitales y policlínicos del cuarto departamento del Ministerio de Salud de la República, pero allí también se atienden los veteranos de guerra, otros funcionarios de los sindicatos, y los periodistas, entre los clientes de los policlínicos especiales.
Los funcionarios del Partido constituyen apenas el 5, por ciento En definitiva, se trata de otras categorías que junto a los funcionarios del Partido se identifican con la figura del apparatcik.
En cuanto al problema de los alojamientos de los funcionarios, no gozan de derechos particulares porque desde 1980 el otorgó algunos departamentos que fueron asignados a los más necesitados, en conformidad con el uso común.
En esto solo hay una excepción para los altos funcionarios que vienen a trabajar al aparato central desde las otras regiones de la República.
En una entrevista al diario Sovietskaya Bielorrussia. Pavlyukevic dijo tener como todos los otros jefes de departamento del Comité Central de Partido, 420 rublos (620 dólares) por mes.
En cambio, el sueldo del Primer Secretario del Partido Comunista de Bielorrusia es de 700 rublos (1. 100 dólares)
por mes, y el del Segundo Secretario de 620 rublos (950 dólares. El primer secretario del Comité Regional del partido gana 340 rublos (500 dólares. En tanto que, actuamente, el salario medio en la Unión Soviética es de 190 rublos (290 dólares. Es cierto que el trabajo de los otros funcionarios del partido está bien pagado. pero es necesario conocer la gran cantidad de tareas que desarrollan. se defendió Pavlyukevic.
El resto de los funcionarios llegan a ganar bien solo después de haber pasado por los modestos sueldos de los funcionarios de Partido de medio nivel. un instructor del aparato del Comité Central recibe 270 rublos (390 dólares. un instructor de un comité regional, 200 rublos (314 dólares. Es decir que el sueldo medio de un funcionario del Partido es de 216 rublos (323 En la Unión Soviética al igual que en la mayoría de las naciones del mundo cada quien gana de acuerdo con su preparación intelectual y su posición política.
No obstante durante años se trató de hacer creer otra cosa.
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