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16 LA REPUBLICA. Lunes 14 de noviembre de 1988 COMENTARIO INTERNACIONAL NRUINES petróleo, y actualmente ese nivel es del 15 por ciento y sigue en descenso, según el principal economista de ese estado sureño, Tom Plaut.
Entretanto, los grandes bancos norteamericanos tienen que mantener una nerviosa vigilia por los préstamos que otorgaron a países que dependen del petróleo, que afrontan grandes dificultades para cumplir con sus pagos.
México perdió más de 000 millones de dólares en ingresos por concepto de petróleo, y a pesar de recientes indicios sobre una economía en recuperación, los acreedores extranjeros se mostraron renuentes a aliviar las condiciones para la devolución de los 12. 000 millones que se espera que México debe pagar este año de su deuda externa.
Pero además de la mayor parte de Estados Unidos, y naciones como Japón y distintos países de Europa y otras potencias Bajas en precios del petróleo tienen diferentes impactos HORA, en que la reanudación de la producción de Irán e Irak tras el fin de sus hostilidades debilitó aún más la posición de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP. los precios del crudo vuelven a verse en baja.
Empresas como la norteamericana American Petrofina casi no invirtieron en la perforación de pozos en busca de petróleo en los últimos tres años. no creo que las cosas mejoren por mucho tiempo. advirtió el Presidente de Petrofina Ken Perry.
En otro caso, John Cassidy, apodado «El buitre de las torres petroleras. fue durante tres años de subasta en subasta para comprar equipos de perforación a un costo muy inferior al real, acumulándolos en un gigantesco campo en Oklahoma.
Pero ahora dice que la única ganancia de su aventurada operación millonaria podría ser vender ese equipo como chatarra.
Hubo una vez en que una empresa petrolera podía vender un barril de crudo en 31 dólares, pero en 1985 el precio cayó, y continuó bajo. En los meses recientes volvió a declinar.
Asimismo, el fin de la guerra entre Irán e Irak hizo que ambos países trasladaran sus hostilidades al frente petrolero, y creó una situación de caos en la que la OPEP no puede impedir que las naciones que pertenecen a esa entidad produzcan más por día que lo que el mundo puede consumir.
Como resultado, dicen analistas, ya no parece haber límite para el descenso de los precios. No hace mucho los productores del hidrocarburo sostenían que sería un desastre que se llegara a 15 dólares el barril, pero ahora darían cualquier cosa porque legara a ese nivel.
La mayoría de los expertos considera que el precio incluso descenderá aún más de su actual valor de 13 dólares, y algunos creen que podría alcanzar los 10 e incluso los dólares por barril.
La situación resulta favorable para la mayor parte de Estados Unidos, y para algunos otros países, ya que menores precios para la energía estimulan la economía, frenan la inflación y reducen las cuentas por gasolina y electricidad.
Pero para muchas otras naciones, especialmente las que dependen en alto jrado del petróleo, como México, ese panorama presenta una cadena de problemas, al igual que en ciertas partes de Estados Unidos.
El estado de Louisiana vio mermar sus ingresos vinculados con el petróleo de 600 millones de dólares en 1981 1982 a 600 millones en 1987 1988, por lo que se vio obligado a tomar préstamos por 000 millones de dólares, reducir servicios y efectuar sesiones legislativas especiales para poder aumentar impuestos.
En 1982 el estado de Colorado tenía 28. 500 empleados en el rubro de la energía, pero en julio último el Departamento de Trabajo dijo que esa cifra disminuyó a 11. 800.
Alaska, cuyos ingresos derivados del petróleo significaban el 80 por ciento de odos los fondos estatales, este año fiscal se enfrenta a un déficit presupuestario de 180 millones de dólares.
En Texas, alrededor del 27 por ciento de la economía solía estar relacionada con el DALLAS, EE. UU. AP) fines de 1985 y principios de 1986 el precio del barril de petróleo, que entonces era de 31 dólares, declinó en más de la mitad, y si bien la abaratada energía aportó en gran medida al crecimiento económico de Estados Unidos y otras naciones, también trajo graves consecuencias para las economías de otros países dependientes del hidrocarburo.
Por: Scott McCartney THE UNITY industrializadas, los bajos precios del petróleo sólo pueden estimular el crecimiento económico.
Por ejemplo, el aumento de los precios de alimentos que hubo en Estados Unidos a causa de la sequía fue neutralizado por los menores costos de la gasolina, lo cual hizo que las cifras de la inflación para ese mes quedaran casi equilibradas.
Asimismo, un estudio realizado por economistas del Banco de la Reserva Federal en Dallas, Texas, halló que cuando los precios del petróleo delicinan hay 10 estados en que aumenta el desempleo, pero que en los otros 40 ese rubro disminuye significativamente. Como ilustración, se indicó, por cada rebaja de cinco dólares en los precios del petróleo hay 390. 000 nuevos empleos en todo el país.
Según los economistas Browny John Hill, los estados que ven mayores ganancias cuando bajan los precios del petróleo son Delaware, Carolina del Sur, Nueva Jersey, Minnesota, Carolina del Norte y Virginia, en ese orden, debido a las altas concentraciones de industrias consumidoras de energía que hay allí.
Cuando entre noviembre de 1985 y abril de 1986 se produjo la principal caída de precios del crudo, la inflación en Estados Unidos también declinó y los precios al consumidor se vieron en baja en vez de aumentar, dijo el economista Steve Hanke. Eso hizo realmente avanzar a la economía en 1986. La gente empezó a gastar más, y eso fue mucho más fuerte que el lastre negativo que las inversiones petroleras significaron para la economía. señaló.
Ese despliegue para los consumidores duró hasta el colapso del mercado bursátil en octubre de 1987.
Pero economistas han dicho que no prevén que vuelva a darse la situación de 1986, porque la parte negativa no será tan severa, y también creo que el impulso para los gastos del consumidor no será tan grande como la primera vez. dijo Hanke.
TRICA Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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