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La República Jueves 22 de Abril de 1993 salto Gentes y Paisajes Los Chiles en 1993 Direc Nacionet MCTD ¡Y Costa Rica se unió. o que durante centurias estuvo aislado por impenetrables bosques, finalmente quedó unido mediante carretera, con el resto del país. En 1970 llegó el cantonato para Los Chiles, Upala y Guatuso, que hasta ese año pertenecían a Grecia, y en dos décadas el progreso ha sido enorme. Enorme, asimismo, el beneficio de no tener que depender de los ríos o de la aviación para comunicarse con el interior del país.
Pero a la par del progreso, llegó la destrucción masiva de los bosques.
El adiós al barro La pequeña población fronteriza, nacida, según se afirma, por la acción de huleros nicaragüenses, con calles de barrizales permanentes durante 10 meses y que fue la que encontramos hace 31 años, hoy es un pueblo próspero, de calles pavimentadas, buena carretera para unirla con San Carlos, con la agencia del Banco Nacional, un muelle que sustituyó el viejo puente de madera, luz eléctrica por todos los rincones del cantón, dos o tres hoteles modestos pero eficientes, restaurantes, almacenes, y, para resumir, todo lo que puede encontrarse en cualquier otro pueblo del centro de la nación.
Contraste de veinte años.
El muelle de Los Chiles, en el año de 1962. Era un largo puente de madera, con un pequeño edificio al final. Al fondo, el río Frío. Foto de Mencha La Andariega.
Contrario a lo de hace 20 años, hoy hemos llegado en menos de una hora de camino entre Terrón Colorado y Los Chiles. La carretera es pavimentada. Vamos en compañía de Joaquín Madrigal y Alfredo Quesada, funcionarios del Banco Nacional, y encontramos un cambio radical en el pueblo. Por dondequiera aparecen los signos de progreso, si es que artefactos modernos significan realmente progreso. Al viejo puente de madera lo convirtieron en un muelle de donde constantemente hay movimiento de lanchas rumbo a San Carlos de Nicaragua o aguas arriba, a la laguna de Caño Negro.
Turismo constante 399 Todos los días llegan vehículos provenientes de los hoteles de San Carlos o del interior del país, en los cuales se transporta a un turismo ávido de las emociones de encontrarse con el mundo de aves numerosísimas de Caño Negro o de poder fotografiar un caimán a pocos metros de la lancha. Es un turismo que llega por la mañana y desaparece por las tardes, sin que, aparentemente, le deje mayores ganancias a la población. Casi todos los visitantes se interesan por el Refugio de Vida Silvestre de Caño Negro, y no llevan a cabo ninguna actividad en la ciudad de Los Chiles.
La destrucción del bosque Si ustedes han leído la crónicas de ayer sobre la región de Los Chiles, se habrán dado cuenta de que había un tapete verde por toda la región. Los bosques estaban prácticamente intactos, lo que significaba una riqueza enorme. Pero hoy todo ha cambiado: el bosque desapareció, tumbado por agricultores y ganaderos. En vez de árboles, potreros interminables. todo esto sucedió por un concepto errado de desarrollo. Los bancos daban dinero a los agricultores si mejoraban el terreno; es decir, si quitaban el bosque, la montaña como decimos los de la tierra adentro. En cuenta el Banco Interamericano de Desarrollo BID extendió una línea de crédito para tumbar árboles.
Los habitantes de San Carlos de Nicaragua acuden a Los Chiles a adquirir víveres. Los ticos compran a Nicaragua principalmente maní, tamarindo y granos.
Caras amigas Lo peor: se sigue.
Al llegar encontramos caras amigas, caras que no hemos visto desde Lo peor: se sigue en las mismas. Los camiones cargados de tucas salen hace 20 años, como la Chepa Lola Cruz, que con sus muchos años. yo me todos los días. lo único que se ha salvado un poco es aquel bosque que pongo cien. nos dice con malicia. nos abraza lo mismo que sus hijas. La se encuentra en lugares pantanosos. Pero ya se las ingeniarán para tumbar Chepa Lola era quien nos daba, en cada viaje a Los Chiles, el tesoro del río lo. Porque si bien buena parte de la población reacciona contra los depre Frío en guapotes y gaspares ricamente adobados. Hoy ya no sale de su cadadores, lo cierto es que la queja es general: el Gobierno sigue dando per sa, pero sigue con el mismo espíritu de siempre. Encontramos, asimismo, misos de cortar árboles, por medio de los forestales. Además, si se tala compañeros de una extraordinaria aventura de 1973. En fin, tuvimos tiemsin permiso, la multa es mínima en relación con lo que obtienen los made po hasta de ir a San Carlos de Nicaragua, pero esto se quedará, Dios mereros con cada árbol que cae.
diante, para el próximo número. Resumiendo: ir ahora a Los Chiles es tan fácil como darle un chonetazo a una lora. Costa Rica se unió.
Vista parcial del muelle de Los Chile en la actualidad. Se observa mucho movimiento de y hacia Carlos de Nicaragua y otros lugares.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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