2 LA REPUBLICA. Domingo 25 de Abril de 1993 Domingo Entre la fe y la superstición PATRICIA NAVARRO MOLINA La República buscar hechos orden religioso para sobrellevar la vida cotidiana y cos para sobrellevar la vida cotidiana son istóricamente el aparecido ha jugado un papel muy importante en Costa Rica. Esto, unido a la necesidad de los seres humanos de buscar hechos fantásticos para sobrellevar la vida cotidiana, han hecho de las apariciones verdaderos acontecimientos históricos.
Los eventos, dados a conocer durante la Semana Santa, en los que un joven de 15 años, Jorge Arturo Céspedes, asegura haber visto a la Reina del Amor. en la Virgen de Sarapiquí, han despertado nuevamente la polémica sobre la realidad de las apariciones en Costa Rica. Qué se esconde detrás de estos acontecimientos. Son reales o producto de la superstición. Qué es lo que está sucediendo con estas y otras supuestas apariciones ocurridas en Costa Rica?
Miembros de la Iglesia Católica expresan criterios encontrados en torno el teLa necesidad de ma; en tanto que los teólogos y sociólogos lle; asimismo, su presencia va acompaña al día siguiente amanecí tranquilo, con tratan de explicar estas situaciones desde da de señales o signos meteorológicos. una emoción muy fuerte. Personalmente una perspectiva histórica y de necesidad Todos estos elementos unidos lo hacen mi conducta ha cambiado bastante en personal.
más interesante y, ante todo, llegan al mis cuanto a paz y serenidad, incluso la gente fantásticos de mo sentimiento de los fieles, expresa Es dice que mi mensaje ha cambiado.
cobar.
Superstición y fantasia Testimonios Paz y serenidad La superstición y la necesidad de los seImágenes diversas, que van desde la res humanos de buscar sucesos fantásti El sacerdote y teólogo Higino Alas, de y Santísima Trinidad hasta Jesús dando la la Escuela Ecuménica de la Universidad bendición a Costa Rica, aseguran haber para el sacerdote y teólogo Miguel Picado Nacional, viajó hasta la Virgen de Sarapi visto algunos de los visitantes a la Virgen el debate y el doctor en sociología Francisco Esco qui con la sola intención de orientar a los de Sarapiquí.
bar, la explicación del fenómeno de las fieles. Jamás imaginó que algo inexplica Según el sacerdote Alas, incluso se han.
ble le sucedería.
reportado sanaciones con agua traída del Nuestros campesinos viven en busca Al llegar al sitio lo primero que vi fue lugar.
de hechos fantásticos para superar la vida a un jovencito sencillo, gordito y muy son Otro de los hechos importantes que se cotidiana, es por esta razón es que este ti riente, asediado por la prensa. En el lugar han suscitado en torno a la aparición de po de hechos se reportan con más frecuen todo se veía normal. El agua del río, en al la Reina del Amor es la conversión de muchos habitantes. Sea lo que sea lo que veía no tan pura. recuerda.
sucede allí, los resultados son positivos.
Esto, unido a la necesidad de sentirse Los hechos más emotivos iniciaron a La gente vive con más paz y una serenilas p. cuando el joven Jorge Arturo dad profunda. recalca.
sitario de una manifestación divina, ha Céspedes se arrodilló. Pronto empezó a Pese a lo que vivió, el religioso alabó la sonrojarse y luego indicó que miráramos posición del arzobispo e hizo un llamado para quienes creen haber sido testigos de a la Virgen. En ese momento las nubes ta para que estos hechos no lleven al fanapaban el astro, pero suavemente se fueron tismo o al sensacionalismo. Pido, eso sí, El sacerdote Picado compara, incluso, alejando para dejarlo totalmente despeja que a los sacerdotes se nos deje en liberel fenómeno con asuntos de orden folcló do. Fue entonces cuando pude notar una tad de estudiar el asunto.
circunferencia dorada, muy iluminada a La Segua.
su alrededor. Más tarde noté una especie Por su parte, el sociólogo Francisco Es de fracciones circulares, como espejos, cobar considera que los costarricenses son que jugueteaban. Luego, una cruz se forLibertad para creer más supersticiosos que religiosos y en sus mó dentro del Sol.
creencias prevalece el reconocimiento de La emoción lo colmó cuando vio al sol El teólogo y sacerdote del seminario poderes y mensajes. La idea de que la Vir danzar y tornarse de colores. Fue impo Mayor, José Joaquín Alfaro, se mostró gen este presente en Sarapiquí estimula sible contenerme y derramé algunas lágri cauteloso ante los hechos y manifestó que esa convicción cultural. sostiene.
mas. asegura.
buena parte de los que fueron a Sarapiquí Históricamente el aparecido ha juga Para él, lo vivido en Sarapiquí aún no son personas que tienen sufrimientos, endo un papel muy importante en Costa Ri tiene explicación. Personalmente creo fermedades y problemas. por lo que espe.
ca y, de hecho, se pueden señalar algunas que hay algo, pero no tengo la plenitud de ran que se les resuelvan con tan solo ir al coincidencias, explica. El aparecido trae seguridad. Tengo mis reservas, mis dudas, lugar; otros asistieron por curiosidad.
un mensaje que debe ser interpretado, al pues considero que pude ser arrastrado Son muy pocos los que fueron a honrar a tiempo que es solo para los que tienen ca por la conciencia colectiva, por eso estoy la Virgen.
pacidad de ver. es decir, que son interme investigando. manifiesta el sacerdote En su criterio, el peligro no está en que diarios entre los creyentes y la divinidad. Alas.
la gente asista y crea en la Virgen, lo graLa imagen generalmente aparece sobre No obstante, confiesa, el efecto que en ve sería que los cristianos se olvidaran del alguna cosa, un árbol, casi nunca en la ca mí dejó el acontecimiento es curiosísimo: mensaje de Jesucristo. Nosotros como Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
teológico en apariciones torno a ello, convierte las cia en zonas rurales, considera Miguel Pi gunos sectores era cristalina, en otros se apariciones en y, ante todo, saberse privilegiado y depo verdaderos cen que el hecho cobre especial relevancia acontecimientos uno de esos acontecimientos.
históricos. rico, tales como El Cadejos, La Llorona,