La República Jueves 27 de Mayo de 1993 Gentes y Paisajes Historias de pueblo direccia, Ningún animal se comió a Natún en Esparza BIBLIOTECA NACIONAL centra Wieltolats; dest.
Cesta Kies ENRIQUE TOVAR mwema CACHETON DE NATUN era uno de esos típicos personajes de pueblo, que les gusta llamar la atención, y que si hay un entierro anhelan ser el muerto con tal de estar en la mente de todos.
Cuando el Mago Beckles llegaba a Esparza, ustedes ya saben quien era el ayudante.
Natún se lucía desde el entarimado al lado de aquel famoso prestidigitador que de un sombrero no sacaba un conejo truco de por sí muy conocido, sino a toda la familia de este prolífico mamífero, desde papá conejo hasta el chiquitín de orejas pequeñas y caídas.
Natún no se le despegaba un instante, así el mago convirtiera los pañuelos multicolores que le sostenía en una sarta de calzoncillos remendados, o le arrancara debajo de las orejas monedas que el negro Beckles decía que se formaban a consecuencia de las costras que se le habían hecho por falta de baño.
Incluso, al iniciarse la función Natún se encargaba de correr el telón de la sala de cine, pero en lugar de realizarlo desde adentro lo hacía por fuera, a fin de que el público lo viera y le gritara tonteras que él alegremente respondía con otras iguales.
Natún, gordo y extrovertido, era el encary gado de encalar la cancha de fútbol. Empero, esta labor la iniciaba poco antes del encuentro deportivo, cuando la plaza estaba abarrotada y todos lo veían trabajando duro en la faena. El no desperdiciaba la ocasión y lleno de sonrisas saludaba muy ufano y atento al igual que lo hacen muchos diputados cuando visitan los pueblos.
Jamás aceptó Natún que alguien le ganara una discusión y mucho menos quedarse atrás en cuanto a experiencias vividas o posibilidades de realizar una hazaña, por peligrosa y difícil que fuera.
La exageración de sus historias le chorreaba hasta por los codos y la imagen de fantaseoso se reflejaba en su robusta humanidad. toda hora y de lo lindo le daba cuerda a la ficción, y en el terreno de la discusión él tenía siempre que decir la última palabra. Por lo menos así le recuerdan en Esparza y por lo menos así le retrata el periodista Walter Hernández, quien conoció a este personaje espartano.
Por hablar tanto y por no medir sus palabras ni sus inigualables e imaginarias proezas, aún en Esparza se utilizan muchas de las que se afirma fueron célebres frases suyas.
En una ocasión estaban unos contertulios especulando sobre cuánto tiempo podría aguantar sin comer una persona en altamar, luego de un cuando alguien asume un compromiso, así sea una sim cuesta abajo y en conjunto instrumento y músiconaufragio. Cada uno fue diciendo lo que creía: una sem ple cita o un trabajo por realizar: Mañana llego. daban la impresión de poder rodar. Siempre y cuanana, un mes, 40 días a lo sumo. Siempre y cuando no me coma un animal. o: Ese do no se los coma un animal. En eso se incorporó a la tertulia Natún y cuando se y trabajo es fácil de hacer. Siempre y cuando no me le preguntó su parecer, respondió muy convencida coma un animal. mente: En mi caso puedo aguantar hasta seis meses. Con esa expresión se rememora la célebre ocurrenComo vio la incredulidad dibujada en el rostro de cia de Natún; el cachetón, gordo y extrovertido Natún, NOTA: los demás y dándose cuenta que se le había ido la mano y ayudante de las veladas y de los magos recorrepueblos, Estimado lector, envíe su historia al apartado 580más que nunca, se apuró a enmendar con el siguiente que en las fiestas y parrandas patronales, cuando la ban 2050, San Pedro de Montes de Oca o llame a Enrique agregado: Siempre y cuando no me coma un animal. da metía bulla a más no dar, era el encargado del bom Tovar al teléfono 24 8755.
Desde entonces en Esparza es muy común oír decir, bo, al que aporreaba con la rabia de un porfiado y que. Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.