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Lunes de 1993 LA REPUBLICA 15 Opinión Bitteris, BIBLIOTECA Para mayor gloria del Islam YADIRA CALVO CHISPORROTEOS ALBERTO CANAS Me imagino que los propulsores, defensores y preconizadores de la llamada economía de mercado deben de estar felices con lo que le ha ocurrido a nuestro banano en Europa, señal segura e inconfundible de que los países capitalistas practican lo que nos predican y de veras creen en la economía de mercado, con tanta fe como nuestros neoliberales (espero no me acusen de injurias por llamarlos neoliberales, ya que últimamente como que lo toman a mal. La exigencia de velos en las mujeres no es o no ha sido exclusiva de los musulmanes. Escolásticos y Padres de la Iglesia han gastado tiempo y sesos razonando por qué las mujeres deben cubrirse la cabeza o el rostro, y la verdad no hay necesidad de mucha malicia para adivinar sus porqués.
Explícita o implícitamente, la razón se basa en la idea de que el velo representa un símbolo de obediencia, recato y sumisión. Exigida esta conducta, las racionalizaciones vienen después. La más generalizada entre los cristianos es la de que el hombre tiene por gloria el ser imagen de Dios; y la mujer tiene por gloria el ser sujeta al hombre. Si queremos seguir preguntando, nos daremos de narices con la idea de las ideas: es justo que el superior mande sobre el inferior.
No obstante el peso de las tradiciones, en el mundo occidental el velo se quedó para el día de la boda, donde sigue representando lo que representaba.
Los musulmanes en cambio, que los tienen de diferentes clases, nombres y materiales, desde el chador en Irán, el haik en Argelia y la burga en otras zonas, lo han convertido en una obligación y un deber.
En estos mismos días, según una noticia del 23 de junio publicada en La República, el nuevo año musulmán se inició con persecuciones de mujeres ira.
níes por parte de su propio gobierno. Detenidas y trasladadas a las estaciones policiales, se les levantaba un expediente y se las obligaba a firmar una declaración en la que se comprometían a no volver a maquillarse ni a atentar contra el pudor. Según la noticia, las que tuvieran expediente abierto se rían flageladas. El hecho de que las persigan por maquillarse o no velarse, indica, además de la arbitrariedad del régimen, el desacuerdo de las mujeres contra las costumbres que las oprimen.
Pero es el caso que cuando se requiere defender la identidad cultural ante posibles invasiones de ideas o gobiernos extranjerizantes, ellas mismas han decidido utilizar el velo, como protesta.
Esto es, igual lo adoptan ante la necesidad colectiva de proteger su identidad cultural mediante el símbolo de su segregación, que se lo quitan para manifestar inconformidad contra las represiones de que son víctimas en su propia cultura.
Esto explica por qué años atrás muchas iraníes se enfrentaron a la policía del emperador al grito de Dios es Grande y vestidas con el chador tradicional; y después, durante la revolución que precedió a la dimisión del Sha, y antes del oscurantismo jomeinista, lo quemaron simbólicamente, antes de iniciar un desfile de protesta gritando velos no.
Igual ocurrió en Argelia, durante las luchas anticolonialistas, en las cuales miles de mujeres habían participado activamente en la guerrilla del Frente de Liberación Nacional, o ayudaron con su resistencia activa o pasiva a los independentistas. Igual que los hombres, muchas murieron en los combates o fueron torturadas. habiendo probado de tal manera su patriotismo, supusieron que la independencia era una conquista general que las incluía. Las fotografias de la época las mostraban con el rifle en la mano y en la cabeza y cuerpo el haik.
Lograda la liberación argelina, bajo el gobierno de Ahmed Ben Bella se quemaron velos y se pidió la igualdad ante la ley y la realidad. Pero el velo volvió, con el velo la sumisión que representa, y veinte años después de acabados los combates contra el colonialismo francés, el Gobierno argelino aprobó un Estatuto La Republica Jorge II de la Familia donde se consagra la subordinación de la mujer al hombre, para mayor gloria del Islam. Pareciera que el problema de las mujeres es el de ser extranjeras y siempre inferiores en su propia cultura, condición que en el Islam resulta más patente. Allí, su estatuto resulta siempre ambiguo. Si intentan reafirmar su identidad colectiva, forzosamente tienen que hacerlo asumiendo un atuendo que pretende diluir su identidad individual. Por lo tanto, o infieles a su cultura o infieles a sí mismas, siempre infieles.
Señal segura e inconfundible también, de que estamos equivocados de medio a medio los perversos socialdemócratas que sostenemos que esos estribillos libertarios con que nos encantan los economistas de los grandes centros financieros con acompañamiento de sus escuderos criollos, son buenos en el tanto en que sirvan a la expansión de las transnacionales y a que el pez gordo se coma darwinianamente al chico para que sobreviva el más apto, pero que al pez chico no le sirven para nada.
Por eso, nosotros debemos suprimir nuestros proteccionistas (uff, ajii)
aranceles, a fin de que las mercaderías de los países industriales entren libremente y se nos vaya nuestro dinero en teléfonos celulares y derechos de autor para las recetas de hamburguesa y pollos. Pero el banano, ese sí, debe estar sujeto a cuotas.
CC ¿Quién dijo yeguas. RODOLFO SOLANO ORFILA Lo importante como se ve, y nos parece importantísimo es que nosotros, los productores de materias primas, cumplamos con los requisitos, postulados y mandamientos de esa que llaman economía de mercado, mientras que los grandes fijan cuotas. es que una de las grandes ventajas de la economía de mercado, es que en la economía de mercado los precios los fija el consumidor; como en la vieja Atenas (sólo que no nos damos cuenta. los consumidores se reúnen los sábados en el mercado o en el ágora, y los precios quedan fijados de acuerdo con la oferta y la demanda (no, como pretenden algunos infames, de acuerdo con los costos de producción de las empresas, que incluyen en las cuentas de gastos de los gerentes y el mantenimiento de los aviones privados en que se movilizan.
Por las tardes, a eso de las o las 6, des na; a Cazadora, quien aparecía y desaparecía cambiando mar.
pués de la salida colegio, fuera el Liceo chas a su invisible camioneta; a Lenguas, a quien le fascinaba o el Seminario, nos reuníamos en la pulpe. sacar la idem e insultar a quienes pasaban a su lado aferrado ría La Marinita, de los hermanos Vargas, y a su saco de gangoche; a Chaplin, quien pretendía asustar con sentados sobre los sacos de maíz, arroz o un obsceno bulto que cubría bajo su pantalón; a Azulito y Muñefrijoles, nos dedicábamos los muchachos ca, quienes hacían su debut en el escenario josefino, y a nuestro vecinos de los barrios de Amón y el Car querido Neno, quien pobre y padeciendo el Síndrome de Down, men a peinar la culebra contando las tra se presentaba como un llamado a nuestra conciencia. También gedias del estudio, chistes sucios y fanfa se comentaba entonces que dos connotadas intelectuales que virroneando con las conquistas y los lances que más que cier vían cerca quemaban hierba. dando un mal ejemplo, pues no tos estaban en nuestra imaginación y nuestros deseos. Por allí olvido los maravillosos versos que una de ellas había publicado nos arrimábamos los hoy entrados en la no deseada tercera ¡Qué tentación, Dios mío!
edad, José Cabada, los gemelos Edgar y Johnny Matamoros, Pero había un personaje que había llegado al barrio Amón Hernán Escalante, Julián Mateo, Ricardo Quesada, Aníbal Peña, procedente de Cartago, traido por una familia conocida para Rafael Valle, Hernán Collado, Fernando Gil, Carlos Terán, Ro que les vendiera su pan casero; personaje que le gustaba gritar drigo Cleves y otros amigos que, aunque no fueran estudiantes, su mercancía diciendo jaquí esta Yeguas con su pan. Pero areran vecinos que vivían del otro lado del río Torres en el Bajo de mando la bronca cuando se le gritaba su apodo, ya no para comAmón, los imponderables Luna, Panchera y el Nato Fenelón. No prarle sino para. jorobarlo! Pero Yeguas no osaba que lo ignoquiero olvidar a quienes ya se encuentran en Paz con el Señor, raran. y cuando no había quien le gritara, se asomaba a la pullos amigos del alma Miguel Rodríguez y Oscar Cabada y nuestro pería y nos esperaba con un bronquial rugido. izquién dijo Yerecordado José Luis Mata, Curruso. Pues bien, como a veces éra guas, carajitos. mos muchos, nos echaban y entonces nos recostábamos en la pa Me vinieron a la memoria estos recuerdos de mi barra y mi red de afuera para deleitarnos con el paso de. cada creatu barrio. al ver en un matutino un artículo titulado Viva el neora. de aquellas que le habían dado fama a Costa Rica de cul liberalismo. a la par de la nostálgica evocación, me pregunté tivar las más bellas mujeres de América.
si con semejante título, grito o rugido, se pretende conquistar un Pero también y como en esa edad se disfruta de todo, lo bue sólo voto para una tesis incompatible por nefasta con la intelino y lo malo, no perdíamos la oportunidad de divertirnos con el gencia de un pueblo, cuya formación social demócrata y cristiapaso de los personajes populares de entonces, que salpicaban la na le permite hacer la diferencia entre lo necio y lo que le contragicomedia cotidiana de aquel San José, que era y no era me viene.
trópoli, que era y no era ciudad. Me refiero a la señora Siem. será que se pretende reverdecer ¡el Viva Volio. o competir presgla. quien con una venda en los ojos imploraba una limos con el ¡Viva Pepe!
Como se ha visto en el caso del banano, la economía de mercado tiende a hacernos libres, y es una ampliación de lo que aquí podríamos conocer con el nombre de la economía de Mercado Borbón: la gente llega al mercado y cuando hay pocos aguacates, los aguacates suben, y cuando hay poca gente que los compre los aguacates bajan. Clarísimo ejemplo lo da el banano en Europa)
De donde se deduce que la economía de mercado es para que la disfrutemos los aguacateros, y por eso nos la recomiendan, digo, imponen.
OTUOJU Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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