24A LA REPUBLICA. Sábado 13 de Noviembre de 1993 Editorial LA REPUBLICA Las lecciones del FUNDADA EN 1950 PUBLICADA POR EDITORIAL LA RAZON PRESIDENTE EJECUTIVO: Alvaro Chaves VICEPRESIDENTE EJECUTIVO: José Manuel Gutiérrez GERENTE GENERAL: Martin Robles Robles SUBDIRECTOR: Eduardo Amador JEFES DE INFORMACION: Jesús Mora Ramón Alfonso Soto y Mariana Lev.
JEFE DE DISEÑO: Eduardo Sánchez CON EL LECTOR MARIANA LEV Rostros de miseria Las calles capitalinas ofrecen una visión dantesca a quienes cotidianamente las transitamos, a pie o como conductores de vehículos.
Ahí, las en aceras, a la orilla de estas o en medio del tránsito diario, cientos de hombres, mujeres y niños nos recuerdan a diario cómo involuciona nuestra sociedad, diga quien diga lo contrario.
La pobreza siempre ha existido, pero se vinculaba en especial con el trabajador agrícola, para quien la vida era y continúa siendo sumamente dura. Nos jactábamos como de tantas otras cosas de que aquí pobres, como en otras naciones, no hay.
Ahora, la pobreza viene de las zonas marginadas, que van cre ciendo alrededor y dentro de la capital.
Niños de todas las edades se paran hoy frente a los automovilistas con sus caritas ansiosas, pidiendo ayuda; también lo hacen hombres alcoholizados o drogadictos, que se lanzan sobre los autos para limpiar los parabrisas o pedir limosna. junto a ellos, muchas muje.
res con sus hijos en brazos imploran caridad en las aceras, compar.
tiendo pedazos de cemento con ancianos y lisiados.
Podemos medir el progreso con complicadas teorías económicas o simplemente encasillar a toda esta gente en la focalización de la a pobreza. que tanto se usa ahora, y consolarnos si el porcentaje de miseria resulta bajo.
Pero una sociedad justa, igualitaria, que brinde oportunidades reales a los ciudadanos es lo que cada vez estamos más lejos de lograr, si medimos en términos reales el abandono, el hambre, el dolor y la miseria humana, como nos lo recuerdan diariamente los pobres de nuestras calles.
El 17 de noviembre se votará en los Esta ta. Aprender de México en esto no quiere dedos Unidos el Tratado de Libre Comercio cir, como algunos ingenuamente parecen (TLC) con México y Canadá, conocido por sus creer, que podemos tener un viaje gratis siglas en inglés como NAFTA; y el 15 de di montándonos en el carro mexicano, negociembre se definirá el destino de la Ronda de ciando un acuerdo bilateral con México y esUruguay del GATT. En esas dos fechas, se de perando que, por esa vía, tengamos un accecidirá en buena medida cuál va a ser el rum so fácil al mercado estadounidense. Nada bo que tomen los procesos de globalización más alejado de la realidad.
del comercio internacional durante el resto Las lecciones del esfuerzo mexicano son disde este siglo.
tintas. Si el NAFTA prospera, las mejores En el papel, todos parecen predicar el libre oportunidades que brindará a la economía mecomercio. En la práctica, sin embargo, han xicana podrían representar un duro golpe a sido los países menos desarrollados los que los países de la Cuenca del Caribe como Coshan venido dando pasos sistemáticos, a lo lar ta Rica ya que México aparecería como un tego de los últimos quince años, hacia la aper rreno mucho más propicio para la inversión tura y liberalización de su comercio exterior; y el comercio bilateral con los Estados Unidos.
en tanto que los países más poderosos se or Esto exige, en primer lugar, que hagamos los ganizan en bloques y encuentran nuevos ar esfuerzos necesarios para que se aprueben en gumentos para justificar formas nuevas ovie Estados Unidos las provisiones legales que exjas de proteccionismo. Esto, que resulta evi tiendan al menos temporalmente los benefidentemente paradójico, es una triste reali cios del NAFTA, a aquellos países cuya aperdad: los débiles se abren, mientras los fuer tura descansaba en las oportunidades de la Inites refuerzan sus mecanismos de protección. ciativa de la Cuenca del Caribe. En segundo Para nuestros países, es claramente ries lugar, exige que aprendamos la verdadera lecgoso avanzar hacia tratados de libre comer ción mexicana: que nos tomemos en serio el cio con socios más fuertes en todo sentido. Pe proceso de globalización, entendiéndolo no coro es un riesgo que entraña, a la vez, las úni mo un simple proceso de apertura unilateral, cas oportunidades de acceder a un verdade sino como un verdadero proceso de integraro proceso de desarrollo, un desarrollo en el ción, un proceso que exige trabajo serio, negoque se combinen los aumentos en la produc ciaciones duras y complejas, acuerdos detallatividad y la eficiencia, con el mejoramiento dos sobre todos aquellos aspectos que permide los ingresos y las condiciones de vida de tan garantizar que, frente a los riesgos evidennuestros habitantes. Para minimizar el ries tes del libre comercio entre socios de desigual go y maximizar la oportunidad, estos acuer poder económico, existen las ventajas y opordos deben ser negociados con todo cuidado. tunidades que hacen que valga la pena correr No cabe aquí la improvisación, no cabe la fal esos riesgos.
sa ilusión de que basta con eliminar barreras Si el NAFTA fracasa, al igual que si fracaarancelarias, eliminar regulaciones, quitar sa la Ronda Uruguay del GATT, el mensaje restricciones, para que por sí solos los flujos será aún más claro: los intereses protecciode inversión y comercio ejerzan su fuerza di nistas de los países del norte son aún muy ponamizadora sobre la economía nacional. derosos. Las negociaciones tendrán que ser México ha dedicado varios años y el esfuer duras y globales. En el proceso de formación zo de toda una generación de sus mejores eco de bloques, tendremos que ejercer una vernomistas, abogados y analistas políticos, a ne dadera presión, para que el avance hacia el gociar un acuerdo que, con todo y sus ries libre comercio sea, también, el avance hacia gos, pareciera apuntar en la dirección correc un comercio más justo.
ENFOQUE DEL REDACTOR DANIEL BRENES Interlocutores de altura APUNTES DE LALO.
SIGUE SIENDO TEMA DE DISCUSIÓN ESO QUE LO ARCHIVE MIENTRAS TANTO 14 11 Concluidos los debates en el juicio por El caso Chemise. queda por formular una reflexión en lo que respecta al vínculo que existió entre las partes y los representantes de los medios de prensa que dimos cobertura al hecho.
Como periodista dedicado a la información judicial y policial, me corresponde asistir a decenas de juicios y, soy franco, tengo cierta aberración por aquellos en que se ventilan delitos de los llamados de cuello blanco.
En los procesos en los que se debaten delitos comunes. los periodistas a veces llegamos hasta a tratar casi en camaraderia cuando las circunstancias lo permiten, por supuesto con algunos imputados que permanecen en libertad, a quienes escuchamos con respeto cuando se deciden a compartir con nosotros sus estados de ánimo en esos momentos, de cara a la justicia. mediados del año anterior me correspondió hablar durante algunos minutos con un hombre acusado por corrupción, mientras esperaba ser llamado para la sentencia. Entre otras cosas, este hombre relató detalles del contexto que lo condujo a la descomposición moral y de su certeza de que seria absuelto. Diez minutos más tarde, el tribunal que lo juzgaba lo condenó a 25 años de cárcel y, en vista de lo grave de la sentencia. le revocó la excarcelación. Mientras era esposado, recuer do que alzó a mirarme y a confesar un adiós, amigo.
Pero en los delitos de cuello blanco la situación es a veces a la inversa. Sujetos que, por el solo hecho de estar cuestionados con gravisimas acusaciones, deberian pedirle a los demás permiso siquiera para saludarlos, cuando se percatan de nuestra profesión y presencia endilgan un despreciativo entonces vos sos uno de esos chismosos periodistas, cuidadito hablás mal de mí porque te demando. a veces en estas condiciones es que se cumple aquello de que cuando no hay información la especulación se vale.
En el juicio por El caso Chemise. tanto imputados como acusadores se comportaron en todo momento con el mayor de los respetos para la prensa y, por qué no confesarlo, en algunos casos nuestras conversaciones pasaron de lo estrictamente profesional a lo naturalmente humano.
PAE II 93 lalo Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.