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18A LA REPUBLICA Lunes 18 de Abril de 1994 Lector Cartas TRIBUNAS Crisis de la educación, Estado en crisis ISAAC FELIPE AZOFEIFA PRESIDENTE DEL PARTIDO FUERZA DEMOCRATICA Taponean río Nosotros, vecinos de Bolsón, Ortega y Bagatel de Bagaces, denunciamos que en días pasados el cauce del río Tempisque fue taponado a la altura de la Azucarera El Viejo, dejando sin agua el cauce, con las correspondientes consecuencias ecológicas.
Igualmente, han sido taponados los ríos Palma a la altura de la finca Varsovia y el río Charco o Cañas a la altura de Coopevelas y finca Chaquira.
Pedimos que lo anterior se investigue a la mayor brevedad y se restablezcan los cauces.
Asociación de Criadores de cocodrilos Coopeortega RL.
Asociación de Desarrollo de Ortega Asociación de Desarrollo de Bolsón Panamá peligra La sombra de la dictadura, con su herencia de asesinatos, torturas, violaciones, exilios y represión, amenaza con apoderarse, de nuevo, de la democracia panameE la JC ña.
re b Cuando don Mauro iba a emprender su trabajo de modernización de la educación nacional, envía a Pedro Pérez Zeledón y a Miguel Obregón a países extranjeros bien seleccionados para que traigan ideas, libros, instrumentos de laboratorio y textos. Reformarlo todo es el proyecto político de los liberales. Cien años después, el pensamiento de nuestros reformadores y las instituciones que fundaron han dejado de ser asunto de un Estado en busca de su camino. La democracia basada en la educación del ciudadano se ha convertido en el índice definitorio de nuestra patria: es un rasgo que penetra en la globalidad de los problemas de nuestro quehacer nacional contemporáneo.
La solidez y permanencia de nuestra concepción de la escuela nacional como un sistema integrado desde los jardines de niños a la universidad. propuesto por la reforma de don Mauro, ha garantizado hasta hoy nuestro desarrollo de nación soberana fundada en la defensa de nuestra integridad cultural y política. Mas, por otra parte, aquella búsqueda inicial de experiencias y principios valiosos racionalmente utilizables, definió también un rasgo claro de nuestro ser: la disposición natural para el cambio. Así es como nuestra educación pública sigue una línea flexible, abierta, con inteligencia rechazo de modas y novedades o, en cambio, su prudente asimilación, como corresponde a país sobre y sin cerradas tradiciones.
La supresión constitucional de la institución militar proclamada en 1948 vino a darle a don Mauro una vez más la razón. Don Mauro escribió. Se formará entonces la niñez mediante el perseverante esfuerzo de un ejército de maestros que sepan enseñar, educando la naturaleza de los niños, a fin de que las escuelas sirvan eficazmente el objeto de prevenir el crimen, consolidar la paz interna, promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad.
Don Mauro le señala claramente a este ejército de la cultura cuya única arma es el libro abierto los deberes que tradicionalmente se habían asignado a los comandantes militares: prevenir el crimen, consolidar la paz interna, promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad. Hay un rasgo en la declaración del gran reformador liberal que es oportuno destacar: la educación, como sistema nacional, es el más poderoso agente social del país, por la acción combinada del Estado, los educadores, los padres de familia y las comunidades. Es el generador más activo de valores culturales, sociales y políticos. El reformador propone al ejército de la cultura su tarea propia. Dice textualmente: Que sepan enseñar, educando la naturaleza de los niños. Enseñar y educar, para qué? responde: fin de que las escuelas sirvan eficazmente (nótese el adverbio) al objeto de prevenir el crimen, consolidar la paz interna, promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la li.
bertad. Dejemos el examen de estas metas aparte; digamos ahora que don Mauro acierta medio a medio: el problema de los objetivos de la educación nacional cobra en nuestros días extrema urgencia. Nuestra escuela en general ha dejado de percibirlos para dedicar su tiempo exclusiva y erróneamente a pasar programas formales y hacer exámenes.
El caos, la desorientación, la vaciedad burocrática de que se acusa a nuestro sistema nacional de educación son viva muestra de que nuestras escuelas han perdido conciencia de las metas político sociales, económicas y culturales que con tanta claridad definió don Mauro.
La educación como sistema nacional escolar es la institución organizada por la sociedad para garantizar el desa.
rrollo de la identidad cultural del país, que trasciende clases sociales, iglesias y partidos políticos. Dota al ciudadano y a las generaciones, de una ética, de un sistema de valores funcionales, con resguardo de la creatividad, tanto de los individuos como del grupo (V. Reflexiones sobre educación, Dr. Arnoldo Mora, La República, abril. Todo ciudadano, como miembro de la comunidad nacional, es virtual responsable del sistema de educación; participa en él de muchos modos. En efecto, el Estado crea sus propias metas; la Escuela las asume, se consagra a ellas, y las ofrece a cada nueva generación y a cada miembro de esta, como compromiso moral libremente aceptado. Por esto hemos dicho que la Escuela es el agente primario por naturaleza de la práctica y profundización de la vida cultural global del Estado democrático. Por tanto, si nuestro sistema nacional de educación está en crisis es porque nuestro régimen democrático como un todo padece oscurecimiento, confusión y acaso pérdida de sus metas, valores y tradiciones.
Así se explica la preocupación cívica generalizada por la crisis que atravesamos.
Yo considero, para abrir estas reflexiones, que así como don Mauro respondió como libe visionariamente a los retos de su tiempo, los líderes de los partidos de nuestro tiempo debemos empezar por incorporar a nuestra voluntad política de cambio ante el siglo XXI un sistema de meta que declare, precise o establezca los fines del Estado que queremos, y que dote, por eso mismo, a la educación nacional de plenitud de significado y nuevas funciones. q lc e S e d е 1 La educación costarricense Ese es el reto: retornar a una historia tallada con sangre, violencia y muerte o encarar el futuro en un marco democrático moderno, de pleno respeto a los derechos humanos.
La Panamá que nos rodea no solo es nuestra. Tenemos la responsabilidad de crear una patria ejemplar, dig.
na de heredarla a nuestros hijos. De no ser así, serán esos hijos los que, en el futuro, tendrán que lanzarse a las calles para acabar con una dictadura, nacida de nuestra desidia.
Por eso apelo a la conciencia cívica de mis compatriotas, para que nos unamos tras la bandera Panameña, como lo hicimos en la Cruzada Civilista formando un frente indestructible para asegurar la supervivencia de nuestra patria y sus instituciones democráticas, en un clima de paz, justicia y amor. No con venganza, odio y rencor.
Manifestémonos en las calles, en las casas, en las iglesias, en los clubes cívicos, en la Cámara de Comercio, en fin, unámonos y, con el favor de Dios, salvemos la Patria y así habremos salvado a Panamá.
Para ello, los invito a participar en la marcha por la unidad nacional pro democracia que partirá del Parque de las Madres, y terminará en el Parque Cervantes, el sábado de abril a las 10:00 de la mañana.
Orlando de La Guardia Céd. 110 81 Mala influencia Recientemente leí en una revista, que en una encuesta realizada en el Ecuador por la Organización Internacional de Defensa a los Niños, arroja datos alarmantes en cuanto a la influencia de la televisión en nuestros niños. Por su pésima programación, va restando su capacidad estética, imaginativa y creativa; los lleva a un letargo, a un adormecimiento de cuerpo y de pensamiento, y a una gestión de sorpresivas apetencias violentas.
Yo, como ciudadano y padre de familia, opino que en Costa Rica nos está pasando igual, los canales locales se han dedicado a proyectar películas nocivas y sucias, he visto con alarma la gran pornografia que hay en películas a tempranas horas.
Rafael Campos Zumbado Céd. 041 232 Reglamento sobre tenencia de perros El considerando de este decreto es muy claro, y se refiere a las amenazas que los ciudadanos afrontamos por la tenencia y reproducción de perros de las razas American Pit Bull Terrier, American Stafford Shird Terrier; y sus cruces. Yo le hubiera agregado: y similares. pensando en otros perros de raza grande, que en cualquier momento también pueden ser agresivos.
El Artículo 2º, sin embargo, generaliza, y dice, entre otras disposiciones, la siguiente: se permitirán perros en la calle, solo con correa y bozal. Se imaginan ustedes mi perrita Chihuahua miniatura con bozal. Para qué bozal en esta clase de perros, y otros de raza pequeña, que no representan ningún peligro para los ciudadanos? Lo peor es que su incumplimiento autoriza el decomiso o sacrificio del animalito, según el Artículo 30.
Francisco Salas Araya Céd. 075 671 Orotina WILLIAM GARBANZO VARGAS Consenso mínimo para el cambio educativo Con frecuencia escuchamos hablar de la crisis general del sistema educativo. Se analizan los resultados obtenidos, especialmente a partir de 1970, y se hacen sinceros llamados a la reforma.
Una y otra vez se resalta el fracaso de las reformas educativas emprendidas por los diferentes gobiernos y hasta se añora el esplendor de la educación de los viejos tiempos, pero casi nuca se hacen propuestas viables.
Pienso que la mayoría de estos llamados carecen de profundidad y ubicación histórica adecuadas. Son demasiado coyunturales. Creo oportuno señalar que la crisis es un proceso permanente, la crisis es la manifestación del movimiento histórico de la sociedad.
Ciertamente, cada vez hay un abismo mayor entre los objetivos del programa y los verdaderos resultados alcanzados por los egresados. También hay una fuga, acrítica, hacia las empresas de la educación privada.
Igualmente, las reformas educativas de los últimos decenios, pese a las buenas intenciones, no han logrado transformar radicalmente el sistema. Además, cada nuevo Ministro de Educación se considera llamado a grabar su nombre junto a los grandes reformadores de la educación patria. Al abordar cualquiera de los ejes de la vida de nuestro país debemos partir necesariamente de su origen. No podemos olvidar, por oportunismo o por ignorancia, que somos el producto de la más sangrienta guerra de conquista jamás emprendida. Las secuelas terribles de esta invasión nos marcan constantemente y nos lanzan al torbellino de la permanente negación de las raíces y la seducción por lo extranjero. Este es el síndrome del colonialismo.
En cuanto al Sistema Educativo, recordemos que, durante la época colonial, dependía del clero, y su propósito implícito era la destrucción de la cultura autóctona.
Con la Indepedencia y la construcción del Estado nacional, se inicia la creación de un sistema educativo laico que logra indudables éxitos, eso sí, en el marco de una educación elitista de la cual está excluida la mayoría de la población. Esta situación se prolonga casi sin alteraciones hasta 1948. Con el triunfo del proyecto figuerista, el sistema educativo llega a todos los sectores de la población, pero el crecimiento cuantitativo no está acompañado por la calidad.
Nos encontramos con una educación a dos velocidades: simbolizada por las diferencias existentes entre la Escuela Pe.
rú y la Escuela del Valle de Punta Burica. Las razones. muchas, y perfectamente comprensibles para quienes puedan entender la dinámica de esta sociedad.
Esta educación a dos velocidades es la madre natural de la realidad educativa actual: una educación pública en decadencia y una educación privada en ascenso.
Porque es cierto que la educación pública ya no puede pertechar a los educandos con los conocimientos mínimos enunciados en los programas. Cómo resolver esta situación? Por supuesto que nadie puede arrogarse respuestas de finitivas. Es más, nadie las tiene.
Pero es indudable que, considerando la situación política nacional y sus posibles tendencias evolutivas, debería buscarse un consenso mínimo para impulsar un proyecto educativo nacional que no sufra las ocurrencias de cada cuatro años, incorpore los avances de la revolución científicotécnica al quehacer educativo, y elimine los contenidos programáticos obsoletos. Este consenso mínimo debe tomar en cuenta, como es lógico, todo el abanico de fuerzas existentes en el país.
La reconstrucción del sistema educativo solo será posible con la participación efectiva de los padres y madres de y familia, los educadores y los estudiantes.
No más reformas impulsadas desde las alturas e impuestas autoritariamente, que además llegan muy diluidas a las aulas y son aplicadas con el necesario escepticismo por quienes sabemos de su provisionalidad. La educación, realmente, es una responsabilidad de todos.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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