LA REPUBLICA GALERIA EN CASA Sección MAYLEN BRENES LA REPUBLICA Fruta de la nobleza abrosa y perfumada, su sabor la distingue y la coloca en uno de los sitios privilegiados entre las frutas tropicales. La piña es una verdadera tentación, que puede combinarse con toda clase de alimentos. Su origen se remonta al siglo XVI cuando Juan Léry la descubrió en Brasil; posteriormente pasó a Inglaterra y no fue hasta en tiempos de Luis XV, cuando se cultivo por primera vez en Francia, donde se la veía en los grandes jardines reales y en las mesas de algunos grandes señores. Para los europeos, la piña era sinónimo de perfección, finura, exquisitez y fue el símbolo exclusivo de hospitalidad de la nobleza.
Por un error se le llamó piña, pero su verdadero nombre era ananás, que en el lenguaje guaraní y en su sitio de origen significa fruta exquisita. Para los pueblos precolombinos fue parte importante de su alimentación, y la cultivaban cuidadosamente en hileras de sus jardines y además la valoraban por sus poderes medicinales.
Para despedir a los muertos se preparaba la chicha de piña, con el fin de que esta bebida acompañara al difunto en su largo viaje hacia la eternidad.
Para el filólogo Alfonso López Martín, el nombre correcto de la piña es ananás sativus que proviene de la familia de las bromeliáceas. En España, la piña costarricense se ve en los principales comercios de la alimentación, entre ellos el Centro Alimenticio de Corte Inglés e Hipercor. señaló López.
Estas jugosas frutas son producidas por una planta anual, de unos 60 cms. de altura, de hojas largas y puntiagudas, con bordes orlados y flores de color azul, que llevan un airoso penacho llamado corona, en la extremidad superior. El fruto tiene la forma de una piña de pino, semejanza que ha dado a este fruto el nombre de piña de América.
Se cultiva principalmente en los países tropicales, en sitios húmedos y frescos; presenta hasta cincuenta variedades, desde la llamada ananás común o de Martinica hasta la ananás de Jamaica.
Es rica en vitamina C, calcio, hierro y fósforo, ayuу da a eliminar las impurezas del organismo, alivia las enfermedades de la boca y de la garganta y también faciy lita la digestión de las grasas y productos ricos en proteínas, como carne, pescados y aves, gracias al alto contenido de celulosa que posee, por lo que es particularmente indicada para quienes aspiran a tener una piel perfecta. Su jugo es aperitivo, evita infecciones intestinales, actúa como buen tónico cerebral, especialmente para las personas de temperamento bilioso y neurasténicas, que padecen de agotamiento y pérdida de memoria.
Es recomendable para aquellos individuos que padecen artritis, hidropesía y anemia.
Aun bien madura, se conserva en perfectas condiciones en la nevera hasta cuatro semanas y, además, la piña enlatada es ideal en la preparación de postres y dulces variados.
La piña, esa fruta jugosa y de hojas puntiagudas, se cultiva principalmente en países tropicales, húmedos y frescos. La República)
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