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PRENDAMOS con REPUBLICA Martes 15 de noviembre, 1994. La República 6C La caza de la ballena ntaño, después de una larga búsqueda, en que el barco ballenero y la tripulación andaban meses y meses entre el azul del mar del cielo, aparecía por fin la ansiada la ballena.
a. Ballena a la vista. gritaban.
Entonces los cazadores iban a su encuentro montados en frágiles embarcaciones movidas con remos. Como el arpón se tenía que lanzar cerca del animal, había que ser muy valiente para dedicarse a esta tarea, pues la ballena, cuando se sentía herida, atacada con fuertes coletazos, embestía las embarcaciones o bien se sumergía con el doloroso arpón clavado, haciendo vivir momentos de incertidumbre a los cazadores quienes temían que, al salir a la superficie, los volcara.
Cuando andaban con suerte, la ballena se rendía agotada, entonces se pasaba a otra operación no menos peligrosa; había que rematarla. Moribundo, el cetáceo aún podía dar un coletazo mortal. Así andaban los cazadores de ballenas de antaño por los mares del mundo enfrentándose casi siempre con la muerte, hasta que en el año 1867, la situación cambió por completo con la invención del cañón que lanza arpones explosivos. partir de esa fecha, se pueden cazar estos gigantescos animales disparando desde el barco ballenero. una vez muerta la ballena, es llevaba allí por las barcas que ayudan en la tarea de llenarla de aire para que flote mejor.
Actualmente se utiliza el radar y la radio, para localizar la caza con más facilidad. ahí no acaba. Otro adelanto es el arpón provisto de un hilo especial, por el cual, una vez clavado, se envía una corriente de alta tensión que mata la ballena instantáneamente.
Hoy los barcos balleneros se han convertido en verdaderas fábricas donde los cetáceos son procesados para la obtención de la carne y la grasa, que luego se almacena en bodegas.
Pero todo esto ha contribuido también a po para evitar que la especie des parezca, a pe historias en que los cazadores de ballenas haner la ballena en peligro de extinción. Cada sar de que no en todos los lugares disponen cían derroche de habilidad y valor han ido yez abundan menos, a pesar de las medidas de tales adelantos, y a pesar de que las viejas quedando para los filmes y los libros.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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