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LA REPUBLICA. Domingo 22 de febrero de 1987 29 Oncidium Atropurpureum muy COmún en las zonas bajas y calientes de Costa Rica.
al e o a in Catleya Aurantiaca muy común en Centroamérica e ar ¿Un moscardón. un ser extraterrestre?
No, una orquídea de la zona de Turrialba.
El mundo de las orquídeas Dentro de ese patrón general hay una increíble diversidad de tamaño, forma, color, aroma y posición en el tallo floral.
Las plantas pueden medir desde medio centimetro hasta 35 metros y en algunas el tallo aéreo o pseudobulbo puede alcanzar hasta 10 metros. Las flores, por su parte, pueden extenderse de unos pocos milímetros las más pequeñas hasta unos 60 centímetros las más grandes.
Las hojas, generalmente más largas que anchas, pueden ser delgadas o gruesas, duras o blandas, ceruleas o sedosas, aterciopeladas o rugosas. Los pétalos presentan realmente todos los colores del espectro y combinaciones de ellos: blanco, verde, púrpura, lavanda, azul, marrón, anaranjado, amarillo, rosado, crema, rojo, salmón. pero pese a rumores que han circulado, no se conocen orquídeas negras; producirlas es el gran reto de los orquideólogos. Cuando mucho, se ha logrado encontrar orquídeas que bajo ciertas condiciones de iluminación, parecen negras por una ilusión óptica. Tal es el caso del epidendrum Cochleantum de color verde con tonalidades púrpura oscuro. Aparte del color de sus pétalos, contribuyen a la belleza de las orquídeas los dibujos que presentan en forma de manchas, líneas, puntos o estrías dispuestos en diseños caprichosos de un artístico surrealismo.
Con respecto a la forma de sus flores, no existe otra familia de plantas que presente tan rica variedad: semejan mariposas, avispas, arañas, cisnes, bailarinas, escorpiones, reptiles, aves, monjas, crucifijos y prácticamente toda forma que pueda imaginarse. Esa enorme riqueza de formas se manifiesta y prueba con los incontables nombres vulgares con que se conocen las diferentes especies: torito, mariposa, conchita, chapulín, Cruz de San Juan, monja blanca, cabeza de Víbora, para citar unos pocos ejemplos.
Las orquídeas despiden también aromas de todo tipo: heliotropo, miel, anís, canela, vainilla, almendra, limón, violeta y unas pocas, olores fétidos.
Todo esto, lo tienen las orquídeas para atraer los insectos que deben fecundarlas polinizándolas para que puedan reproducirse. lo largo de millones de años de evolución, la selección natural hizo prevalecer a aquellas especies que poseen señales de atracción más claras para llamar la atención de los polinizadores. O en vano se llama a la orquídea la Reina de las Flores, por la belleza de sus formas, sus colores y sus aromas.
La familia de las orquídeas cchidaceae en términos botánicos es de una diversidad casi infinita: comprende cerca de mil géneros y más de 30. 000 especies naturales, aparte de casi 60. 000 híbridos, o combinaciones de dos o más especies, tanto naturales como logradas por los floricultores orquideólogos. Sólo en Costa Rica se conocen cerca de cinco mil especies que crecen naturalmente en bosques y praderas y más de 10. 000 híbridos naturales o producidos por floricultores.
Muchos de estos híbridos importados de Estados Unidos, Europa, Filipinas o de Asia.
Aunque generalmente se considera a la orquídea como plantas exclusivas de las regiones húmedas y calurosas cercanas al Ecuador el 80 son en realidad tropicales o semitropicales se las encuentra por todas partes. En Costa Rica hay orquídeas naturales desde las costas secas o húmedas de nuestro litoral hasta la cima del cerro Chirripó y los más altos volcanes. No todas las orquídeas crecen y medran sobre los troncos de los árboles, como comúnmente se las representa. Hay especies que crecen sobre rocas, en el suelo o sobre cactus o pudrideros de materia orgánica.
Estas decenas de millares de especies, sin embargo, tienen un denominador común: todas son fanerógamas y monocotiledóneas. Todas son plantas perennes que no mueren una vez que han producido semilla para su propagación. Otra característica es que sus flores tienen tres sépalos y tres pétalos, uno de los cuales crece más que los demás y adquiere forma de labio, por lo que se llama labelo. Está dispuesto de tal suerte, que sirve de campo de aterrizaje para los insectos que transportan el polen para su fecundación, o bien puede tener forma de tubo que desemboca en la columna donde están situados los órganos reproductores.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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