Guardar

REVISTA DOMINICAL Editor: Carlos Vargas Gené La República su yerno. Pero los tres tuvieron que salir de la ciudad para escapar a sus acreedores, en tiempo en que las deudas en Inglaterra eran consideradas un delito penal, y se castigaba severamente.
ni a Eventualmente lograron instalarse en una villa campestre, y entonces Amelia puso un aviso anunciando un servicio de cuidado, en los códigos precisos para que la actividad no fuera descubierta a la policia.
Pronto comenzó a recibir trabajo, principalmente de gente que no podía hacerse cargo de sus hijos, madres solteras o niños que habían sido abandonados inmediatamente después de nacer y eran colocados a su cuidado por personas caritativas que no los podían sostener por si mismas. Amelia los aceptó a todos.
BS HO SO nnn e0ofLas mujeres más pérfidas de la historia crónica de la época victoriana en ocasiones se topa con el nombre de Amelia Dyer y recuerda cómo se solía mencionarla para asustar a los niños cuando se portaban mal. Ella era en realidad una nodriza, pero de un tipo muy especial, pues se especializó en eliminar niños no deseados por sus familias, que eran puestos a su cuidado.
Durante 20 años ese verdadero monstruo. desarrollo su macabra actividad en la ciudad inglesa de Bristol y sus alrededores. En una granja se hacía cargo de los niños por un tiempo de indefinido. Los padres que no tario querían tenerlos a su cuidado le Hente pagaban sumas de dinero y pocerddian recuperarlos después si querían, por lo menos en teoría.
Comenzó trabajando como kom comadrona, y ocasionalmente St. Se ocupaba de cuidar ella misma stavo a los niños que ayudaba a traer al mundo. Pero pronto descubrió Una nodriza para eliminar niños En 1896 unos pescadores en el río Támesis atraparon una bolsa de color marrón atada a un ladrillo para mentenerla en el fondo. Horrorizados descubrieron que contenía el cadáver de un bebé estrangulado. Pronto descubrieron otros dos en el mismo río.
Por una inscripción en una de las bolsas, un error fatal de la asesina, la policía pudo descubrirla fácilmente y la arrestaron.
Amelia intentó suicidarse un par de veces. La búsqueda en el río permitió descubrir cuatro cuerque el negocio de las granjas, pos más.
donde la paga estaba asegura Con tal cinismo, la asesina da, era bastante más lucrativo aseguraba que a los míos los que su actividad podrían reconocer por la cuerda Esas granjas abundaron du que utilizó para estrangularlos.
rante la época victoriana, a pe Según ella misma afirmó, ni su sar de que su proliferación es hija ni su yerno tenían conocitaba expresamente prohibida por miento de su actividad, y ellos la ley. Las mujeres que las se convirtieron en los principales regentaban cuidaban a los niños testigos acusadores.
no deseados y eran pagadas por La hija relató que en una un tiempo. Frecuentemente las ocasión la desaparición de los madres verdaderas nunca retor bebés le extrañó mucho y tamnaban a reclamarlos.
bién el hecho de que su madre Al plantearse el negocio acarreara las bolsas marrones Dyer comprendió que mientras extrañamente pesada. según más niños tuviera en su granja, testimonió el yerno.
más dinero ganaría. Al parecer, con el tiempo se le presentó el La defensa de Amelia Dyer problema de dónde acomodar a argumento demencia como la ratantos infantes, y con qué ali zón de los crímenes, pero los mentarlos sin que disminuyeran acusadores destacaron que ella sus ganacias.
cometió los asesinatos con el claro propósito de obtener gananSu primer experimento fue cias monetarias, partiendo de un (Mc.
Bakit Fiscal Por James Whiteman, exclusivo para La República El negocio de cuidar niños era para ella un medio de vida, pero significaba la muerte descubierto y clausurado. Ella plan friamente concebido para para sus pupilos.
fue encarcelada por un corto lograrlo. En junio de 1896 fue tiempo y luego vivió con su hija y ahorcada. ALA)
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

    Notas

    Este documento no posee notas.