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18 LA REPUBLICA. Jueves de abril de 1987 EDITORIAL PENTAGRAMA El caso Elizalde y la Constitución Política Este es un país de modas extravagantes. De modas que se imponen con escandaleras, con alharaca, con bombos y platillos. Aquí para inflar globos. se echa mano a cualquier artilugio que sople aire, y para concretar experiencias sofisticadas, nos pintamos solos.
En esta tendencia, dentro de esta proclividad, hemos tenido una amplísima tradición de convertir diablillos en arcángeles, enanitos en gigantes, dundos en sabios, cabos en coroneles, quitapesetas en genios económicos, gritones en diputados, revuelcalbóndigas pueblerinos en políticos de fuste y sonajas, en figurones.
Antes un Presidente mandaba, para bien o para mal del país, sin muletas, y si necesitaba consejo, lo pedía de gratis. a sus amigos más sabios. Ese fue Casorla para Ricardo Jiménez. Vargas para Mario Echandi. Dengo y Mario Quirós para Orlich. no vale seguir con la historia.
Por haber sido burdamente contaminado abstenerse de hacerlo. En el caso del ejemcon intereses electorales, el caso del filipino plo que nos acusa, a esa persona el Estado Manuel Elizalde se convirtió en tema esca le impide presentarse al juez de la causa broso para ser tratado públicamente. No obs para declarar. Al acusado se le impide de esa tante, acontecimientos ocurridos en los últi manera defenderse y al juez se le imposibilita mos días obligan a referirse a él en forma tan hacer justicia. Esta situación no debe darse gencial, porque a su alrededor han surgido en un país civilizado cuya vida debe estar situaciones que tenemos por graves, y que, a ajustada a Derecho.
nuestro particular criterio, pueden significar un debilitamiento inaceptable de principios referido a todas las personas sin excepción y El artículo 39 de la Constitución Política, básicos, tenidos por la Constitución Política no sólo a los costarricenses, garantiza el decomo garantías individuales, y consagrados universalmente por la declaración de Dere recho de defensa para todos los indiciados, que lo son todas las personas que hayan sido chos Humanos.
Se presentó, en el caso Elizalde, una Defensa está también contenido en la Declaacusadas o denunciadas. Ese Derecho de situación claramente contradictoria: el Estado ración de los Derechos Humanos.
lo acusó ante los tribunales represivos por cuanto, en su criterio, cometió delito. Pero el El cánon constitucional 40 garantiza que mismo Estado no le permite regresar al país todos. así, sin excepción, ocurriendo a las para velar por su defensa, actitud que asume leyes han de encontrar reparación para las después de haberlo expulsado del territorio, injurias o daños que hayan recibido en su hecho que produjo con algún subterfugio, persona, propiedad o intereses morales. Napero ese fue el resultado real de la situación die osaría pretender que someter a una del momento.
persona al estrépito de un juicio represivo no Proponemos, para examinar lo ocurrido implica un agravio para ella, si es inocente.
con objetividad, eliminar los nombres propios Otro principio fundamental señala que toda y suponer que la persona que está en este persona se reputa inocente si un Tribunal, por momento en esa situación es cualquier otra, sentencia firme, no declara lo contrario.
no Elizalde, cuya defensa ni queremos asu Acusar a una persona, impidiéndole desmir ni nos interesa, aunque estemos dispues pués su defensa, es tan grave y peligroso tos a no bonificar con nuestro silencio una como impedir a un Tribunal condenar a un situación que estimamos violatoria de princi culpable, si ese es el caso, o hacer justicia en pios constitucionales.
todos ellos.
Partamos de una base procesal bien co Al margen de la situación concreta prenocida: iniciado un juicio penal, sólo puede sentada con Elizalde, conviene meditar en lo concluir con una sentencia, ya sea absolu que aquí se dice, porque a Caro Quintero, toria, condenatoria o de sobreseimiento. Para también lo hurtaron de la jurisdicción y compeque tal sentencia se produzca se requiere, tencia de los tribunales, en lo que puede ser fatalmente, que la persona acusada haya com el surgimiento de una tendencia que sentiparecido ante el Tribunal que la juzga, a mos debemos enfrentar respetuosa pero rerendir declaración o a ejercitar su derecho de sueltamente.
Hasta hace poco tiempo Costa Rica no tenía como moda asesores presidenciales. Antes bien, algunos presidentes, cuando se vieron de cabeza metidos en conflictos serios, llamaron como consejeros a otras figuras públicas que habían ocupado la presidencia. Hubo asi consejo de notables. en repetidas ocasiones.
Luego aparecieron los asesores y algunos presidentes comenzaron a creer a sugestión es peligrosa que no podían hacer nada sin tener un roncante, esplendente y costoso equipo de asesores al lado suyo.
Hay que reconocer que el único Presidente que tuvo asesores de nombre, porque nunca se dejó asesorar y tomó las decisiones de sumo ejecutivo a su entera responsabilidad, fue Rodrigo Carazo. Se le quiso alguna vez adicionar un cerebro tras el trono. pero esos fueron cuentos y pan pintado.
Ahora, con la aparición de la estructura cupular, estratosférica, cósmica y todopoderosa que se llama Colina 000 nombre que vendría muy bien para algún planeamiento guerrillero, sobre un mapa topográfico, Costa Rica se convierte en un país donde al Presidente se le dota de elementos presuntamente infalibles. Por lo menos eso se desprende de la teoría. Colina 000 será el Alfa y Omega del Presidente Arias.
Previo a tomar cualquier decisión, los colineros tendrán que avalarla, examinarla, analizarla, pulirla, adobarla y cocinarla, para que cuando escape de nuevo de sus manos a las del Presidente, en lugar de una decisión resulte una conmoción.
Con estas cosas, que costarán millones y millones de colones a un país que anda desesperado buscando millones y millones según se dice para solventar verdaderos problemas económico sociales, para que seguir tartamudeando demagógicamente en aquello de la disminución del gasto público. Que nos lo conteste el jefe supremo de la Colina 0001.
SEGUN LAS ESTADISTICAS EL COSTO DE LA VIDA SOLO AUMENTÓ EN 63 ¿N OYE?
LLEVEMOSLA DE COMPRAS CON NOSOTROS La República Publicado por Editorial La Razón, 63 Director Vicepresidente: Lic. Joaquín Vargas Gené Gerente General: Enrique Odio Herrera Subdirector: Yehudi Mones tel Arce Subgerente General Luis Guillermo Holst Quirós Jefe de Redacción: Luis Cartín Sánchez Gerente de Mercadeo Coordinación Randall Arias Molina Gerente de Producción: Ricardo Lang Alvarado Gerente de Circulación Fernando Badilla Chamberlain Central telefónica: Publicidad: 23 02 66 22 28 14 22 92 15 23 05 60 23 00 76 23 06 44 Cobros: 23 06 96 21 04 29 23 04 37 Suscripciones: 23 88 85 23 00 22 Apartado: 2130 1000 Télex: 2538 Las publicaciones en este tipo de letra son pagadas Impreso en los falleres de Editorial La Razón.
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