LA REPUBLICA. Lunes 13 de abril de 1987 39 CAMPO PAGADO LA OPINION PUBLICA El día jueves del mes en curso se cerró el recibo de las ofertas para la compra de la sociedad ATUNES DE COSTA RICA propietaria del barco atunero COOPEATUN el cual perteneciera a la Cooperativa COOPEATUN formada por pescadores puntarenenses.
Volviendo atrás y revisando los antecedentes de esta licitación pudimos comprobar que esta tiene su origen en la quiebra de la Cooperativa antes mencionada, la cual fue propietaria de los barcos atuneros Coopeatún ly Coopeatún II, los cuales fueron adquiridos con gran esfuerzo de los pescadores puntarenenses y de la economía del país.
Al quebrar dicha Cooperativa, CODESA asumió sus deudas, para lo cual constituyó la empresa ATUNES DE COSTA RICA la cual arrendó el barco Coopeatun Il durante varios años a una enpresa venezolana, la cual estuvo disfrutando de los beneficios del patrimonio costarricense durante largos años, pagando un arrendamiento intimo en comparación con su rentabilidad El barco Coopeatún I, fue abandonado durante tres años por Atunes de Costa Rica en Punta Morales, lo cual ha hecho que sufriera grave deterioro y no produjera beneficios para el país.
En vista del acuerdo entre el gobierno de Costa Rica y el gobierno de los por medio del AID, se procedió a la venta o traspaso a manos privadas de las empresas de CODESA, entre las cuales se encuentra Atunes de Costa Rica y por tanto ambos barcos pesqueros, para lo cual CODESA publicó un cartel de licitación pública y al efectuarse dicha licitación, la venta le fue adjudicada a ATUN CA de Venezuela. la hora de cerrarse la venta, surgió el problema de una deuda que Coopeatún había adquirido con la empresa Star Kist Food Inc. de California por una suma de dinero que no llegaba a los 400. 000, 00 dólares y que con el transcurso del tiempo debido a los intereses y otros cargos legales llegaba a la suma de 600. 000, 00, cuyo pago reclamaba dicha empresa de inmediato, bajo amenaza de ejecutar el remate del banco Coop atún 11 sobre el cual había decretado embargo.
En vista de lo anterior y ante la amenaza de la Star Kist de cumplimiento inmediato de la obligación, la adjudicación de la licitación efectuada por CODESA a la empresa venezolana no se pudo llevar a cabo y Atunes de Costa Rica tuvo que entregar, casi a manu militari el Coopeatún Il a la Star Kist, con lo cual Costa Rica perdió parte de su patrimonio y de su iniciativa en la empresa pesquera del atún, lo cual representaría un ingreso enorme a nuestra economía, puesto que nos encontramos dentro de la zona marítima privilegiada para la pesca de dicho producto.
Ahora bien, debido a la intransigencia de la Star Kist, y al mal manejo del asunto; conforme al Convenio Firmado por el Gobierno y el AID, la empresa Atunes de Costa Rica pasó a manos de FIDUCIARIA DE INVERSIONES TRANSITORIAS FINTRA. empresa formada con el capital donado por AID para la disolución de CODESA y que tiene la obligación de adquirir los bienes que no adquiera la empresa privada en las licitaciones de CODESA y luego traspasarlos al sector privado.
FINTRA en ejecución de sus políticas, sacó a remate la sociedad Atunes de Costa Rica o la embarcación COOPEATUN I; licitación que se cerró el jueves próximo pasado y se procedió de inmediato a la apertura de las ofertas.
En dicha licitación participaron dos empresas venezolanas entre las cuales se encuentra Atún CA que ya participara una vez en este negocio, dos empresarios norteamericanos particulares y dos empresas costarricenses integradas con capital extranjero, una subsidiaria de la Star Kist Food Inc. y otra de una empresa de California dedicada a la fabricación de redes para la pesca y para la industria que tiene todo el sano interés de establecerse en Costa Rica y dedicarse a la fabricación de redes que son y muy necesarias para nuestra industria pesquera y a la pesca del atún bajo nuestra bandera y con personal costarricense. Bajo esos antecedentes, la Junta Directiva de FINTRA tiene la responsabilidad de hacer la elección de la mejor oferta para el país, no solo tomando en cuenta el ingreso de dinero, sino primordialmente el beneficio social y económico que ello represente, ya que si bien el dinero que el AID pagó a CODESA es una donación de los esta donación es para el beneficio del pueblo costarricense y para mejorar su economía y no para que indirectamente, países con mejores recursos que el nuestro disfruten de ese beneficio; para tal efecto FINTRA debe tomar en cuenta los siguientes aspectos: El precio de compra no debe ser primordial, pues si bien este se reintegra a la economía del país; si el barco se queda en el país representaría un ingreso constante de divisas y una fuente de trabajo para nuestros pescadores. Si bien es cierto, la mayoría de los oferentes ofrecieron establecer en Costa Rica una planta procesadora de atún, y uno de ellos, hasta dedicarse a la pesca de camarones, consideramos que dicha propuesta debe ser cuidadosamente analizada, puesto que si dicha planta se establece respaldada por un capital extranjero fuerte, podría ser la causa de la quiebra de empresas dedicadas desde hace muchos años a dicha industria, tal como la Compañía Enlatadora Nacional Atún Tesoro del Mar) y Sardimar, con lo cual se causaría más perjuicio que beneficio.
Además debe tomarse en cuenta la seriedad de tal oferta y si está respaldada por documentos dirigidos a nuestras autoridades en tal sentido o solo es una propuesta tendiente a tocar el patriotismo de los miembros de la Junta Directiva de FINTRA, puesto que luego dicha institución no tiene el poder legal para obligar a su cumplimiento. También debe tomarse en cuenta que el barco quede en el país, puesto que es patrimonio nacional y el principio de nuestra industria pesquera del atún. Consideramos que es conveniente que se considere la posibilidad de atracción de capital ligado a la adjudicación del barco, que represente el establecimiento de una industria nueva en el país y que se dedique a la fabricación de productos necesarios para nuestra economía y sobre todo para nuestra industria pesquera.
Por las anteriores consideraciones es que un grupo de costarricenses ligados a la actividad pesquera, hemos seguido muy de cerca el destino de los barcos, que representaron la ilusión de un grupo de pescadores de atún nacionales, de establecer dicha industria en nuestro país; cansados de dejar su esfuerzo y sudor a empresas extranjeras y con el sano deseo de y atraer divisas para el país; y solicitamos muy respetuosamente a los responsables de la decisión final, no dejarse impresionar con la posibilidad de un ingresu whicdiato de una gran cantidad de divisas por una soia vez, si a cambio sacrificamos nuestro patrimonio nacional y una fuente constante de divisas y trabajo para nuestro pueblo.
Firma Responsable: GERARDO MIRANDA RUIZ Cédula 073 742 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.