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REVISTA DOMINICAL Editor: Carlos Vargas Gené La República Latacante mexicano del Real Madrid quiere dejar al famoso club español no por dinero ni por motivos técnicos: tiene problemas con el público que considera a Emilio Butragueño como al único ídolo.
Cortejado por equipos españoles e italianos.
Una ley boomerang.
Sánchez, por la propia libertad, ofreció más de un millón de dólares. El Real Madrid repuso que quiere no menos de seis millones. Acabaran de todos modos por ponerse de acuerdo, acaso sin terminar en un tribunal. Se adelantó un dirigente del club Universidad de México.
Podría formalmente comprar al jugador para cederlo luego de inmediato a quien Otelo indique. Una fórmula que parece ha sido sugerida justo por el Real para superar el vacío que implica el adiós del jugador.
Varmalat LA LEY DE LA JUNGLA Especial de Juan Vallejos Para el Real Madrid es un problema serio, justamente en la etapa final de la temporada futbolística. Por otra parte, el Club no puede lamentarse excesivamente. Ha sido justamente el Real Madrid el que inauguró esta ley 1006: le quitó al Atlético el arquero más prometedor, Llorente, por apenas 400. 000 dólares.
Sin embargo, la ley, cargada de buenas intenciones, corre el riesgo de convertirse en la ley de la jungla.
El centrodelantero mexicano del Real Madrid, Hugo Sánchez. Graduado en medicina y especialista en odontoiatria, tiene 28 años.
Hugo Sánchez está celoso del Buitre Butragueno Una de las últimas for maciones del Real Madrid: el mexicano Hugo Sánchez está en al centro del quinteto de jugadores agachados, compuesto tambien por Butragueño (el primero a la iz quierda. Juanito, Valdano y Vázquez. las mil historias del fútbol (patéticas, dramáticas, económicas, escandalosas, estafadoras, fascinantes. la de Hugo Sánchez, que quiere irse del Real Madrid, es totalmente nueva.
Merece ser comparado con la ópera lírica.
Es Otelo sin muerte final. Sánchez, mexicano, 28 años, goleador este año, máximo goleador el año pasado, máximo goleador hace dos años, pretende cambiar de equipo no por dinero (gana cerca de 600. 000 dólares por año, más el suelo, los premios y también las asignaciones familiares por los dos hijos. y ni siquiera por desilusiones deportivas, porque es titular indiscutible, la camiseta del fascinante número jamás se la discutió nadie; y tampoco por motivo disciplinarios, ya que es puntual, ordenado y no tiene pajaritos en la cabeza.
Hugo Sánchez quiere irse del equipo tal vez más célebre del mundo, por celos.
Su Desdémona es un monstruo de cien mil cabezas: tantos son los espectadores que normalmente ocupan las gradas en el estadio Santiago Bernabeu. Jago es Emilio Butragueño, el Buitre. el atacante tímido, prestidigitador de la pelota. Para los hinchas del Real madrid, Butragueño es tal como era en una época Gary Cooper para el cine. Hugo Sánchez está celoso, celosísimo. Quiero triunfar dice y en el Real Madrid no triunfo.
Por esto quiero irme. Dónde. Barcelona, a Milán (Inter. a Turín (Juventus. a Roma? Veremos. Mientras tanto, fuera de aquí.
En la cancha, los celos de Hugo Sánchez por el Buitre jamás se advirtieron. El mexicano siempre colaboró honestamente, ninguno puede reprocharle nada. JAGO OTELO Soy casi perfecto. dice el mexicano sin falsas modestias y no se me valoriza bastante. Quiero irme. Dejó a todos boquiabiertos. Alguien del público, cuando la cosa se supo, lo insultó. Pero las protestas acabaron pronto porque Hugo Sánchez, que con zapatillas de fajina en los pies es muy serio, siguió jugando, y bien. continuó haciendo goles este novel Otelo.
La irrupción de la ópera en el mundo del fútbol fue posible gracias a una ley que existe en España (creemos sólo aquí. la ley 1006 de 1985, con base en la cual cada jugador puede recobrar su libertad cuando lo desee, basta que pague. Es una ley que, entendámonos, quiere equiparar al futbolista con cualquier otro trabajador. Antes de esta ley, los jugadores eran esclavos de oro.
Después de esta ley, sin embargo, pueden convertirse en déspotas, los contratos sin valor. Es cierto que los clubes están buscando reparo, fijando, ya en los contratos de prima, fortísimas penalizaciones en caso de recisión de los mismos. Pero para quien no tiene esta cláusula, y Hugo Sánchez no la tiene, vale la ley de todos: paga y se va. Se trata, es cierto, de ponerse de acuerdo sobre la cifra. Si no hay acuerdo, la cifra la fija el juez (el juez normal, no el deportivo. Dónde irá Hugo Sánchez? Hay quien piensa que fue el Barcelona quien jugó este tiro con los eternos rivales de Madrid. Pero se habla también del Inter de Milán.
Se hacen muchas hipótesis. Hugo Sánchez no se altera. Sólo sigue repitiendo: Quisiera que la gente me comprendiera. Pero la hinchada no lo comprende. La pasión por el fútbol tiene un componente tribal y quien va al estadio no quiere ser considerado como un cliente que paga una entrada para asistir a un espectaculo, sino como un fiel que sigue con ardor un rito, en su catedral de gradas. El futbolista, para el hincha, no es realmente un trabajador deportivo: es el oficiante del rito. los oficiantes no entran en las leyes del rey: de otro modo se transforman en herejes.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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