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Cuadraciclos con accesorios de lujo, carros 4×4, remodelaciones, ampliación de acueductos municipales, semillas e insumos para la siembra son algunos de las inversiones en las que se comprometieron cerca de ¢2.200 millones del Fondo Nacional de Emergencias (FNE), a solicitud de las municipalidades e instituciones de la provincia de Puntarenas, en la Zona Sur del país.Alcaldías y entidades públicas de la región han presentado ante la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) una veintena de proyectos que serán financiados con recursos del FNE, aportados inicialmente por la Junta de Desarrollo Regional de la Zona Sur (Judesur).En abril pasado, la aprobación de la Ley de Fortalecimiento del Depósito Libre Comercial de Golfito (Nº 9843) autorizó a Judesur a usar ¢7.250 millones de su superávit. Así, Judesur destinó ¢2.000 millones para atender sus obligaciones con Hacienda y repartió ¢1.500 a las municipalidades de Corredores, Osa, Golfito, Buenos Aires y Coto Brus, para financiar sus gastos contemplando la disminución de ingresos causada por la pandemia.El monto más grande, sin embargo, fue una transferencia a la CNE por ¢3.750 “para la atención de la emergencia nacional en los cantones de influencia de Judesur, en concordancia con lo dispuesto en las distintas fases de atención de la emergencia”.“Podría sonar raro” que Judesur pasara dinero a la CNE para reinvertirlo en su zona de operación, explicó el presidente de la CNE, Alexánder Solís, pero se aplicó esta ruta porque la Comisión puede utilizar mecanismos excepcionales de contratación en el marco de la emergencia, “siempre que estos se relacionen directamente a su atención”.¿Relación directa con la pandemia?La ley que dotó de recursos al Sur puntarenense para la pandemia fue propuesta por el diputado de la provincia, Gustavo Viales (Liberación Nacional). Se transfirieron al FNE dineros que, por ley, deben ser usados estrictamente en la atención de emergencias.
Según la Ley Nacional de Emergencias, las emergencias se atienden en tres fases: respuesta (acciones inmediatas para controlar la situación y evitar más daño), rehabilitación (restablecimiento o fortalecimiento de servicios para estabilizar a la población afectada) y reconstrucción (para que los sistemas de producción de bienes y servicios directamente afectados vuelvan a funcionar).
El Decreto 2227-MP-S, que declaró la emergencia nacional en abril del 2020, agrega acciones para esas fases, directamente relacionadas con el virus. Por ejemplo, para la respuesta: reforzamiento de los servicios de salud, aprovisionamiento de agua, acciones de limpieza profunda y asistencia humanitaria. En la rehabilitación, el decreto incluye ampliar servicios de atención de pacientes. En la última, de reconstrucción, las acciones son para restablecer “condiciones normales de operación de los servicios de salud, así como eventuales tratamientos y procedimientos médicos disponibles según el nivel de los impactos determinados”.Al menos ₡2.200 millones (un 59%) ya están comprometidos en proyectos en Buenos Aires, Coto Brus, Corredores, Golfito y Osa.Por otro lado, el decreto omite acciones de reactivación económica para sectores que fueron afectados, no directamente por el virus, sino precisamente por las medidas de cierres y restricciones para evitar su propagación.Según verificó UNIVERSIDAD, buena parte de los proyectos planteados en el marco de la Ley 9843 son de recuperación económica. La construcción de un Centro Multimodal o la remodelación del Centro de Cultura en Golfito, compra de semillas e insumos para la siembra en Coto Brus u obras en el Parque Marino Ballena, para que pueda permanecer abierto, atienden este tema (ver recuadro: Carros, semillas y terminal de buses para munipalidad que encabeza papá de diputado).A pesar de todo esto, Alexánder Solís sostuvo en entrevista con UNIVERSIDAD que los fondos del FNE son para proyectos “de asistencia humanitaria, asistencia sanitaria o reactivación de la zona, de modo tal que nos permita cumplir los protocolos sanitarios y reactivar lo más pronto posible”.“Lo que pasa es que estamos acostumbrados a ver la institución reconstruyendo puentes y ahora hemos tenido que hacer un ejercicio desde el punto de vista jurídico para priorizar”. Agregó que “estamos frente a una situación donde se tiene que romper el ordenamiento jurídico normal para darle paso a la excepcionalidad, para salvaguardar la vida humana”, dijo.El jerarca entonces explicó que, a pesar de la normativa, es necesario considerar no solo “el impacto directo, sino el secundario y terciario, que son el mayor impacto del COVID-19” y agregó que a pesar de la cantidad de casos y personas fallecidas, el mayor impacto es económico y social. Además de las propuestas de ampliación de acueductos —que en el contexto de la pandemia y el aumento de consumo se quedaron cortos—, la construcción de módulos de atención de pacientes o la adaptación de edificaciones para cumplir protocolos, los proyectos planteados para el Sur incluyen grandes proyectos constructivos, compra de vehículos, semillas y hasta trabajos en una terminal de bus.El padre del diputado Gustavo Viales, proponente de la ley, es Carlos Hugo Viales, alcalde de la Municipalidad de Corredores. En el marco de la emergencia y de esta ley solicitó ¢380 millones para el acondicionamiento de una terminal de buses, que se catalogó como una medida de “higiene y protección”.UNIVERSIDAD solicitó a la CNE el plan de inversión (documento que detalla toda la información del proyecto) de todos los proyectos en trámite. La Oficina de Comunicación de la entidad facilitó nueve de ellos y detalló que aunque estas propuestas se incorporaron al Plan General de la Emergencia, aún no cuentan con un plan de inversión. El proyecto de Viales es uno de ellos.
Rebeca Madrigal, de ese departamento, explicó que cuando las unidades ejecutoras presenten los planes y se aprueben, considerando entre otras cosas el nexo de causalidad, entonces nace el proyecto, que previo a eso está en análisis de prefactibilidad.Se intentó contactar al alcalde Viales —papá del diputado promotor del proyecto que proveyó los recursos— por medio de llamadas telefónicas y mensajes de texto, para conocer más detalles sobre el proyecto y su relación con la emergencia provocada por el COVID-19, pero no respondió su celular y aunque —de acuerdo con el sistema de verificación de la aplicación WhatsApp— vio los mensajes, no respondió.Los otros dos proyectos de mayor valor son la construcción de un Centro Multimodal y un centro de logística de transporte público en Golfito por ¢450 millones y las obras de construcción y remodelación del Parque Marino Ballena que superan los ¢385 millones.En compras de vehículos todo terreno y cuadraciclos, algunos que se solicitan específicamente con aros de lujo y asientos de cuero, se suman casi ¢180 millones. Estas solicitudes fueron hechas por las alcaldías de Osa, Coto Brus y Buenos Aires, donde también solicitó un vehículo la oficina del IMAS. En la documentación todas argumentan que los vehículos con los que cuentan no dan abasto para la atención de la pandemia y clasifican el gasto como una inversión en logística.Por otro lado, casi ¢475 millones se pidieron para garantizar la prestación del servicio de agua por las ASADAS. Buenos Aires pidió poco más de ¢126 millones, Coto Brus poco más de ¢54, Golfito ¢55 millones y Osa casi ¢239 millones, pero aseguran que no contemplaron el regreso a clases presenciales de las escuelas, por lo que puede que aún ejecutando las obras, el acueducto no dé abasto.El alcalde de Golfito, Freiner Lara, indicó que todos los proyectos planteados tienen relación con la pandemia pues se realizan para poder cumplir las disposiciones del Ministerio de Salud, en el caso de las Asadas, y “son proyectos de reactivación económica”. El alcalde insistió que los proyectos tienen vínculo directo y atienden problemas que tienen su origen en la pandemia, aunque las dificultades que atienden son producto de las medidas de cierre y no del virus como tal.Por su parte Jesús Mora, segundo vicealcalde y coordinador del Comité Municipal de Emergencias de Osa, indicó que todos los proyectos tienen un nexo de causalidad directo con la emergencia, pues “están ligados a condiciones operativas propias del abordaje de la pandemia”. No obstante, dijo, “si se realiza un análisis amplio del entorno y las condiciones de seguro será posible encontrar también factores indirectos, por ejemplo el Parque Nacional Marino Ballena es el motor de una serie de encadenamientos económicos en el cantón; sin embargo, la base de estos proyectos es el fortalecimiento de las capacidades operativas y la búsqueda de maximizar las condiciones de seguridad en el espectro cantonal”.Se intentó contactar a los alcaldes de Coto Brus, Corredores y Buenos Aires vía celulares y oficinas, pero al cierre de esta edición no se logró establecer comunicación con ellos.
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