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2 DOMINGO. LA REPUBLICA. Domingo 15 de enero de 1989 pc ONALD Reagan (77 años) se prepara para la jubilación.
Este 20 de enero, el popular Presidente de los Estados Unidos entregará el mando de la Casa Blanca a su sucesor George Bush (64. que se convertirá en el 41 Primer Mandatario del país. La opinión coincidente de los comentaristas es que con Ronald Reagan abandona el escenario de Washington un actor inspirado que supo devolver a sus conpatriotas, después de un decenio de dudas, la fé en sí mismos y en una América fuerte. El balance político, en cambio, es más bien bivalente: quien se retira es un convencido anticomunista, antiguo cruzado de la guerra fría que con el paso del tiempo acabó convertido en un po ico pragmático. Un adversario declarado del big goverment y amigo de la libre empresa, que logró estabilizar la influencia gubernamental y aumentar la deuda estatal a la cifra record de billones de dólares.
La ideología y el partido político determinan, en las postrimerías de la presidencia de Ronald Reagan, la imagen que éste transmite a la posteridad. Mark Green, demócrata, escribió en el New York Times: el carisma no es sustitutivo de la competencia. En cambio, para Edwin Feulner, de la conservadora Heritage Foundation, Reagan cambió el paisaje político de un modo que, hace muy pocos años, hubiera parecido inconcebible. El que no hubiera podido reducir los gigantescos déficits del presupuesto federal y de la balanza de comercio exterior (unos 150. 000 millones de dólares, en ambos casos) no puede imputársele, pues la ruta del elefante washingtoniano no puede invertirse de la noche a la mañana.
El Senador demócrata Bill Bradley se maravilla: Reagan ha sido un hombre que acortó todos los más populares programas (de politica interior del gobierno. que se embarcó en una serie de aventuras de politica exterior que costaron vidas americanas sin producir ningun efecto (positivo) y que sin embargo conservó (en torno a su persona) un profundo afecto y una gran popularidad.
Bradley extrajo de este hecho la conclusión de que un político debe presentarse sin doblez ante su público, proclamar sus ideales y saber ser fuerte.
En política exterior y de seguridad, Reagan asumió la presidencia en 1980 como un halcón del que para encontrar precedentes habría que remontarse a la década de los años cincuenta, en plena guerra fria. Steven Ambrose, biógrafo de los Presidentes Nixon y Eisenhower, recuerda que Reagan quería pasar a la ofensiva contra el comunismo en el mundo entero y que en 1983 dijo que la Unión Soviética era el imperio del mal que se arrogaba el derecho de cometer cualquier delito, mentir y estafar.
Fue Reagan también quien apoyo a toda suerte de grupos de resistencia y fuerzas rebeldes en focos de crisis regionales como Afganistán y Nicaragua, fiel a la doctrina que lleva su nombre.
En su primer mandato presidencial y comienzos del segundo, Reagan no cosechó éxitos. Las conversaciones con la URSS se estancaron. La segunda conferencia cumbre con los soviéticos, en octubre de 1986 en Reykiavik, terminó casi en fracaso total. El escándalo Iran contras, que estalló en noviembre de 1986, al descubrirse ventas secretas de armas al Irán jomeinista y aplicación de parte de los fondos a financiación ilegal de la contra antisandinista, desembocó en una grave crisis de confianza, al tener que comparecer ante la justicia influyentes colaboradores del Presidente.
Pero de pronto cambiaron las tornas. En política exterior, esto se debió en gran parte a que Reagan, a partir de 1985, se encontró con que en el Kremlin había un líder del nuevo pensamiento soviético, Hoy día, Reagan llama amigo al Jefe del Estado y del PC soviético, Mijail Gorbachov. Con Gorbachov, Reagan firmó el primer convenio de desarme realmente auténtico. El tratado de destrucción de cohetes atómicos de alcance intermedio, las negociaciones encaminadas a la reducción del armamento nuclear estretégico estan muy avanzadas. Los esfuerzos en favor de la proscripción de las armas químicas y de la reducción del armamento convencional cobraron ímpetu en tiempos de Reagan.
Washington y Moscú mantienen también un vivaz diálogo sobre conflictos regionales y derechos humanos. En la sangrienta guerra Iran Irak, en el estratégico Golfo Pérsico, las armas callan desde mediados de 1988, después de ocho años. Los soviéticos se van de Afganistán. En el Africa austral se dibuja una solución pacifica al conflicto de Angola y la vecina Namibia. En Asia, los vietnamita, apoyados por Moscú, han comenzado la retiraba de Camboya.
El Presidente cesante proclama que no ha renunciado a ninguna de sus convicciones. Según sus propios palabras, fue la política de fuerza la que hizo posible la aproximación de la Unión Soviética.
Según Helmut Sonnenfeldt, estrechó colaborador del Ex conseiero Por Herbert Winkler presidencial de Seguridad y Ex ministro del Exterior Henry Kissinger, la actual actitud de Moscú respecto a los conflictos regionales es resultado, en parte considerable, de la doctrina Reagan.
Pero una parte del sector republicano acusa a Reagan de Devolvió la fé a los norteamericanos haberse acercado demasiado a Gorbachov. Bren Scowcroft, que fue Muy anticomunista, pero a la vez hábil Asesor Nacional de Seguridad en tiempos del Presidente Gerald. Supo calmar conflictos por todas partes Ford, profetiza que al próximo Presidente (Bush) le va a ser muy difícil mantener una posición de viligancia suficiente frente a la Unión Soviética.
El carismático Reagan pasa al retiro Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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