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LA REPUBLICA. Lunes de febrero de 19897 CAMPO PAGADO SEAMOS ALIADOS DE LA LIBERTAD DE LA PAZ ber olimo gritoDiscurso pronunciado por el Dr. Oscar Arias Sánchez, Presidente de Costa Rica en la IX Conferencia Interparlamentaria de la Comunidad Europea y Latinoamericana, en el Teatro Nacional, el 30 de enero de 1989. Extracto)
Bas no diás, naC la los ende ау inlas stby Sessella CIRCULACION PRESTO avullatorer do, BSbio 0press os eOn 10er Yo no soy culpable de mis sueños.
En ellos hay una historia de libertad naCOsy ara re illo de 75en ON el agrado con que se recibe al hermano, damos la bienvenida en Costa Rica a los hombres y las mujeres que pertenecen a parlamentos libres En los pueblos donde existen verdaderos parlamentos, no se conoce la opresión, no hay silencio frente a las injusticias, no quedan impunes los abusos y se escucha la opinión de las minorías.
Hace casi cincuenta años Europa parecía irremisiblemente destruida. Las verdades únicas de hombres como Hitler, Mussolini, Franco y Stalin, crearon la fosa común de tristeza, llanto y desesperación más temibles que haya conocido la humanidad.
Hoy los pueblos caminan unidos hacia un futuro que verá caer el Muro de Berlín y la Cortina de HieITO. Bendita sea la libertad. Bienvenidos a mi tierra parlamentarios de Europa!
Hace quince años Costa Rica era una de las pocas democracias estables que subsistían en Latinoamérica.
En estos últimos lustros, con grandes dificultades pero con valor sin precedentes, en muchas tierras han caído las dictaduras y se han levantado parlamentos libres. Aún son débiles y están amenazadas las democracias de América. Aún quedan dictadores entre nosotros. Ustedes son los hombres que terminaron con los dictadores. Ustedes son los hombres que harán caer los muros del dogmatismo. Bendita sea la libertad. Bienvenidos a mi tierra, parlamentarios de Amé.
rica Latina!
Aliados de la libertad pesar de nuestras diferencias, deberemos construir necesariamente juntos el mundo del futuro. En Europa nadie quedó fuera de la prosperidad de los hombres libres. En América, en esta nueva etapa histórica que vamos a iniciar, nadie quedará fuera del producto de la libertad.
Nuestra pobreza no puede justificar que nos quedemos fuera de la historia de la libertad. Quizá la falta de recursos pueda explicar por qué no podemos pagar por la tecnología más avanzada ni financiar viajes a la Luna, pero no explica que nos aferremos a dogmas superables o superados. Entre nosotros hay pecados que en otras sociedades dejaron de serlo hace muchos años. Hay quienes no quieren bajar de la Sierra Maestra y otros se niegan a alejarse de los cuarteles.
Unos y otros son obstáculos para la libertad y el desarrollo.
La tristeza del tango que se escucha en el Viejo Almacén no dejará nunca de gritar. Libertad. Machupichu, allá arriba, gritará también por siempre su rebeldía frente a los senderos del terrorismo, la oscuridad y la muerte. Ayúdennos, amigos europeos, a llamar las cosas por su nombre. Seamos, primero que nada, aliados de la libertad. Quien quiera que esté detrás de la violencia en la Argentina o en el Perú, en el norte o en el sur, es traidor a la historia de la democracia por la que claman los pueblos de nuestras tieConfianza en la democracia Algunos se muestran temerosos frente a la democracia que nace en Latinoamérica. Dicen que lo que queremos lograr no se ha logrado nunca antes. Dicen que es impracticable el diálogo cuando los odios son tan profundos. Dicen que es imposible la reconciliación cuando las diferencias han sido tan marcadas y han durado tantos años. Dicen que no es posible caminar juntos cuando ideologías tan extremas separan a los pueblos. Si tuviéramos que renunciar a lo que nunca antes fue posible, América no habría sido descubierta ni el hombre habría llegado a la Luna; tendríamos que resignarnos para siempre a aceptar la imposiblilidad de curación de algunas enfermedades, a aceptar para siempre que las guerras son elemas, a aceptar un destino de dictadura perenne en Latinoamérica Para afianzar nuestras democracias debemos cooperar para el desarrollo y ser hermanos en la búsqueda de la paz. Esta cooperación debe encontrar formas concretas y urgentes. Debe contribuir a solucionar problemas reales que nos separan y nos apartan. Diálogo, integración, deuda externa, mercados, tecnologia, asistencia técnica y financiera, son puntos que debemos tratar El impulso inicial dado al proceso de democratización latinoamericano tiene, sin embargo, límites que comienzan a ponerse de manifiesto. Los programas cada día más profundamente, la fosa común de desesperación y de muerte.
y Las guerras en Centroamérica llevan años y años, y miles y miles de muertos sin gloria ni destino. Quienes alientan y propician las guerras no hablan de sus fracasos. Por el contrario, envían más armas, causan más muerte y endurecen los dogmatismos. Cuando una reunión para la paz no tiene éxito, los hijos de la violencia gritan a todos los confines del mundo que las gestiones de paz han terminado, que son inútiles, y reclaman, cínicamente, simpatías y apoyos para continuar con el festín sangriento de la guerra.
Pronto nos volveremos a reunir los Presidentes centroamericanos. Es nuestra obligación, nuestra responsabilidad ante la historia y nuestros pueblos, tener éxito. Más libertad, más democracia, menos intolerancia, menos dogmatismos, menos violencia. La receta es simple.
Estamos cansados de senderos, escuadrones, brigadas y otras formas, que cualquiera que sea el apellido que se le ponga, se llaman siempre destrucción, dolor y muerte, Ayúdennos, amigos míos, a que podamos resolver nuestros propios problemas por los caminos de la paz y de la democracia. Ayúdennos para que no lleguen más armas desde ningún confín de la tierra, porque el hierro lo necesitamos para construir los arados y terminar con la miseria. Las naciones latinoamericanas requerimos apoyo para construir el camino propio que nos hemos trazado. Necesitamos apoyo politico y necesitamos apoyo económico.
Pedimos que dejen de llegar armas a la región y que, en su lugar, lleguen inversiones. Pedimos que se nos abran mercados y se nos permita pagar nuestras deudas en condiciones más favorables. Nuestros esfuerzos de paz y democracia sólo podrán tener éxito si, simultaneamente, somos capaces de reactivar nuestras economías, de distribuir mejor la riqueza, de elevar los niveles de vida de nuestros pueblos.
Hagamos realidad nuestros sueños Los países industrializados tienen temor de hacer concesiones especiales, aun en nombre de la democracia. Quizá temen verse obligados a extender luego esas ventajas a todas las demás naciones. Ese temor debe cesar. Si no aceptamos que puedan hacerse excepciones, incluso en nombre de la democracia, estaremos aceptando que todo el mundo es igual, que nos da lo mismo el tirano que el demócrata, que nos da lo mismo la guerra que la paz, que serán sólo las reglas de la economía las que habrán de regir las relaciones entre los pueblos.
En agosto de 1987, al partir a Guatemala a la reunión de Presidentes centroamericanos pronuncié estas palabras. Yo no soy culpable de mis sueños. En ellos hay una historia de libertad. Hay trabajo y hay diálogo. Yo no soy culpable de mis sueños. No sé cuánlas generaciones anteriores me enseñaron a que no se debe aplastar al caido, sino levantarlo. No sé tuándo aprendí a perdonar al ofensor y a no guardar rencores.
Yo no soy culpable de mis sueños. Bendigo al cielo porque vivo en una tierra donde podemos trabajar por los sueños, donde los sueños pueden transformarse en realidades. Nadie que viva en Costa Rica es culpable de sus sueños. Aquí, al poderoso le atormentará el sueño cuando quiera apartarse de la justicia social y refugiarse en el egoísmo. Aquí, al humilde jamás le será prohibido exigir que su sueño de eliminar la pobreza termine antes de tener que heredarle la pobreza a sus hijos Por la paz de Centroamérica he sido servidor de la voluntad de mi pueblo. Junto a todos ustedes, soy hermano de esos sueños que forjaron nuestros antepa.
sados en los montes, valles y mares de esta tierra.
Con la fuerza de la paz que heredamos, alejaremos de nuestras fronteras la amenaza de la guerra. Diputados amigos: No los invito a un sueño imposible.
bien que juntos vamos a trabajar por alcanzar la paz, para hacer realidad el desarrollo en democracia por el que América Latina clama al cielo y reclama a sus hombres та.
diCOlea de austeridad impuestos por la atención de la deuda externa y los reajustes necesarios para salir de la inflación, tienen un alto costo político y ya comienzan a verse, en nuestras democracias, los efectos que ellos causan.
Los países europeos no pueden darse por satisfechos con la estabilidad de sus democracias. Europa debe cooperar con la consolidación y el desarrollo de los procesos democráticos latinoamericanos. Ello demanda muchas cosas: la condena de todos los autoritarismos; la exigencia de respeto a los derechos humanos y a la democratización, como condiciones necesarias para la cooperación internacional: el apoyo en campos que se consideran alejados de los sistemas ya establecidos de ayuda económica, técnica y financieIniciativas comunes son hoy un imperativo de la paz. El hecho de que los latinoamericanos estemos representados en esta reunión por una asociación de parlamentos y los europeos por un parlamento común, no puede ser ignorado.
Vivimos frente a doscientos años empleados en crear barreras y diferencias donde antes hubo unidad.
Vivimos en nuestra región con los problemas inherentes a mercados nacionales demasiados pequeños, sistemas incompletos de integración y falta de nuevos organismos que nos unan. Nuestro desarrollo será cada vez más difícil y más lento mientras no logremos crear unidades más amplias.
Parlamento Centroamericano El Parlamento Centroamericano nacerá como parle del Plan de Paz. Qué testimonio más hermoso!
Me pregunto. qué instrumento más eficaz puede existir para aplacar los odios y terminar con las guerras, que un parlamento elegido libremente en cada uno de nuestros países? Quienes temen al parlamento le temen a la libertad. No hay tiempo que perder cuando todos los días la violencia mata a nuestros jóvenes.
No podemos seguir esperando cuando el hambre angustia a miles y miles de familias que deben emigrar dejando el corazón en la tierra que los vio nacer.
El Parlamento Centroamericano, como todo parlamento, tiene sentido sólo dentro de un ambiente democrático. Los Presidentes centroamericanos expresamos, en el acuerdo de Esquipulas II, una voluntad clara y firme de que democracia, paz y desarrollo son fines comunes e inseparables.
Costa Rica está en mora con su obligaciones para con el proceso de pacificación del Area por no haber ratificado el tratado que crea el Parlamento Centroamericano. Pueden, sin embargo, estar seguros de que Costa Rica participará en el Parlamento CentroameriNuestros diputados irán a él, con toda la experiencia acumulada durante cien años de vida democrática.
La guerra: fosa común de muerte Es difícil el camino hacia la paz. La guerra cava, na Aas sta de ieItas.
ende lo doBSnto de es an cano.
Sé muy TO са la tecio de na Firma responsable: Luis Diego Zúñiga Figueroa. Cédula: 555 744
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