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14 LA REPUBLICA. Sábado de mayo 1989 EDITORIAL Tres años de Administración Arias ENFOQUE DE REDACTORES Monstruo de millones de ojos (Tercera parte)
En el ámbito cultural no ha habido grandes inno Por otra parte, la Administración Arias no ha devaciones, sino que más bien se han seguido los pa sarrollado ningún programa de contenido social insos de gobiernos predecesores. Posiblemente el novativo, como lo fueron, en su época, Asignaciologro más significativo, en este campo, lo constitu nes Familiares, el IMAS, los CEN CINAI, etc.
ya el nuevo impulso que ha recibido la Sinfónica Na Falta toda una política sobre incorporación de la cional, al contar con un director de categoría interna mujer sola a la fuerza laboral; sobre la preparación arcional y al haber incorporado, como integrantes titu tesanal de los adolescentes de las clases marginalares, a varios músicos costarricenses que se inicia das; sobre las guarderías infantiles que permitan a ron en la Sinfónica Juvenil. La falta de una labor muchas madres ganarse la vida fuera de sus hogamás amplia en este campo posiblemente hay que res. Se echa de menos también toda una política encontrarla en el hecho de que los presupuestos sobre la tercera edad; sobre la familia en general; la de este Ministerio son cada día más exiguos, por niñez abandonada; sobre la recreación familiar; solos problemas económicos que enfrenta el pais. bre el desarrollo comunal, etc.
Desgraciadamente hemos tenido que ahorrar en Tampoco se ha hecho nada significativo en el cultura, lo cual significa limitarlas perspectivas huma campo de la seguridad personal y las poblaciones sinizantes de nuestros hijos y nietos. Esperamos guen a merced del hampa. En síntesis, en el ámbique el mejoramiento, a corto plazo de nuestra eco to social la presente Administración ha mostrado evinomía, nos permita volver a inyectarle fondos sufi dentes debilidades, y todavía no vislumbramos nincientes a las actividades culturales, para hacer que gún tipo edidas dirigidas a corregir tales omisiolas bellas artes, la música, el teatro y, en general, to nes en la acción gubernamental para el último año das las expresiones artísticas, lleguen a todos los de su gestión administrativa.
confines del país. Pero podríamos pensar también Quedan por analizar, para uno o dos editoriales que ha faltado iniciativa, imaginación, consistencia y posteriores, la labor en los campos económico, hauna mayor proyección de programas que no nece cendario, agrícola, de la industria, el turismo, de las sariamente se sustenten en presupuestos millona exportaciones y, en general, en el campo productirios.
vo de la presente Administración; cosa que realizaEn el campo social es donde posiblemente se remos a partir del martes de la semana entrante, no ha sentido un vacío de políticas y realizaciones del sin advertir que en el futuro intentaremos periódicaGobierno actual. Fuera del programa de vivienda y mente formalizar análisis más a fondo, más compacde su exitosa campaña contra el consumo de drogas, no encontramos ningún programa social vertetos, y quizás con el aporte de soluciones viables brado, que trate de solucionar la gran cantidad de según nuestra percepción del pequeño archipiéproblemas sociales que padece la población de lago de crisis menores, entre las cuales habrá nuestro país. El programa antidrogas ha sido todo que afrontar porque es imperativo hacerlo, el un éxito, primero con la promulgación de una legis debilitamiento de la autoridad del Poder Ejecutivo lación un tanto draconiana, lo mismo que el estable de frente al cuadro de amenazas constantes, quecimiento de programas dirigidos a salvar a la juven brantamiento de la ley y del régimen de derecho tud de las garras de la droga.
que vivimos, puesto en camino por grupos de preEl famoso proyecto de la igualdad real de la mu sión tradicionales y por otros de tipo empresarial, injer es, supuestamente, uno de los pilares del pro cluido el régimen municipal, que se han contagiado grama social del Presidente Arias. Sin embargo, todel viejo estilo huelguistico, de cuasi rebelión y dedavía no ha recibido la aprobación legislativa, por lo que su efecto posiblemente no se verá en la presestabilización, que practican los sindicatos a ultransente Administración.
za y los experimentadores de turbulencias sociaEn materia de salarios se fijó una política contra les que han recibido tradicionalmente el aliento exóproducente, de fijaciones prácticamente semestra geno de las izquierdas de moda, latinoamericanizales, que ha provocado presiones importantes so das y trasnochadas en los obsoletos catecismos bre los niveles de inflación.
del marxismo leninismo de los años cuarenta.
Los costarricenses son más escrutados, medidos, contados e interrogados por las más diversas oficinas guberna.
mentales, agentes de la policía judicial, investigadores sociales, investigadores de opinión y bancos que en cualquier época de nuestra historia.
La invasión del ámbito privado es probablemente el más odioso atropello. En la vida común es frecuente y crea relaciones incómodas con nuestros vecinos, es decir nuestros prójimos. En la vida pública la curiosidad, siempre interesada Wilmer Murillo y maliciosa del Estado sobre las actividades de sus súbditos, venía siendo tolerada por la impotencia de los funcionarios para extender sus miradas a millones de seres, detrás de todos los muros y por los huecos de las cerraduras, en el inextricable tejido de relaciones humanas confusas y desorientadoras. Pero la cibernética está dandole por fin a las pesquisas de los gobiernos, los elementos que necesitaban. Donde el Estado controla los bancos, ante quienes se desnuda la famélica corte de los presuntos deudores, la cosa es peor.
Pero aun con informaciones aparentemente inocentes, obtenidas por las vinculaciones saltuarias y ocasionales con los arrendadores, las escuelas públicas y las instituciones públicas, un buen computador puede ir forjando la imagen de cada ciudadano y el Estado puede desde entonces vigilarlo. Una vez dejada la primera huella en una oficina del Estado comienza el computador a seguirla y a coleccionar las restantes con su pavorosa memoria infalible, y llega a saber más sobre la persona, que la persona misma. Porque lo que le faltaba al Estado era memoria, y por esa falla se escapaban los picaros pero también preservabán su libertad los inocentes. Ahora no. La máquina no olvida nada. No está así el ciudadano más libre que el personaje de George Orwell, espiado a todas horas por la doble televisión, que recibía y transmitia simultáneamente y registraba cualquier sonido que subiera el tono de susurro o gesto de rebeldia intima contra la dictadura omnipresente. La presunción de que todo el mundo está vigilado a toda hora es la misma que se produce con los archivos microfílmicos que están en poder del Estado, monstruo de millones de ojos espiando los actos de miles de seres desamparados, desnudos, denunciados por transgresiones imaginarias o ciertas de la ley, sin defensa contra la máquina de infamia y difamación, escrupulosamente lista a producir, ante cualquier descuido o palabra imprudente el expendiente devastador. La vida privada intranscendente en si misma cuando corre fluidamente en el silencio de la libertad y el aislamiento, en manos de un burócrata torpe puede tomarse en escándalo, en fuente de chismes y perversas sugerencias, puestos a disposición del Estado para ejercer una extorsión persuasiva. someter a los indociles, quebrantar la voluntad de resistencia. La formidable memoria del Estado rastreando las huellas que el animal humano va dejando de sus ligerezas, sus debilidades, sus dolores, sus delitos o sus pasiones está cada vez más cerca del infierno. Ya se ve claro que la cibemética ofrece herramientas mejores que la vigilancia directa, pero no menos ofensivas para el hombre, perseguido, desnudado y deshonrado por el Estado. Porque después de todo ¿quién es el Estado? Siempre comienza y termina por un grupo burocrático dentro del cual caben los peores instintos y entre cuyos escritorios se enroscan, letárgicas, pero venenosas, las peores pasiones.
EN LA FRONTERA ESTA CALIENTE La República SOBRE TODO DE ESTE LADO, HERMANO EL TIEMPO, Publicado por Editorial La Razón АН. Director: Yehudi Monestel Arce Gerente General: Enrique Odio Herrera Jefe de Información: Luis Cartín Sánchez Subgerente General: Luis Guillermo Holst Quirós Jefe de Información: Eduardo Castro Chinchilla Gerente de Publicidad: Roberto Ulloa Monge a Contral telefónica: Ejecutivos de Publicidad: 23 51 24 23 02 66 Publicidad: 22 92 15 Oficina San José Cobros: 23 03 09 21 51 96 Suscripciones: 23 88 85 Apartado: 2130 1000. Telex: 2538 Facsimil 55 39 50LA REPUBLICA cele Les publicaciones en este tipo de letra son pagades.
81 Impreso en el Depto. de Producción de Editorial La Razón, Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y juventud, Costa Rica.

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