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Viernes 25 de Diciembre de 1992. LA REPUBLICA 19A Debate Chisporroteos Feliz Navidad ALBERTO CAÑAS Mariana Lev.
Dos reflexiones sobre el sentido de esta importante celebración de la fe católica son nuestros temas.
acelts Sineal de Bibi El capítulo final de ese curioso y valioso libro que se titula HEROES AL GUSTO LIBROS DE MODA, lo firma el canadiense Steven Palmer, coeditor de la obra, y con antecedentes (su tesis doctoral en la Universidad de Columbia) que lo clarifican especialmente para el tema que en este libro desarrolla.
LIC. MARIO BRENES Politólogo ¿Entendemos realmente la Navidad?
Es un capítulo riquísimo, a lo largo del cual Palmer sostiene que el concepto de nacionalidad, preciso y concreto, que los costarricenses nos ufanamos de poseer y aun de practicar, no es viejo, sino producto de la mentalidad de los liberales que gobernaron a la muerte de Guardia. que es en esos días de Próspero Fernández, cuando los costarricenses convierten la guerra contra Walker en esa guerra de independencia que no tuvieron, exaltan a los héroes de esa guerra, establecen quienes fueron, y subrayan a Juan Santamaría, hasta entonces casi ignorado, el héroe surgido de las clases más humildes, especie de soldado desconocido de nuestro país, y cuya canonización laica le da el sentido popular de que carecia a la república que estaban redefiniendo.
ejemos por un minuto los temas políticos y económicos y meditemos sobre si realmente los adultos, los responsaRepIDICIT Sono significado de la Navidad. Nuestra sociedad cada vez se aleja más de los valores hermosos que enriquecen efectivamente el espíritu, para sumergirse en el materialismo y consumismo engañador, que da confort, pero cultiva al mismo tiempo la ambición y la envidia.
Esta sociedad ha hecho de la Navidad una época alegre pero que, detrás del maquillaje ornamental de colores y luces, esconde los contrastes de una realidad en la que no todos los hogares viven y comprenden esta celebración, y esta realidad no podemos ocultarla. Qué niño o niña dentro de su ingenuidad e inocencia no relaciona la Navidad con la esperanza de recibir aquellos juguetes que han pensado o imaginado? Pero. cuántos niños no entenderán por qué el niñito Dios le da a unos y a otros no? La Navidad debe recibirse como una celebración cristiana en la cual recordamos el nacimiento de quien vino a este mundo a enseñarnos el verdadero amor, ese amor comprensivo, ese amor que perdona, ese amor que no espera nada a cambio. Es una cele bración que nos recuerda nuestra débil y pecadora condición.
humana, llena de defectos, la cual nos hace caer en errores y equivocaciones, pero a la vez nos inspira a descargar nuestra conciencia y nuestro corazón de los pesados bultos del pecado, de la envidia, de la soberbia o el rencor y amar verdaderamente, dando sin recibir, o reincorporarnos en el buen camino de la ver.
dad que Cristo nos enseñó.
Es propicio pensar, en cuántas familias costarricenses seguirá presente la incomprensión, la falta de diálogo, la negativa de darse nuevas y mayores oportunidades para lograr su integración definitiva alrededor de ese portal que Dios nos legó para salvación nuestra y que por otros intereses nos alejamos de las enseñanzas de la Sagrada Familia.
En cuántas familias estará presente en esta Navidad el dolor que produce el alcoholismo, la drogadicción, la violencia y la infidelidad.
La Navidad es entonces la oportunidad de autoevaluar nuestras actitudes humanas y de reorientarnos hacia la búsqueda de la vida cristiana, esa vida que será enriquecida con las buenas acciones, la humildad, el perdón, la entrega y, sobre todo, con la oración para ser bendecidos, ser nombrados por Dios como agentes de paz, de armonía y de verdadero amor ágape, no amor interesado.
Esto se conforma con realidades que conocíamos. Por ejemplo, que en la etapa anterior a la guerra (si no más acá) el único que tuvo conciencia plena de ser costarricense, de la existencia de un algo llamado Costa Rica con posibilidades de sobrevivir como ente autónomo, fue Carrillo. No se ha aclarado si esta concepción suya del país fue determinante en su caida y muerte, pero en este momento no interesa. La proposición del doctor Castro a la reina Victoria, de hacer de Costa Rica un protectorado británico, no sólo habrá sido (como sostiene sagazmente Clotilde Obregón) producto de su extrema juven.
tud, sino que también puede atribuirse a esa indefinición sobre el verdadero sentido de lo costarricense, que Palmer atribuye incluso a Mora, patriota en cuanto a un territorio, a una comunidad, a un pequeño conglomerado, pero no con respecto a una entidad política, a una patria llamada Costa Rica, a la cual lo señala Palmerno hace ninguna alusión el obispo Llorente cuando secunda la proclama anti filibustera del Presidente.
La Navidad Algunas reflexiones me había hecho sobre la guerra del 56 como el gatillo que dispara la formación de un nacionalismo costarricense con sentido de Nación, y sobre la decisión que en algún momento tomó alguien, de establecer la mitologia o hagiografia de la guerra; erección de monumentos, composición de himnos, fijación de héroes.
Ahora, cuando Palmer ha fijado documentalmente que ese proceso se produjo durante el Gobierno de Próspero Fernández, doy a conocer mi hipótesis sobre el particular. expuesta alguna vez en cátedra y desmentida ahora por Palmer) que fijaba en los años de Guardia el inicio del fenómeno.
suceso se maravillaron de lo que los pastores les habían contado.
JORGE ALBERTO SALAZAR SOLIS Han transcurrido desde entonces casi dos mil años. Apenas faltan para el encuentro puntual con el aniversario, cuyo anuncio ya Abogado sacude al mundo en la esperanza y en el repaso. La Navidad prevalece, cada año renace en los escenarios de las grandes ciudades consteladas de luces, más allá del ruido, en la casa, lugar para el amor, el árbol, el portal, la cena que congrega a la familia, el testimonio en el cruce de regalos, la reunión que mueve al perdón, a la reconciliación, a la promoción del amor al prójimo. Es un instante que interrumpe la acción corrosiva de la rutina, las nel calendario otra vez la Navidad. En otra vez no hay ruti tempestades del rencor, la pelea en la selva para sobrevivir o para na opaca de tiempo que se va, sino emoción renovada que tapar. La casa, el árbol, el portal, la mesa, el mantel, se vuelven altar para la gloria, para la paz, para el entendimiento en el amor, realiza el doble milagro, candor y frescura en el deseo de volver a para el doble gozo en el regalo: la alegría del que da frente al júbilo ser niños, amor y entrega en el propósito de dar a los demás, a del que recibe. en el vértice, el deseo: construyamos tres tiendas quienes integran el pequeño mundo que no rodea, una migajita de para aquí permanecer, y la oración: bendice Señor estos panes, y amor.
el deseo: que el año venidero, ya tan próximo, nos permita la La historia se remonta a dos milenios que han de cumplirse al reunión en torno del milagro para edificar en el corazón la paz y final de esta década. Hay en esa historia presencia de prodigio. Es contagiarla, nuevamente unidos los que unos amamos en el abrazo tierna y fresca, relata un nacimiento en Belén: Por aquellos días se fraterno.
promulgó un edicto de César Augusto, mandando a empadronar a En la nostalgia otras navidades. Las primeras que la memoria todo el mundo, y todos iban a empadronarse, cada cual a la ciudad registra, la carta, el vuelo a la Belén celestial, el regreso en la de su estirpe. José, pues, como era de la casa y familia de David, respuesta cabal, todo lo que pedi me fue dado, que buen cuidado vino desde Nazaret ciudad de Galilea, a la ciudad de David, llama tuvieron mis padres de limitar la demanda a la administración da Betlehem, en Judea, para empadronarse con Maria, su esposa, cuidadosa de los pocos bienes. Los primeros avisos que inician el la cual estaba encinta, y sucedió que hallándose allí, le llegó la deterioro de encanto y la ruptura del candor, la resistencia a aceptar hora del parto, y dio a luz a su hijo, y lo envolvió en pañales, y lo la realidad que llega y dinamita la primera y más fresca ilusión de la recostó en un pesebre.
vida.
Estaban velando en aquellos contornos unos pastores, y hacien Pero subsiste la esperanza, el diálogo entre el hombre y Dios, a do centinela de noche sobre su grey, cuando de improviso un ángel veces bronco y rebelde, a veces amoroso y tierno. Por qué, Señor, el del Señor apareció junto a ellos, y los cercó con resplandor una luz dolor, la frustración, la enfermedad, el desamor, la desilusión, el divina, lo cual los llenó de sumo temor. Dijoles entonces el ángel: hombre Job habla a su Dios. En otras ocasiones, el diálogo suave. no tenéis que temer, pues vengo a daros una nueva de grandísimo gracias Señor, por el pan en la mesa, la sonrisa, la bendición, el gozo para todo el pueblo, y es que hoy os ha nacido en la ciudad de encuentro, la reconciliación, el bien multiplicado, los sueños reaDavid, el Salvador, que es el Cristo, el Mesías, el Señor nuestro. lizados, la vida en rosa, los descubrimientos, el lecho tibio, el techo Al punto mismo se dejó ver con el ángel un ejército numeroso de fuerte, el desafio, el éxito. entre el porqué desesperado y el gracias la milicia celestial, alabando a Dios y diciendo: Gloria a Dios en denso de gratitud y de emoción, la vida y su agonía, caer y levanlo más alto de los cielos, y paz en la tierra a los hombres de buena tarse, y cada año en Navidad, la reunión del porqué y del gracias que voluntad. Vinieron, pues, a toda prisa, y hallaron a María y a se reconcilian frente al Nacimiento que se nutre en el relato mileJosé, y al Niño reclinado en el pesebre, y viéndolo confirmaron nario: los peregrinos, el mesón sin lugar, el pesebre, los animales, los cuanto se les había dicho de este Niño y todos los que supieron del pastores, los ángeles, Maria, José y el Niño.
Guardia puede verse como una reivindicación del morismo. La salida violenta de los Montealegres de Costa Rica, se produce en el momento en que se dan cuenta de que Guardia está dispuesto a reivindicar la memoria de Mora.
y temen que a vengarlo también. El sobrino, secretario y albacez político de Mora, Manuel Argüello Mora, es figura clave de Guardia. La reivindicación de Mora incluye la de la guerra, que durante los sesentas no es ni siquiera tema grato de conversación. El morismo imperante desde el 70 establece como héroes del 56 a los dos Moras, a Canas y a Juan Santamaría, los héroes de Santa Rosa y Rivas. aun cuando los himnos hablan de Santa Rosa, Rivas y San Juan, es lo cierto que el héroe del San Juan es purgado. Es la cuenta que la posteridad de Guardia le pasa al General Blanco por su traicion Es verosímil que esta reflexion empirica que me había hecho, sea trasladas de los afas de Guardia a los de sus herederos. Continuare.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

    Manuel MoraViolence
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