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roetesha 25 de febrero eco 9A Perspectivas eneral HEMEROTECA Actualidad Actualidad Mariana Lev, coordinadora de Perspectivas El sentido religioso saludable Dra. Norma Hardall Médica cirujana, especialista en siquiatria, UCR.
Funcionaria del INS Adán versus Eva La religión es uno de los agentes positivos más podero808 que pueden utilizarse en la conservación de la salud mental Tal vez esta pequeña historia le sea familiar, y que perdone la Biblia. M e refiero, desde luego, al sentido religioso auténtico, basado en una fe inconmovible y en una genuina convicción intelectual sobre las creencias.
Es innegable que muchas personas utilizan la religión como un ajuste neurótico a la Hay otras cuyas creencias y prácticas religiosas son verdaderos síntomas de un trastorno mental. En todos estos casos la religión sirve de pretexto a estos enfermos para estructurar su reacción morbosa. Igualmente hubiesen podido usar un credo político o cualquier otro sistema de creencias de gran tonalidad emocional, como lo hacen otros enfermos, con el mismo fin.
En mi práctica de muchos años con enfermos psiquiátricos he tenido ocasión de ver la mar de psicóticos con delirios religiosos y de neuróticos con conflictos religiosos. No creo equivocarme al afirmar que estos pacientes, además de padecer de una personalidad enferma, exhibían también una gran ignorancia en materia religiosa: un conocimiento muy superficial, erróneo o defectuoso de las doctrinas de la religión que pretendían profesar.
La religión como remedio Siendo la religión tan útil como usted dice que es para el cultivo de la salud mental me preguntaréis. la prescribe usted a sus pacientes? Mi contestación es: No. La religión no es algo que pueda recetarse como la aspirina, ni se adquiere en frascos, ni en paquetes, ni por libras. Tampoco puede imponerse.
Es un sentimiento y una convicción que tienen que surgir de lo más íntimo ser.
El sentimiento religioso, para que prenda, tiene que ser sembrado muy temprano en la vida. tiene que ser cultivado no sólo con prédicas, sino con el ejemplo vivo. Dichoso el que tuvo la fortuna de criarse en un hogar genuinamente religioso! Tendrá una defensa más que podrá emplear, si sabe cómo hacerlo, para protegerse contra la enfermedad mental.
No hay divorcio entre la religión y la ciencia, todo lo contrario; nosotros no podemos ver a Dios en la punta de la nariz; entre más profundo es el conocimiento científico, más grande es el concepto que tenemos de Dios y desde luego más cerca estamos de EL Actualidad Adoradores de la guerra Dr. Freddy Pacheco, Doctor en Biología Cate drático en Manejo de Recursos Marinos dán siempre sintió que Eva le incomodaba. En un principio lo atribuyó al hecho de que saliera de su costado, pero no se limitara a quedarse ahí, al lado, sino que con el tiempo se tomara atribuciones que él consideraba no le incumbían en su calidad de media naranja, o costilla.
No la entendía. Esos arrebatos de tristeza, esa preguntadera sobre qué sentía por ella, esa insatisfacción a pesar de vivir en el Paraíso. Qué quería esta mujer. Acaso no trabajaba de sol a sol en el huerto para darle a ella los mejores frutos?
Se desvivía por Eva y, sin embargo, ella siempre estaba inconforme.
Adán no dormía, pero Eva tampoco.
Sin embargo, en las noches de insomnio no hablaban sobre esta distancia cada vez mayor entre ambos. Un buenas noches, mi amor cerraba todo diálogo y en ese clima paradisíaco sus almas se enfriaban.
Eva sabía que Adán la amaba, o creía saberlo por la forma en que se esforzaba por dotarla de todo lo mejor del Edén, pero la consumía la necesidad de que su marido se lo expresara afectivamente, con palabras de amor, con ternura. Adán no podía. Su demostración de amor se centraba en suplir el hábitat y cuidar de ella, lo que agradecía, aunque estaba conciente de que su aporte en el mantenimiento del Paraíso también era valioso.
Lo más que podía esperar de Adán era un yo también cuando ella le decía que lo amaba y, aunque en un principio su instinto maternal la llevó a pensar en él como un gran bebé que necesitaba ser querido, con el tiempo afloraron sus propias necesidades de afecto y le costaba demasiado hallar reciprocidad. Por qué tenía su marido tanto miedo a expresar sus sentimientos?
Esto torturaba a Eva, pero ella también callaba para no perturbar a Adán con esas tonterías. esas cosas de mujeres.
El círculo se fue cerrando cada vez más y los resentimientos se acentuaron, a pesar de que, aparentemente, eran una pareja feliz que no podía pedirle más a la vida.
Luego apareció la serpiente y con el pecado original Adán y Eva salieron del Paraíso, a conocer el dolor, sin la protección divina y, según parece, sin una relación de afecto sólida que les permitiera sobrellevar esa dura carga con el recurso de su amor. la historia se repite, por los siglos de los siglos. Se creen héroes a distancia. Generales de fantasia que por supuesto las dulces criaturas que hoy viven en las tinieblas aplauden desde muy lejos el dolor que les es extraño. del terror, sintiendo las explosiones a su alrededor, en un amHombres dioses que basados en sus prejuicios preten biente de lágrimas y sangre por doquier. Indiferentes al profunden ordenar el mundo. Comentaristas guerreristas in do dolor humano, seguramente se divierten en playas y estasensibles al dolor humano. Predicadores de la violencia dios, o aun en la misa dominical que los acoge por costumbre o que no les toca.
por imagen.
Mientras tanto, los pueblos de Kuwait e Irak son exterminados bestialmente, usando las tácticas militares más perveron los mismos que se molestaron al escuchar los cantos sas en nombre de un nuevo orden internacional inventado para de paz en Centro América. Los mismos también que se la ocasión. los muertos de ambos bandos, jóvenes anónimos, ñalan con su dedo acusador a los que tienen el atrevi serán finalmente el legado inhumano, provocado por una resolumiento de denunciar las crueldades de una guerra, de cualquier ción de política internacional impulsada por personas sin fe en el guerra. Héroes. al fin, de las causas propias de los todopode diálogo y la negociación.
rosos, de los que son indiferentes al brutal envío de sus jóve. Que levanten su voz los hombres de paz. demandan las nes a morir, como medio de afirmar (innecesariamente) su auto víctimas de la guerra y todos los seres de buena voluntad, para ridad. Héroes diminutos, héroes gratuitos, héroes sin riesgo. que en un canto mayor, acallen las estridencias que producen La guerra del Consejo de Seguridad de las Naciones los amigos de la aventura, los adoradores de halcones, los seUnidas en la región del Golfo Pérsico por la liberación de Kuwait, guidores de los modernos faraones.
ha traído, entre otras muchas cosas, el renacimiento entusiasta ¡Que levanten su voz los hombres de paz. para que, con de los guerreristas criollos, que gozan con las noticias de las la enorme fuerza de la justicia y el amor, derroten a los que rien bombas que caen a miles de kilómetros de sus televisores, cruelmente desde la cúspide de una pirámide de muerte y desAhora, fortalecidos tal vez por los 100. 000 ataques aéreos lle trucción.
vados a cabo sobre los 17 millones de iraquíes, han brotado con ¡Que levanten su voz los hombres de paz. exigiendo a singular entusiasmo. Así, celebran la masacre de un pueblo ino unos y otros, a invasores y exterminadores, el cese inmediato cente, como castigo a los desvaríos fanáticos de su líder de la guerra y el restablecimiento de la división política internaSaddam Hussein. Para ellos. todos son culpables. incluyendo cionalmente aceptada en el Oriente Medio.
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