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Lector OPINION Lo aprendí fuera de la escuela PROVINCIAS Preocupación en Naranjo (Armando Rosales Rojas)
Con gran preocupación se encuentra la población del cantón de Naranjo al darse cuenta que las Oficinas Regionales del Patronato Nacional de la Infancia están siendo solicitadas por el Concejo Municipal de San Ramón. Es por esto que la Unión Cantonal de Asociaciones de Desarrollo Comunal de Naranjo, se pronuncia en contra de este traslado.
Esta oficina ha prestado servicios eficientes no solamente para Naranjo sino para los cantones vecinos de Alfaro Ruiz, Valverde Vega, Palmares, y San Ramón, durante 16 años beneficiando así a los usuarios que han hecho uso de este servicio.
Cabe cuestionaros que de no permanecer las oficinas regionales en Naranjo, cuantos niños familias se verán efectuadas, al no poder solicitar estos servicios ya sea por al lejanía que significaría trasladarse hasta San Ramón, sino también por el alto costo de los servicios del transporte.
Por lo antes expuesto solicitamos a todos los naranjeños el apoyo para defender la permanencia de esta gran Institución que sólo beneficios ha traído a aquellos que la necesiten.
Inauguran galería de arte (Liberia: Miguel Fajardo)
En días pasados fue inaugurada la galería de arte de la pintora Fulvia Cárdenas, localizado en la planta baja del centro comercial Bambú. en Liberia.
El día de su apertura, fueron expuestos trabajos de doce artistas guanacastecos. La exposición y venta será permanente.
Mensualmente, habrá una actividad de refuerzo, exposición y adquisiciones.
Paralelamente, la pintora Fulvia Cárdenas, de origen ecuatoriano, pero con muchos años de residir en Guanacaste, dará énfasis a la poesía gráfica, que ella misma diseñará con el matiz pictórico, para ilustrar dos creaciones líricas por mes. Para tal fin, Cárdenas Forero asistió a la reunión mensual del Centro Literario de Guanacaste.
El día de su inauguración, la concurrencia fue muy alta, convergiendo actividades musicales, pictóricas y poéticas. La gobernadora de la provincia de Guanacaste, Ligia Zúñiga, esbozó en un sentido discurso los afanes de Fulvia Cárdenas, en tono semejante hicieron uso de la palabra la Prof.
Isabel Martínez y el compositor Fernando Grillo.
Sirvase enviar sus colaboraciones a la Sección Provincias. al apartado 2130 1000 San Jose.
Enrique Montero Rudín Mis papás y los papás de mi primo tenían la idea de que era estaban mucho más alto que nosotros. Pero cualquier inquietud mejor tenernos larguito a uno del otro, porque cuando actuábamos que tuviéramos se nos disipaba con solo ver al Piloto con su resen conjunto tendíamos a ser demasiado inquietos.
pectiva jacket, que con mano segura se anticipaba a los Tal vez fue por eso que un día resolvimos imos de campo, movimientos del avión.
dejando de lado la rutina escolar.
Cuando el avión ganó algo de altura, la puerta tracera empezó El plan era sencillo y funcionó a la perfección: a vibrar. El piloto no se inmutó y dijo: Esos carajos dejaron la las en punto de la mañana Alberto con su uniforme puerta sin tranca. Muchachos, vayan a ver si la cierran bien, impecable y los cuadernos en la mano, partió rumbo a su escuela, mejor vayan los dos por si hay que hacer fuerza. Nos dirijimos a la Juan Rudín. Yo hice lo propio para la Buenaventura Corrales, y la puertilla y apreciamos que efectivamente estaba sin tranca y ambos dando un calculado viraje, nos encontramos de frente a la que por una pequeña abertura asomaba el peligro. Ahí sí que nos cantina Chelles.
dio miedo. No habíamos estudiado suficiente la Física, ni vivido Desde luego, frente a la cantina Chelles, no adentro. En ese demasiadas experiencias, para saber que no había ningún peligro, tiempo no sabíamos nosotros de cervecitas bien heladas, ni de las porque para abrir la puerta habría habido que vencer la resistencia boquitas de chicharrón.
de un viento de doscientos kilómetros por hora, por lo que nos Además, al igual que la pulpería La Luz, La Zapoteña, La aproximamos esperando a cada momento que la puerta se abriera Lira y otras más, la cantina Chelles, aunque buen negocio para el y que nos tragara el vacío.
propietario, más que para vender su mercancía, ha servido para El piloto nos animó diciéndonos: No tengan miedo dar direcciones a los habitantes de San José.
muchachos, que lo más que puede pasarles es que queden hechos (Merecería hacerse un estudio, de por qué los ticos una plasta allá abajo. Esas palabras no fueron muy confortantes, preferimos usar las pulperías, los almacenes y en especial las pero haciendo de tripas corazón y como un modo de pagar el cantinas, como puntos de referencia, despreciando las escuelas, el pasaje, uniendo nuestras fuerzas, le pasamos la tranca a la puerta.
correo, las iglesias y hasta la Casa Presidencial. Desapareció la abertura y el peligro no tenía ya por donde De ahí nos fuimos Alberto y yo, rumbo al aeropuerto de La asomarse.
Sabana. Desde muy pequeños soñábamos ambos con ser pilotos, Esa experiencia me ha servido de mucho en la vida, y cada y era nuestro más preciado anhelo tener una jacket de cuero, de vez que tengo algo difícil que hacer, como solicitar un préstamo esas que usan ellos, y morir estrellados en un palo de guayaba, bancario sin chorizo, o como montar una Postensada de 30 como a menudo mueren ellos.
toneladas sin grúa, o como desaguar una excavación sin bombas, Para los chiquillos la muerte, viene siendo como una multa recuerdo a esa puertita que me enseñó, que el único modo de por exceso de velocidad. Eso sólo le ocurre a los demás. hacer un trabajo difícil es haciéndolo ya, y notaremos que no es no era cuestión de llegar a La Sabana, teníamos que tan difícil como esperábamos.
caminar un buen kilómetro más dentro de la planicie, para llegar a Cuando aterrizamos en La Sabana había un sol brillante, y los hangares de la ENTA y de MACAYA que estaban casi apenas eran las diez de la mañana. Esa fue otra lección. La vida llegando al final.
En ese tiempo no había guardas, por lo que se podía acontecimientos. Vive más el que muere a los treinta años no se mide por horas ni por minutos ni por años. Se mide por deambular libremente entre los aviones. De cuando en cuando nos después de saborear todos los regalos que nos da la vida, que el decía algún piloto: Güilas, háganse a un lado, que vamos a que pasa de los cien años, viendo pasar los acontecimientos sin arrancar ese avión.
Estábamos admirando todas esas máquinas voladoras, con la tomar parte ellos.
misma devoción que contemplan los Caballeros Marianos a la Después el regreso. Caminando sobre los durmientes de la línea del tren, hasta la estación del Pacífico de donde nos iríamos Virgen María, cuando salió del galerón que hacía de oficina, un piloto de los legítimos, con jacket de cuero negro, una bufanda de a mi casa, detrás de la iglesia La Soledad.
seda en su cuello y pantalón caqui, sin una sola arruga.
Alberto iba muy preocupado porque su maestra, la niña Se dirigió nuestro héroe a un avión monomotor bastante Amelia, era muy brava y no le iba a perdonar así no más su grande, mientras exclamaba en voz alta. Qué pereza ir hasta ausencia. Yo tuve la idea salvadora. Le dije, mira Alberto, vos Parrita sólo por llevar esa caja. Se detuvo ante nosotros y como que sos tan mentiroso podés decirle a tu maestra que no pudiste obedeciendo a una inspiración divina nos dijo: Muchachos, asistir porque tu papá está muy enfermo.
quieren ir?
Mi primo, haciendo honor al calificativo que yo le había Nosotros aceptamos más ligero que inmediatamente y endosado y que tomó como el cumplido que en realidad era, entró subimos al avión dando traspiés.
a la escuela y le hecho el cuento a la maestra. Yo lo observaba Alberto se instaló en el puesto del copiloto y yo en el asiento desde el exterior por una ventana. Cuando salió, muy satisfecho siguiente, después de llegar al acuerdo de que nos turnaríamos por su acción me dijo: todo salió de maravilla y le dije además, durante el viaje.
que papá tenía un fuerte dolor de estómago, que probablemente la ida fue precioso, con un sol brillante y una que otra nube era apendicitis.
en el cielo. Por cierto, que me impresionó mucho ver las nubes Alberto tenía esa habilidad: decía las mentiras más grandes por encima. Para un chiquillo, acostumbrado a mirarlo todo para con gran soltura y toda la gente se las creía. En cambio a mí me arriba, es una experiencia inolvidable la primera vez que ve las ha costado mucho mentir, y cuando miento, ni yo mismo me creo cosas desde arriba. Eso me hizo sentir, que en la vida se puede el cuento. No nací para diputado.
progresar, por muy abajo que se encuentre uno.
Al día siguiente vino el desenlace de la historia, cuando la (En realidad es más fácil progresar cuando uno está abajo, maestra de Alberto, visitó su casa para indagar cómo seguía su porque cualquier cambio es para mejorar. En cambio cuando uno papá.
está arriba, a menudo los cambios son para empeorar. Además, Nuestra ausencia fue de ambas familias conocida, pero a cuando uno está arriba mucho tiempo, pierde las ganas de luchar, nadie le preocupó qué habíamos hecho durante esa ausencia.
y cualquier tropezón lo hace caer. Creo que ni sus padres ni los míos lo supieron nunca.
No era la primera vez que veía el mar, era la segunda. Pero Como de costumbre, a mi primo lo castigaron diciéndole que esta vez para mí se hizo notorio, lo enorme que era. En no lo dejarían ir al cine durante los próximos tres meses.
Puntarenas me había parecido el mar como una orilla Amenaza, que como de costumbre no cumplieron. mí me dijo la playa, pero ahí empecé a caer en cuenta de que más bien la mi papá a modo de castigo no lo vuelva a hacer y efectivamente tierra es la que está limitando al mar.
no volví a Parrita cuando me escapaba de las clases, visitaba otros Dejamos la famosa caja en Parrita e inmediatamente lugares, tales como el Parque Bolívar, la tanda de tres. las pozas emprendimos el regreso. El sol ya no brillaba y apenas si era del Virilla y el Teatro Nacional.
visible su luz detrás de una espesa capa de nubes, que esta vez Esta fue una experiencia muy linda. y las otras también.
que limitaba Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregon Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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