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DOMINGO B LA REPUBLICA Domingo 25 de marzo de 1990 Esther Montenegro ЕГ Los residuos de decenas de satélites que han terminado su vida útil (entre los siete y los once años. fragmentándose en miles de pedazos, grandes y pequeños, pupulan por el espacio.
Se estima que son unos 60 mil los trozos de satélite hasta de una pulgada los que han sido rastreados.
El poder de estos residuos no está basado en el tamaño sino en la velocidad que puede ser de hastaocho kilómetros por segundo, lo que los convierte en una especie de bala en el espacio. Miles de trozos de satélites pupulan por el espacio 1 el a o S га la órbita geoestacionaria que se encuentra a más de 35 mil kilómetros de altura sobre la superficie terrestre.
El Sr. Douglas Norton de la NASA, manifestó que nunca han estudiado qué tipo de contaminación natural puede causarse en el espacio. Sin embargo, dijo que están observando con radares y telescopios el tipo de material que se encuentra en la órbita, y siguiendo los caminos que conllevan a disminuir dicha contaminación espacial.
No obstante, explicó que para que un objeto se mantenga en órbita tiene que ir a una velocidad de 75 mil o más kilómetros por hora alrededor de la tierra. Esto impide que pedazos muy pequeños no puedan ser detectados por radar ni se pueden seguir. ante el desconocimiento cuantitativo de esta contaminación los juristas consideran la necesidad de buscar los métodos para llevar esos satélites al final de su vida útil con la mayor seguridad posible, recordando la frase del Tratado del Espacio de 1967 que dice. el espacio, la luna y los cuerpos celestes que son patrimonio de la humanidad deben ser utilizados con fines pacificos, científicos y comunicativos.
AS agencias espaciales desconocen hasta el momento la magnitud de la contaminacion del cosmos producida por estos desechos espaciales y aunque el peligro de precipitacion de éstos a la Tierra se dice que es poco, el espacio es un patrimonio común de la humanidad que no debe ser contaminado por las grandes potencias espaciales.
Este tema, que aparenta ser nuevo, fue analizado por los países latinoamericanos durante la Cumbre Espacial, realizada recientemente en Costa Rica. La conferencia que trataría este asunto fue suspendida porque, según funcionarios de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de los ta te 51 Estados Unidos (NASA. no está claro todavía el problema de contaminación que pueden generar estos desechos en el espacio, El Gobierno de Bolivia en particular, pidió que se tomaran las medidas necesarias que preserven el espacio de la contaminación de residuos radiactivos. Recordó que existen acuerdos firmados para la utilización pacífica del espacio; pero. lamentablemente los acuerdos se respetan mientras no surjan intereses lo suficientemente grandes como para dejar de cumplirlos. Qué garantía tenemos de que alrededor de nuestro mundo no estén ya flotando amenazadoras armas brutales. La contaminación se ubicaría en се de de aon es en La oruga que puede acabar con la cocaina lo menos desde los tiempos de los Incas hasta ahora es poco lo que el hombre ha logrado por lo menos para disminuir su existencia en los altiplanos de la América del Sur.
ey Se de as ΕΙ a.
alo ey Siero ay sta an en las ra de vió dos de deLas grandes potencias. y en especial los Estados Unidos, han tenido rotundos fracasos en el combate violento y armado contra la producción de drogas y al control de los narcotraficantes. Cientos de millones de dólares se han gastado promoviendo en países como México, Perú y Bolivia la destrucción por el fuego de las siembras de coca sin resultados favorables. Lo mismo ha ocurrido con el uso de sustancias químicas desde el aire para matar las plantas e incluso con los grandes incendios provocados con materiales similares a los que se usaron en algunas regiones pródigas en producción de drogas en Viet Nam.
En materia de la coca pareciera que la leyenda de que el hombre jamás podrá destruir sus fuentes de reproducción tiene vigencia. Por No obstante el Departamento de Estado de los Estados Unidos de Norte América, según lo que se ha anunciado oficialmente, está desarrollando una investigación con orugas cartepillar Malunya que comen hojas de coca, lo que podría ser quizás el arma más poderosa para diezmar las plantaciones.
Sin embargo, Estados Unidos insiste en que ni tropas ni cartepillars conseguirán que se cese en la lucha contra el narcotráfico en América del Sur. siempre que se cuente con la petición del país en cuestión.
5ximes tra Una oruga carterpillar Malunya sobre una hoja de coca. Las investigan en Estados Unidos como el arma más poderosa para acabar con las plantaciones de coca, cuya hoja devora esta oruga a todo diente.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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