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La Para un República, dia especial DOMINGO SECCION 12 PAGINAS DOMINGO DE ABRIL DE 1990 Sor Lucía y los tres secretos de Fátima Se burlan de todo pero ella está avalada por el Papa.
Se revelan los dos primeros secretos a todo el mundo.
Juan Pablo II tiene el tercer secreto y no lo revelará.
Por Santiago Martín (Tomado del ABC de Madrid)
mandamientos de la ley de Dios tal y como fueron dados por El al inicio: No matar. No cometer adulterio. No robar. No dar falso testimonio contra el prójimo. No desear la casa del prójimo. no desear su mujer. ni cosa alguna que le pertenezca. Amarás al Señor tu Dios. amarás a tu prójimo como a ti mismo Sor Lucía, en estos años aunque se ha sabido sólo ahora. envió varias cartas sobre el discutido asunto de la consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María.
En una de ellas, que publicamos a continuación, se revela que Sor Lucía habló, después de la consagración hecha por Juan Pablo Il el 13 de mayo de 1982 en Fátima, con el Nuncio Apostólico en Portugal, haciéndole saber que la consagración no debía ser considerada aún como efectuada según los deseos de la Virgen. El Papa la repitió dos años después en Roma. En todas esas cartas, la vidente de Fátima insiste angustiadamente en la necesidad de la unidad de la Iglesia en torno a su cabeza visible, el Papa. La carta que sigue está fechada en Coimbra el 21 de noviembre de 1989. Parece que usted ha leído lo que digo en mis memorias, pero no lo que he escrito en la carta a Su Santidad Pío XII el de diciembre de 1940. Debemos tener en cuenta la inmensa bondad con la que Dios comprende y responde ante las dificultades en las que tantas veces nos encontramos y que nos impiden, aunque estemos llenos de buena voluntad, realizar lo que queremos. petición de la Virgen hecha a Sor Lucía en Fátima, para que se rezase el Rosario y se hiciese penitencia solicitando la conversión de Rusia, ha sido objeto de desconfianza y hasta de burla, incluso dentro de la Iglesia. Ahora, con los cambios ocurridos en en Este opeo, en los que tanta importancia han tenido los sentimientos religiosos y tan importante ha sido la figura de Juan Pablo II, son muchos los antiguos escépticos que se dicen a sí mismos: Quizá Lucía tenía razón. He aquí, como testimonio vivo, la primera manifestación, después de años de silencio, de la mujer anciana hoy, adolescente en 1917 que escuchó aquel mandato a la Virgen y que lo ha defendido con tesón.
Las declaraciones de Sor Lucía responden a una intervención de Juan Pablo Il contestando a una periodista portuguesa sobre la posible atribución a María de lo que está ocurriendo en los países comunistas. Ciertamente dijo el Papa. esta creencia, esta confianza de la gente en la Virgen, es teológicamente justificada, porque sabemos bien que Ella es la Madre de los hombres, de los pueblos. lo que ahora se Rusia, en la parte oriental o centro oriental de Europa, es ciertamente para respetar los derechos humanos. Entonces, podemos atribuir esta solicitud a la Madre. En este sentido, teológicamente, se puede aceptar la convicción de los portugueses y de muchas otras personas. Es evidente que las revelaciones privadas de Fátima están de acuerdo con la doctrina de la fe. Sor Lucía, desde su carmelo de Coimbra, con fecha de 19 de febrero de 1990, responde así. Estoy completamente de acuerdo con cuanto ha dicho el Santo Padre Juan Pablo II. Creo que se trata de una intervención de Dios en el mundo, para librarlo del peligro de una guerra atómica que podría destruirlo. de una llamada insistente a la humanidad para que tenga una fe más viva, una esperanza más confiada, un amor a Dios y al prójimo más activo en el mutuo respeto por la dignidad, los derechos y la vida de la persona humana, con la observancia de los Así, en la carta citada, he dicho: Nuestro Señor nunca ha dejado de insistir en esta petición, prometiendo recientemente si Vuestra Santidad se digna hacer la consagración del mundo al Corazón Inmaculado de María, con especial mención de Rusia, y ordenar que en unión con Vuestra Santidad, al mismo tiempo, lo hagan también todos los obispos del mundoabreviar los días de tribulación con los que decidió castigar a las naciones por sus crímenes, a través de la guerra, el hambre y las diversas persecuciones a la Santa Iglesia y a Vuestra Santidad.
Esta consagración. continúa diciendo Sor Lucía en la carta de Coimbra de 1989 fue hecho por Pío XII con una mención velada, aunque entendida por Dios, de Rusia; pero le faltó la unión de todos los obispos del mundo, y puesto que esta consagración es una llamada a la unión con todo el pueblo de Dios, este aspecto era indispensable. Posteriormente, han repetido esta consagración los Papas que siguieron a Pío XII, pero más o menos en las mismas condiciones, faltando la unión con todos los obispos del mundo.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
Este documento no posee notas.