Edgar Zúñiga expone sus esculturas TIEMPOS DEL SIDA Relatos de la vida real Edgar Zúñiga Jiménez, el famoso escultor alajuelense ex sé Figueres del Banco pone en la Galería Jo Popular.
JEJORES CONUDAS CON SALCHADOR XTI AJI NO MOTO Su obra actual. es más reposada, más cercana a las formas naturales dice Luis Ferrero. Ahora encuentro a Edgar Zúñiga adentrándose y encontrando su propio rumbo. Sin embago, no es un vuelco repentino, no es una mudanza súbita agrega sino un proceso doloroso de su renovación.
Zúñiga nació en Alajuela en 1959. Se inició en la escultura en el taller de su padre, en 1966.
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de su José León Sánchez Escribir un libro es fácil.
Tratar de hacer presente un buen libro es algo que va por los caminos de la virtuosidad, Escribir una obra que debe de llegar hasta lo más íntimo en los pliegues de la vida misma, es un reto que pocos escritores afrentan y un mínimo termina por presentar.
Este es el último caso de la periodista Myriam Francis.
Es entre las páginas de este periódico donde inicia esta periodista una gama de luchas que ya el tiempo las ha ido olvidando.
Pocas personas recuerdan su grito sobre los niños sin medicina que ha de terminar con esa aurora boreal de bondad que se llama el Hospital de Niños. Ella escribió la idea y otros partieron el corazón.
El SIDA es algo que está en nuestra mente como una enfermedad de terror, muy dura, pero algo que no me puede pasar a ml.
Leyendo el libro de Myriam Francis nos abocamos a una ventana enorme con aristas horizontales en las que al final del camino terminamos pensando que sí, que eso me puede pasar a ml, a la esposa, al hijo. y que en verdad, a veces, no basta la risilla amena al esquinear la aventura.
El médico, el enfermo despistado, la chiquilla que vende su cuerpo, la vida que todavía no emerge, el don Juan eternizado de noches de farra y de amor, el sexo sin freno hasta lay inocente esposa, todos ellos van desfilando por las páginas de este libro que nos ha escrito Myriam Francis, en la misma forma en que se suelen escribir los ucases de la eterna enfermedad.
Ha tenido buen tino la Editorial Euroamericana en darnos esta obra que esperamos sea leída hasta en voz alta por los profesores en aulas escolares y universidades.
Es entre las páginas de este libro donde uno se da cuenta, así con toda la crueldad que el tema mismo nos demuestra, que nosotros todos, como sociedad, dentro de un sistema infesto de improvisaciones, vamos esquinean do morbosas realidades cuyos finales sabenal más amargo de todos los amargos.
También entre estas páginas notamos lo indefensa que se encuentra la sociedad misma hombre, mujer, niño. cuando un enfermo del SIDA convierte su drama en el dolor mismo de otras víctimas inocentes.
Alguna vez leíamos que el SIDA no es sino algo de gente rara, de personas que se esconden en las esquinas de las noches.
En este libro nos damos cuenta de que eso ya no es válido.
Myriam Francis nos da más en esta obra que mil programas de televisión. es que cuando terminamos de leer cada uno de los capítulos, nos hemos sentido en un abandono incierto.
Es una obra para pensar y quizás para llorar un poco con la gente que vive y que muere entre las páginas de este libro.
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