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LA REPUBLICA. Lunes 17 de setiembre de 1990 A Perspectivas El tema de la profesionalización de la diplomacia costarricense, discutido y comentado en y reiteradas oportunidades por la opinión pública nacional, ha vuelto a salir a la luz con ocasión del primer aniversario del Instituto de Servicio Exterior Manuel María de Peralta.
Dr. Bernd Niehaus Ministro de Relaciones Exteriores Celebramos el mes de la Patria, ocasión oportuna para meditar sobre nuestros lo gros a lo largo de la historia, y fijar nueDAS metas.
Prof. Flory Soto Valerio Diputada.
Vicepresidenta de la Asamblea Legislativa Hay que profesionalizar la diplomacia UNIDAD NACIONAL: IMPERATIVO DEL NUEVO CICLO En esa oportunidad, el Gobierno de la República anunció que a partir del de se tiembre de 1990, los nombramientos remunerados o ad honorem con el Servicio Exterior de la República se harán con base en la previa evaluación de una Comisión Calificadora, hecho que ese periódico comentó en su editorial del 30 de agosto, titulado Un decreto a destiempo.
Se debe aclarar, en primer término, que esta comisión. creada por el Estatuto de Servicio Exterior, Ley vigente desde 1965está funcionando desde fines de 1989, y la actual administración lo que ha hecho es asignarle la responsabilidad de evaluar y seleccionar aspirantes de modo efectivo, la Comisión, cabe agregar, está integrada con criterio pluripartidista, y debe cumplir sus funciones con base, estrictamente, en la conveniencia nacional y de acuerdo con las leyes y reglamentos que la regulan.
El Ministerio concuerda, en lo sustancial, con las inquietudes expuestas en el editorial. La remuneración del Servicio Exterior no guarda proporción con las responsabilidades que le competen y muchas veces hace que sea sumamente difícil que cumpla su función con decoro y dignidad. El afán de economizar en esta materia, las más de las veces, redunda en situaciones humillantes para los funcionarios y para el país, y perjudica seriamente los horizontes de la actividad diplomática. Por ahorrar un poco en salarios o gastos, el país arriesga posibilidades de cooperación en el campo técnico, cultural, financiero y político. Sin embargo, y las decisiones sobre esta materia no corresponden a la Cancillería, como parece deducirse del editorial, sino a la Comisión de Asuntos Hacendarios y, en último término, a la Asamblea Legislativa.
También coincidimos con el criterio del editorialista en que el problema central del Servicio Exterior no radica tanto en los recursos que se le asignan que son, debe insistirse, insuficientes. sino, sobre todo, en la calidad del personal y en la inestabilidad que preside su situación laboral. Existe de sobra consenso en el país sobre la urgencia de contar con una diplomacia protesional, integrada por personal de carrera, cuya preparación académica y experiencia progresiva. en nuestras misiones y en la Cancillería aseguren un desempeño óptimo de los cargos.
El actual gobierno tiene la firme voluntad de realizar ese objetivo. este respecto debe destacarse que la nueva Administración ha respetado el esfuerzo de su predecesora planteado desde el año de 1979 en un proyecto de ley sometido por el entonces Canciller Rafael Angel Calderón Fournier a la Asamblea Legislativa en el sentido de crear un Instituto de Servicio Exterior, y hará cuanto esté a su alcance por fortalecerlo, darle un marco jurídico adecuado y convertirlo en la única vía posible de acceso a funciones diplomáticas remuneradas en el exterior o en la sede del Ministerio.
Mientras ello no sea posible el Instituto cuenta apenas con un ano de funcionamiento y 21 estudiantes. creemos que el decreto, antes mencionado, contribuirá a mejorar la calidad del Servicio Exterior.
Es oportuno recalcar, además, que el decreto se ha emitido aunque no el de mayo de 1990 como quizá hubiese sido lo deseable, si a escasos meses de iniciada la administración. Esto significa que cualquier vacante que surja en el servicio exterior en los próximos cuatro años, y todos los nombramientos ad honorem, serán llenados con base en criterios de legalidad y de conveniencia nacional. pesar del escepticismo del editorial, creemos que es un paso importante. Si esta práctica llega a institucionalizarse, a convertirse en el único procedimiento válido para el ingreso al Servicio Exterior. Consideramos que no será tan sencillo para la Administración que se inaugure en 1994 el echar marcha atrás, en especial porque, ya para entonces el Instituto de Servicio Exterior contará con graduados.
En reiteradas oportunidades, dentro y fuera de la administración pública, he manifestado insistentemente mi criterio en pro de una profesionalización de la diplomacia.
Actualmente se encuentra en la Asamblea Legislativa un proyecto de ley cuya aprobación permita consolidar definitivamente los esfuerzos iniciados y poner punto final a ese Servicio Exterior improvisado y, las más de las veces, inconveniente, para sustituirlo con la diplomacia que nuestro país merece. El Poder Ejecutivo espera que los señores Diputados de todos los partidos, con patriotismo y visión de futuro, contribuyan, de modo efectivo, a que esta sentida aspiración se convierta en una realidad.
La Patria representa el territorio que nos vio nacer, representa nuestro hogar en el más amplio sentido del término; pero sobre todo es su gente, sus hombres, sus mujeres, sus niños y ancianos, sus adolescentes, los miles de costarricenses que día a día han ido construyendo esta tierra de paz y democracia.
Costa Rica nació pobre y trabajadora; nuestros abuelos, labriegos sencillos, fueron formando un pueblo que basó su economía en la agricultura, que escogió el diálogo como medio para resolver sus conflictos, y la justicia social como forma de vida.
Heredamos un país sin ejército y un código laboral inspirado en los más altos principios cristianos, la doctrina social de la Iglesia.
Sin distingos políticos los costarricenses no sólo hemos preservado esa herencia, además hemos impulsado una serie de obras que nos permiten transitar hacia el bienestar y el desarrollo. Importantes logros hemos alcanzado a lo largo del tiempo: un Estado de derecho, respetuoso de sus instituciones, niveles importantes prácticamente en todo el territorio nacional.
Sin embargo, con el tiempo han surgido también nuevas necesidades, a la par del fortalecimiento de nuestras instituciones se formó un aparato estatal gigantesco, que se ha constituido en una carga para la producción y freno para el crecimiento económico; con el desarrollo de nuestras ciudades se fueron descuidando nuestros pueblos; políticas erróneas han perjudicado la agricultura y pro vocado el empobre cimiento de miles de campesinos; con el crecimiento de la población se han agudizado los problemas sociales y deteriorado los valores morales; la familia, que es base de nuestra sociedad, se ha ido debilitando paulatinamente, al punto de que actualmente el 39 por ciento de los niños nacen fuera de matrimonio.
El Presidente de la República ha fijado los principales objetivos de su Administración: Reforma del Estado, con el propósito de reducir su tamaño y hacerlo más eficiente liberando recursos para el fortalecimiento de la producción, con el consecuente crecimiento económico y la generación de empleo; fortalecimiento y modernificación de la agricultura, sobre la base de que nuestro país ha sido, es y debe seguir siendo un país agrícola.
Esto permitirá dirigir la mayor cantidad de recursos a las zonas rurales, de tal manera que se alcance un desarrollo equilibrado entre el campo y la ciudad; impulso de políticas sociales que permitan una vida digna a la familia costarricense y la defensa y protección a ésta, mediante la creación del Instituto de la Familia.
La Costa Rica de hoy fue forjada ayer con el aporte de todos, dirigentes políticos de los diferentes partidos, empresarios y trabajadores campesinos y profesionales; la Costa Rica de mañana debe construirse hoy, también con el esfuerzo de todos.
En el mes de la Patria los costarricenses nos unimos para mostrar nuestro fervor cívico, aprovechemos la ocasión para unirnos en la construcción de la Costa Rica del futuro. Costa Rica o Costa Pobre. Será que siempre, como una profecía, se repite en la historia de Costa Rica la época de vacas gordas seguida por una de famélicos cuadrúpedos?
Pareciera que así es, y la transición ha sido violenta.
Hasta mayo, de este año, los costarricenses nos sentíamos casi seguros de vivir en un país en vías de desarrollo, con posibilidades de crecimiento y estabilidad económica. Un ánimo de pujanza nos acompañaba hasta esa fecha y, aunque se sabia que que daban muchas cosas por resolver y que, por supuesto, el bienestar no se extendía a toda la población, lo cierto es que sí existía un clima de confianza hacia el futuro del terruño.
Pero, a partir del de mayo, todos hemos sentido que la zoMariana Led Coordinadora de Perspectivas zobra se apodera de este país y, como en una secuencia de pesa dillas, se nos vinieron encima una serie de situaciones que tienen Por otra partes, las gremios comienzan a reaccionar con mayor agresividad ante los ajustes de precios, pero pocos o ninguno quebrado el ánimo nacional.
Mientras los dirigentes de los dos partidos mayoritarios se enen salarios, que se han dado en estos meses. Lógicamente, la paciencia se agota cuando el bolsillo empieza a vaciarse y cualquiera frascan, en enardecidos debates sobre quién tiene la culpa de todo de nosotros ha vivido, en este tiempo, la experencia de que la plata esto, si el gobiemo anterior por no tomar las medidas antes, o éste alcanza para la mitad de cosas que un año atrás.
por irse a los extremos, ahí estamos el resto de ciudadanos volte Esto, para cientos de familias, es decidir si se pagan recibos y ando la cabeza de un lado a otro, cada vez más confundidos.
alquiler o se come. Así de simple y triste.
Ante la advertencia de que la crisis se agudizará más, los priVistas las cosas de esta manera es que se confirma una esmeros signos de pánico han aparecido y no sólo es de esperar una pecie de premonición sobre la ya casi lajana época de las gordas.
considerable fuga de capital buscando la seguridad de los bancos Casi parece necesario revisar la posibilidad de ir cambiando en el exterior, sino que, ante un panorama económico incierto la inel nombre de este querido país por el de Costa Pobre, más aproversión extranjera, tan buscaba y deseada, empezará a dar mar piado a lo que se vislumbra como nuestra cercana realidad.
cha atrás.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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