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LA REPUBLICA. Martes noviembre de 1990 15 Perspectivas POLITICO POLITICO Jaime Delgado Politólogo, Universidad Nacional Dinastías Por Alfonso Chase Escritor. Presidente de la Asociación Nacional de Autores.
Está de más decir que uno, habitante de los Hatillos y con un apellido sin encanto y sonoridad, no podrá nunca más aspirar a un puesto de y dirigencia importante, a una representación pública de postín.
Carazo y Calderón. Es posible comparar?
en ue det TIC UC el No es fácil hacer una comparación de dos personalidades políticas nacionales. Aunque algunos indicadores, sobre todo aquellos que se incrustan en la mente de la gente, los puedan igualar, las administraciones de don Rodrigo Carazo y de don Rafael Angel Calderón son distintas.
10 le a dirigir los destinos de la patria, vaya obsecación, pues no pertenece a los nombres dinásticos que se han ido entronizando en los últimos cuarenta años, y que dimanan del derecho divino de tener recursos, relaciones, prosopopeya sanguínea, significación semántica, más que el propio talento, que a veces es produeto del esfuerzo y nunca de la cuna.
Este fenómeno, que contradice el desarrollo democrático del país, es una realidad que se palpa en cada campaña, donde cada vez son menos los Chinchilla, los Angulo, los Ureña, los Chaves o los Chavarría, que podrían aspirar a una representación real; por no tener asidero en la nomenclatura que se baraja para decidir los destinos del país para los próximos veinte años. es que las dinastías, producto de la imposición, muchas veces, de la suerte las más, o del dinero y las relaciones sociales, parecen haber echado raíces muy fuertes en la mentalidad nacional, donde las gentes se dejan llevar más por un apellido que por el talento, el esfuerzo, los planteamientos serios, o de ideas, y sueñan con llevar al solio presidencial a los descendientes de alguien, antes que a su inmediato vecino, o aquellas personas que no pertenecen a la rosca de los apellidos, como que proceden, por derecho ajeno, de quienes han conformado la vida política de nuestra patria en los últimos años.
Los nuevos apellidos son sonoros, tiene cierta gracia semántica, forman parte de la vida cotidiana, por imposición lingüística, y si sigue así la vida política, la próxima contienda electoral sólo será una muestra de apellidos, más que una batalla de ideas.
Nuestros dos grandes partidos son cada día más semejantes. recientemente don Thelmo Vargas, con la ironía y la inteligencia que tiene, a pesar de ser un neoliberal, dirán los obsecados, dijo una verdad real: con las dos mitades de ambos partidos se puede hacer uno, de tan semejante piensan sus dirigentes en la actualidad. Este fenómeno contradice la retórica oficial de que somos una democracia, en donde cualquier ciudadano puede aspirar a la Presidencia de la República, a una diputación o a un puesto diplomático. La nueva tendencia consiste en escarbar en un árbol genealógico de quienes dirigen el país, para encontrar lazos y vertientes que lo conviertan a uno en primo de todo el mundo y, luego de la comprobación real, aspirar a un puesto representativo en la vida nacional.
Pasada la retórica de la meritocracia, de la igualdad de oportunidades, y hasta la de la Igualdad Real, que se ha olvidado rápidamente, entramos de lleno en la concepción dinástica de la vida social y política, que de seguro dominará en los próximos años, donde los delfines, infantes e infanzonas. se dice asi? pasearán su retórica para cosechar votos, apoyo político, caudal financiero, para seguir encaramados en la dirección general del país, entendiéndose entre ellos, barajando posibilidades, mientras nosotros, pobres mortales, sin pedigri, seguiremos soñando en aquellos tiempos en que los hombres y mujeres, por propio esfuerzo y representatividad de la inteligencia, se hacían su propia estirpe, que no tenía que ver nada con los apellidos, sino con la sangre del espíritu expresada en el talento.
20 a poco no. don Cleto nació descalzo, a don Alfredo González le decían Chinilla y don Ricardo Jiménez se carcajeaba de las genealogías, afirmando que sólo para cruzar vacas sirven.
Pero aquellos eran otros tiempos, no tan hermosos como creen algunos, y ahora viene el tiempo de las dinastías, contradiciendo el desarrollo lógico de la institucionalidad del país, y la misma esencia de nuestra vida democrática, para hablar con palabras serias y dándole la relevancia majestuosa que el fenómeno requiere.
11 se a.
el He OS TC of 1POLITICO No estoy en campaña Bibelsericas Ge Lic. Elías Soley Gutiérrez Licenciado en Derecho. UCR; analista de temas sociopolíticos.
10 Genegal Bibliolec HEMEROTECA S Con las mismas palabras con que institulamos este comentario, respondió el señor Presidente de la República al Secretario General del Partido Liberación Nacional, Dr. Wálter Coto Molina, después de que éste hiciera un fuerte ataque a las políticas que tanto en lo social como en lo económico, han iniciado las autoridades del Gobierno socialcristiano que encabeza el Lic. Rafael Angel Calderón Fournier.
Me arriesgo a decir diferencias y similitudes en tomo a los aspectos de carácter internacional, la vida interna en el equipo de gestión y la actividad de la oposición.
En primer lugar, las gestiones de gobierno son diferentes porque la administración de Carazo fue bastante nacionalista; esto es muy importante cuando las presiones del pretendían, como ahora arrasar con la vida económica y social costarricense. Don Rafael Angel es muy condescendiente con los organismos financieros internacionales. Aunque a don Rodrigo se le acusara de neoliberal, muy lejos estaba de serlo. Más bien, fue el último estadista que goberno para la defensa de la estructura estatal en contra de los ataques del sector privado. Pero fue el primero que gobernó ubicando al país en la pa.
lestra internacional: su gran obra, la Universidad para la Paz, aún no ha sido emulada.
Los asemeja la crisis de los hidrocarburos y con ésta, las consecuencias que trajo en el costo de la vida. En ambos casos el enfrentamiento de los problemas coyunturales les produjeron tropiezos. Pero más que eso, el problema fue el equipo de gobierno de uno, sumamente heterogéneo. La vida y práctica política posterior de algunos de sus ministros demuestran lo que digo.
No se ve, en la Administración Calderón ningún prospecto de dirigente nacionalista al lado de los movimientos populares y de liberación nacional del continente. El equipo de Calderón es mucho más homogéneo y más claramente comandado por los neoliberales. Mientras Carazo se batió entre los defensores del Estado y la justicia social contra sus detractores, en el actual Gobierno hay posiciones menos populistas y más fiscalistas.
En cuanto a la oposición, a Carazo le tocó gobernar frente a una muy consolidada y sin fisuras. Calderón encuentra un PLN muy fisurado y con poca autoridad moral para enfrentarlo.
Además, Calderón tiene más control del legislativo del que tuvo Carazo. No obstante, en ambos casos, la actividad del oposicionista es abiertamente politiquera en función de las elecciones próximas. En ambos casos, en el PLN vale más partido que pueblo.
Sin embargo, lo que la gente ve son incrementos en el costo de la vida, que puede percibir directamente y matizados por lo que le alimentan los medios de comunicación masiva. El chiste y la propaganda que agita consignas y se aprovecha de la injusticia distributiva, muy poco tiene de interés en la justicia, sino en el fortalecimiento de la oposición. Con poca memoria, la gente olvida que el ascenso al poder de estos gobiernos (de ambos) se debió más a razones morales fundadas en la corrupción del liberacionismo, que a razones políticas centradas en la experiencia de Gobierno. Cada vez más, la agitación politiquera hace volver los ojos al pasado, como si fuera siempre mejor inmoralidad e injusticia a cuentagotas que honestidad y patriotismo en un caso, o bien, una expectativa populista envestida de neoliberalismo, en el otro.
Por las características propias de la crítica lanzada por el Dr. Coto Molina, así como por el carácter de la respuesta presidencial, creemos necesario plantear las siguientes consideraciones para el estimado lector de Perspectivas.
Durante las celebraciones del 39 aniversario del Partido Liberación Nacional fueron formuladas, como era de esperarse, fuertes críticas al gobierno del Lic. Calderón Fournier. Digo como era de esperarse, porque en los últimos meses el liberacionismo ha estado sumido en la tarea de reorganización interna, de reforma estatutaria y de depuración de sus estructuras, lo que evidentemente le ha restado tiempo y energía para analizar y diagnosticar la labor del actual Gobierno de la República. Entre las críticas al Gobierno, la prensa escrita resaltó las palabras del señor Secretario General, quien enfatizó su análisis contra lo que denominó matonismo policial y contra una desacertada política económica por parte del Gobierno que tiene a los costarricenses angustiados, preocupados, llenos de incertidumbre.
Como era de esperarse también, los señores periodistas corrieron a buscar el criterio contrario, recibiendo del Presidente la respuesta de no estoy en campaña, estoy gobernando el país, y ahí se quedó la respuesta.
Es importante resaltar que, si bien el señor Presidente pudo sentirse lastimado por el tono enérgico de la crítica que se le lanzaba, debió analizar abiertamente la situación y aprovechar para dirigirse al pueblo, el cual sin distingo de bandera política está actualmente sumido en la incertidumbre, en la desesperanza, y con un gran miedo por el futuro. Sin cuestionarnos en esta oportunidad si la labor gubernamental ha sido equivocada hasta el momento, lo cierto es que el costarricense vive cotidianamente un ambiente de contradicción e incertidumbre; noticias que afectan el nivel social del ciudadano son pan nuestro de cada día, así como promesas de parte de funcionarios del más alto nivel político en el sentido de que no se hará más aumentos; criterios económicos, politicos y sociales se enfrentan día a día en esta administración, lo que contribuye aún más a duplicar la incerteza en el ciudadano.
Con todo respeto para el señor Presidente, creo que la crítica lanzada por el Dr. Coto Molina, el pasado 12 de octubre debe, ser contestada seriamente. No es con un Ministro de Información o con un asesor de imagen que va a recobrar (si cabe el término) la confianza y la popularidad en el costarricense. Es con el diálogo, con la explicación, con sinceridad y, sobre todo, con paciencia que se logra convencer a las masas populares. Hoy todos palpamos, en los diferentes lugares de nuestro país, un profundo desconcierto; a nivel económico se sienten ya los primeros vientos de una recesión; a nivel social las fuertes medidas tomadas han afectado directamente a las clases más pobres, el hampa pulula por todos los lugares de nuestro país, el hambre y la miseria están calando y hondo en el ánimo del cuidadano costarricense; a nivel político, las contradicciones del equipo económico con el social en el seno mismo del Gobierno, dejan mucho que desear del futuro del como agrupación políticamente consolidada.
Todos estos problemas estamos seguros que no escapan a la atención del señor Presidente. Sabemos que los mismos deben tener muy acongojados a los representantes del Poder Ejecutivo y que deben encontrar una respuesta pronta para el ciudadano. Empero deben tener en cuenta que un Partido de oposición, como en la actualidad le corresponde al debe ejercer su labor patrióticamente, con seriedad y profesionalismo; ello se alcanza no sólo dándole la razón a los gobernantes cuando así lo amerite, señalándoles cuándo van por buen camino, sino también señalando cuándo su política es equivocada, criticando vehemente y constructivamente sus actuaciones hasta lograr lo mejor para el pueblo.
Desde hace varios meses venimos oyendo críticas similares a las formuladas por el provenientes de diferentes e importantes sectores sociales; de ahí que llamemos la atención en el sentido de que la inquietud planteada por el Dr. Coto es un común denominador social, que día a dia acrece, y que si no se trata con seriedad y oportunamente poy dría empeorar con consecuencias muy peligrosas para la estabilidad política y social en Costa Rica.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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