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OTRA VISTA DEL ASILO CHAPUI La gravedad de ñor Valentín era pública y notoria. Un día pidió que le llamasen dos amigos suyos, presta mistas, para un asunto que él llamó de vital interés. Acudieron presurosos los llamados al lecho del enfermo, y éste con esa soz pausada y debil del que está próximo entregar su alma Dios, les pidió como última voluntad que se acostaran en su mismo lecho, la derecha uno y la izquierda el otro, de manera que quedara él en medio. Aunque mostraron sorpresa grande por capricho semejante, no se atrevieron pedir explicaciones ni variar su última voluntad. costáronse conforme su indicación y una vez qne estuvieron acomodados, el moribundo, haciendo un esfuerzo supremo de modo que lo operan los demás presentes, dijo:Gracias te doy Dios mío, porque me vas a dejar morir como tu sacrificado bijo Jesucristo en medio de dos ladrones. Según los datos que he pridido recoger y que se refieren esta originalisima broma, tanto los que se prestaron gustosos a hacerle compañía en su lecho, como los demás que se hallaban presentes, no pudieron presindir de romper en estrepitosas carcajadas, con gran perjuicio del enfermo que se encontraba en un estado de suma debilidad.
La suerte quiso que aquella larga y penosa dolencia no lo llevara la tumba, volviéndusele ver ñor Valentin poco tiempo después por las calles de San José, rebosando salud.
De él fné éxte original petardo que dió una de las personas más acomo.
dadas de aquel entonces, llamada don Baltasar no sé cuantos: nor Valentín era pobre de solemnidad y vivía en un ranchito miserable cubierto de hojas de plátano. Un dia notó que dos carretas cargadas de teja de barro, iban pasar por el frente de la casa de aquel acomodado caballero. el 10 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregon Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica