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IDEAL Siempre en pos de quiméricos anhelos, mi alma soñadora ha quedado prendida de una visión radiosa de los cielos.
Es la deidad gentil que me ena mora, cándida flor de divinal esencia.
que su corola entreabre estremecida los rayos primeros de la aurora. Oh ensueño venturoso de mi vida: estrella rutilante que, de la noche en la apacible calma.
alumbras y ennobleces mi existencia con el fulgor purísimo de tu alma. Jamás he contemplado su angélico semblante, ni tímido sus plantas ha llegado el clamor de mi acento, aún más sentido cuanto más distante. En mi indecible afán, no sé qué diera por contemplar siquieraextático sus plantas y de hinojosde esa niña adorable y hechicera los negros rizos y sus grandes ojos. veces, insensato, mi espíritu la evoca, mirando embebecido su retrato: y al mágico poder de sus hechizos, remóntase hacia el cielo, buscando siempre en su infinito anlielo sus grandes ojos y sus negros rizos.
Mas ¡ay. en miausia loca, por lograr mi deseo.
en vano desespero y forcejeo, cual otro Prometeo encadenado la inclemente foca. EMILIO PACHECO COOPER 485

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