Guardar

dos días.
mo una negación de la justicia de Dios, cuando quizás no es más que una demostración evangélica.
Allí quedó un socorro, para el momento, y la promesa de volver a los volví. y el cuarto estaba vacío.
Indagué, pregunté y sólo supe, que apenas recogido el cadáver por el carro de los pobres, el dueño de la finca, persona respetabilísima, liabía puesto en la calle al infeliz padre y al hijo que halló, al abrir los ojos la vida. hambre y desamparo en vez del calor y del alimento maternal.
Confieso que me preocupó eso algunos días y añado que casi no lo lay en que no lo recuerde al ver mi lijo, al que fue bautizado después. Qué ha sido de aquel ángel, que si vive le será difícil explicarse por qué vive? Qué ha sido del padre?
Yo no lo sé y quisiera saberlo.
Doce años próximamente tendrá el muchacho y se llama. ya se puede suponer como se llama teniendo en cuenta quien lo apadrino.
Sirvan estas líneas de pregón por si alguien da con él. Quisiera verle, preguntarle y saber por el cómo nace en el corazón de un niño el gérmem del amor del odio al prójimo. Debe ser curioso.
que el otro.
CESAR NIETO Barcelona, 23 Junio 1904 Para Isaías Gamboa Hayat. pero ririris Colex Krabiex Como el rayo de luz que lento espira envuelto de la tarde refulgente en los celajes, tu radiosa frente se oculta en los laureles de tu lira.
Duerme poeta! el viento que suspira entre el ramaje del ciprés doliente.
arrullará tu sueño eternamente con la terneza que tu estrofa inspira.
Descansa. ol bardo para siempre ido!
que el ave negra del dolor mundano no turba rá tu sueño, ni el olvido opacará tus límpidos fulgores.
El ángel del recuerdo pondrá ufano sobre tu marinol encendidas flores. CARRASQUILLA MALLARINO San José, Agosto de 1904 503

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