de en biendo socorro sin cesar y debiendo reunirse ellos un ejército de cien mil prusianos, quince días más tarde.
Pero las maniobras y los pasos de Napoleón les inspiraron tanta audacia, que estaban impacientes por atacar: era tal su confianza, que no trataban ya de derrotar al ejército francés, sino de cercarle y hacerle enteramente prisionero.
En fin, Napoleón detuvo el movimiento retrógrado de sus tropas, tomó posiciones en las llanuras de Austerlitz y concentró todas sus fuerzas en el terreno que había elegido de antemano. Entonces los austriacos rusos dejaron sus posiciones y empezaron su movimiento de avance, con sumo gozo de Napoleón, pues gracias a su amabilidad y prudencia, se le adelantaban los enemigos hacia el terreno escogido por él.
Estos operaron un movimiento de fianco para dar la vuelta a la derecha de los franceses, atribuyendo al temor la inacción de los mismos, que en nada turba ban las maniobras de sus contrarios. Las masas rusas y austriacas se desplegaban con el mayor orden y era un magnífico espectáculo ver en aquellas densas columnas de infantería, resplandecer sus cien mil bayonetas.
Diez y ocho horas duró el desfile del ejército austriaco ruso, y entre tanto el de los franceses, permanecía tranquilamente en sus posiciones dejando operar sus enemigos sus temerarias evoluciones. Napoleón tenía elegido su terreno demasiado bien para ceder una sola pulgada, y queriendo al contrario dar más seguridades sus enemigos, aumentaba su confianza dejándoles ojecutar, sin quemar un cartucho, aquel desarrollo de columnas que facilitaban excelentes ataques de flanco, y mandó Murat, Comandante de su caballería, que fingiera hacer algunas escaramuzas y volviese bridas prontamente.
De este modo su prudencia lo preparó todo para alcanzar la victoria que su genio decidió al día siguiente. La batalla de Austerlitz es una de las hazañas militares más gloriosas de la historia del Imperio francés.
ро Cu ble de en. rei yr de: Ca cas sin Ca TH. BARRAU.
qu de co Postal Señorita Sila Reneta Myerston Tú que atesoras los excelsos dones De un alma hecha de luz, candida y pura, Que ignoras de la vida las traiciones, Que de la vida ignoras la amargura; Lleva al cielo tu plegaria santa Por los tristes, nostálgicos cantores, deja que al pasar ponga a tu plauta Mi ramillete de modestas flores.
DAVID CHUMACEIRO Tu nombre Al tibio rayo de la casta luna Que las dormidas ondas blanqueaba, Escribió mi bastón de peregrino Su nombre en las arenas de la playa. Se no er dd Batió iracundo el vendabal del Norte Sobre las ondas sus potentes alas, su nombre grabado en la ribera Ay! lo borraron las turgentes aguas.
11 raro del amor que de mi vida El candido horizonte iluminaba, El destino grabó su dulce nombre De mi mente en las páginas sin mancha.
Rugió dentro mi pecho la tormenta, Perdi la paz de mi serena infancia, el ala de los tiempos, voladora, Su caro nombre me arrancó del alma.
Hoy suspiran las ondas, si gimiendo Busco su nombre en la desierta playa, al buscarlo en mi mente, me contesta Con honda queja suspirando alma.
RAFAEL TAMAÑO Postal Para la señorita Zúñiga En el jardin de la vida hay una flor verde y pura en quien cifra su ventura más de una ilusión perdida.
Es la flor que solo alcanza el que con fe en ella espera jes verdor de primaverx!
es la flor de la esperanza!
LEÓN GÓMEZ es SE ית 778