END ora del desaEl Enemigo ie que había yo, llenaría liciosamente sible me alechichas, saresos apetitogullosa y sopaseos, nos arañados se pesura, hasnura ilimitaa mirada se rificadas, se yerba.
as nos regaelo, brillaba queños pande patos na la yerba y semejaban os volátiles.
Me conocéis? Yo soy el príncipe de todas las alegrías: el compañero de todos los goces mundanos, mensajero de la muerte, el príncipe que gobierna el mundo. Yo estoy presente en todas las ceremonias y ninguna reunión tiene lugar sin mi presencia. Yo fabrico los adúlteros, hago hacer en el corazón los pensamientos criminales, mancho los hogares; soy padre de los hijos sin padre, enveneno la raza, traigo el envilecimiento, la depravación, los suicidios, la locura, el crimen en todas las formas imaginables. Yo acabo con las familias, persigo los abuelos en sus nietos, hago perder la vergüenza, la dignidad, el honor, la buena educación. Yo pongo un velo sobre los ojos, sobre la conciencia y hago aparecer la investigación como pasatiempo, la inmoralidad como enLA ORACIÓN tretenimiento, el adulterio De la colección de cuadros de la Libreria Española como conquista galante.
Yo he ganado más victorias que Alejandro, he uncido más pueblos mi carro que Roma, he asaltado más pueblos que Atila.
Yu hago que los maridos se rían de la infidelidad de la esposa agena, trabajando inecios! por la ruina de su propia esposa; por mi causa los jóvenes y los viejos se divierten haciendo epigramas contra la moral y la religión.
Yo hago los diputados, obteniéndoles votos para que hagan leyes que aumenten mi reino, que es de toda la tierra.
Yo aspiro convertir el mundo en un hospital, en un manicomio, en un circo donde estén encerrados tigres, asnos, puercos, alcohones y buitres; quiero sangre, desolación, ruina, liviandades, rencores, guerras, desesperación y blasfemia.
Yo nazco de todas partes, conozco las frías regiones de Laponia y Siberia, las ardorosas de Egipto Italia; yo tengo origen en el trigo, el arroz, el maiz, la cebada, el jugo de la uva, la vid, 809 o parecerse sin llamar sólitos. Sus s, estriados tes y turbasi recta, reas; la boca amorosa; no para co ICIAS. La fina barba a frente, de endas apre