Doctor Francisco Fonseca En Cos rio por mucho sus important Medicina.
El Doct circunstancia acceso, con jero.
Es, ade cia la prensa cas sociales, Página cando el reti presentes sin Sinceramente interesada esta Revista en hacer justicia todo aquello que tenga méritos relacionados con las diversas manifestaciones de la actividad, inaugura hoy su galería de retratos de médicos jóvenes, con el del caballero que motiva las presentes líneas.
Este médico y distinguido amigo nuestro, nació en esta capital el de Diciembre de 1868, siendo sus padres don Malaquias Fonseca y doña Ana Gutiérrez de Fonseca.
Empezó sus estadios en 1875, bajo la dirección de los conocidos educacionistas don Manuel, don Adolfo y don Angel Romero. Continuándolos con toda perseverancia, hizo, en 1880, en el Instituto Nacional, su grado de Bachiller, cuando aquel establecimiento estaba dirigido por el sabio Doctor Valeriano Fernández Ferraz, y cuando formaban el profesorado respectivo los distinguidos maestros Bertoglio, Torres Bonnet, Zambrana, Venero, Pío Víquez, Espinal, Charpentier y otros.
De 1880 Mayo de 1885 fue empleado modelo de la Contabilidad Nacional, siendo Jefe de aquella oficina el inolvidable don Juan Luis Quirós, y al hacer dimisión de su cargo era ya Tenedor de Libros de la mencionada oficina.
Separado de esas funciones salió el señor Fonseca con dirección Alemania, y seis años más tarde se graduaba de Doctor en Medicina en la segunda Universidad de Leipzeg.
En ese acto público fue aprobado por unanimidad después de un examen que terminó con los aplausos de sus profesoEu TX el libro desti ro es que de niencias de La CC americana, franceses pt baño calient que no pued mente corto. Qué el lecho? Ei nunca satin gramos cua altura debe nes deben Con esto y y permane: en la cama.
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Siguiendo siempre en busca de mayores conocimientos se trasladó París, en donde permaneció dos años, visitando Fot. Paynter las clínicas de Charcot, Potain, Dr. Francisco Fonseca Fournier, Dielafoy, Hayem y Grancher, dedicándose con interés especial las enfermedades de los niños y las enfermedades venéreas. Debido esos esfuerzos goza hoy el Doctor Fonseca de gran reputación en el tratamiento de tales afecciones y en el de las del estómago.
Habiendo pasado después Londres visitó, entre otras, la Clínica de St. Guy Hospital, donde, como en las demás, obtuvo siempre las simpatías y estimación de sus compañeros, con quienes desde aquí mantiene cordiales relaciones.
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