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Flor de Mayo alma madi contra la con el rum gentes e Oh (Cuento chino, traducido del francés, para. Páginas Ilustradas. por ALEJANDRO ALVARADO pas en el para que ralización de faculta Muy pront modo que Si quieres aquilatar el oro somételo la piedra de toque, si deseas experimentar la fuerza de un búfalo hazlo canalizar un arrozal, si quieres apreciar un hombre déjalo hablar, si tienes fe en la palabra de la mujer estás perdido; desdichado de tí!
Los relatos femeninos son como engañosas melodías. Deja que los acentos del amor acaricien los sentidos así como el arco roza las cuerdas del violín como los céfiros zuzurran en las frondas, pero debes cerrarles con un sello de laca los oídos de tu razón.
Virgen, esposa y madre, la mujer es un tizón consumido por la envidia. Por qué Ky Dong infortunado no preservastes tu fe de las quemantes picaduras de los celos. Por qué no se cubrió tu cuerpo con el liso tejido de la confianza?
La duda destruye la felicidad como los tifones arrasan las gavillas del arrozal.
El esposo de Flor de Mayo había vivido antes entregado al placer, las caricias y los besos. Estaba tan enamorado que sus labios no podían desprenderse de los de su bien amada y era tan feliz que no se daba cuenta de su dichia.
Tenía su nido escondido entre palmeras y baobabs cerca del estanque azulado bordado de iris en la ciudad lacustre de Nuoc Kinh y su diclia era tranquila como el agua lustral de las pagodas.
Fior de Mayo, la gentil esposa, botón apenas rosado de loto, no había visto aun quince veces cubrirse de sus niveas flores las palmeras.
Frágil como ura porcelana de Cay May, fiexible como una rama de bambú, fogosa como una cabra del Tíbet, poseía además las cuatro virtudes conyugales que los ritos enumeran: docilidad, modestia, discresión en la palabra, amor del liogar.
Arrodajada sobre una estera de Hai Nain amenudo se complacía cantando con voz lenta y quejumbrosa melodías antiguas de cinco notas: para ello se acompañaba de su viola de piel de boa y tocaba los hilos de alambre con sus uñas aguzadas y recamadas de oro: Cam si san su ho.
No concluía uunca su canción en que palpitaban las emociones de ternura, el despertar del corazón, la ansiedad de la espera, la embriaguez de los sentidos, los inextinguibles ardores del amor. el sol que desde la aurora la había sorprendido en sus graciosos ensayos de música se ocultaba en la tarde detrás de las torres superpuestas de porcelana, dejando a la incansable indolente cantadora entregada sus endechias.
Ky Dong vivía trasportado esta vida de ensueño. Nunca durante las noches abandonaba su compañera sino después de haberla mecido en la hamaca de Chu San y de abanicarla largo rato para dormirla. En el día, escondido detrás de un kímono de perlas, fijaba en ella con adoración sus ojos con la inmovilidad de un lagarto que bebe los rayos del sol primaveral.
Pero entretanto en el patio interior de aquel hogar todo verano tiene sus tormentas se escuchaba a la madre de Ky Dong que vuestra 982 mordiscos, Ved K conseguir embargad practicar Ol1 aniquila como filtr familia, hi en matrim mujer de de la espo: hogar el Per bre sea ve tendrá tod Tan Que rando tem Lal moliecer.
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