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invierte fabulosas sumas sólo para comunicar discursos de soberanos y de grandes políticos, y para organizar extraordinarias expediciones científicas y de observación inmediata de lejanas guerras, enviando con ese solo fin vapores comprados al efecto.
Paga espléndidamente a sus redactores, empleados y corresponsales. Su famoso corresponsal en París, Mr. Blowits, muerto hace poco.
fué una verdadera notabilidad en su cargo. Disfrutaba de un haber de poco menos de cien mil francos anuales.
Es nota característica de este coloso del diarismo universal, la seriedad, no acogiendo una noticia cuya veracidad no esté suficientemente garantida.
Esta circunstancia y su alto precio, han contribuido mucho darle importancia extraordinaria, haciendo que el pueblo inglés, de suyo aristocrático, lo prefiera y distinga sobre todos los demás diarios.
Su primer editor en 1785 fué Hon Stoddart, y después lo fué Sir Thomas Barnes. Su primer corresponsal en París, fué el Capitán Edward Sterling, en 1814 que firmaba sus cartas con el título de Velus.
Su editor de 1841 1877, fué John Thaddens Delane. Su actual editor es George Edward Wright.
Aunque con marcadas tendencias a la política liberal conservadora The Times no surgió ni marcha hoy mismo al calor de un gran programa propio no informa sus campañas ningún alto ideal; no empuña el estandarte de ningún propósito avanzado; no representa, en medio de sus grandes elementos de vida y de opulencia (obra sólo de la tenacidad y de los años) ninguna doctrina redentora, ningún principio de amplio progreso, ningún esfuerzo de justicia y mejoramiento para una raza y para la humanidad entera: ningún plan elevado, armónica y uniformemente seguido, en pos de una idea grande y de bien positivamente humano, enaltece sus tareas y sus millones; es simplemente un coloso de información y de industria periodística, con un magnífico tren de variados artículos sobre toda clase de materias, que le hacen, en verdad, sobre manera atractivo interesante; pero cuya grandeza y medios se basan tan sólo en los dineros adquiridos través de más de un siglo de esfuerzos puramente empresarios.
No se ha propuesto, en fin, pudiendo, realizar una obra magna universal y trascendental.
Como la mayor parte de los grandes diarios de la época, carece de verdadero programa y de gran finalidad.
Desde este punto de vista importantísimo, ese coloso es al lado de nuestro periódico relativamente naciente, un pigmeo.
Desde que apareció nuestro periódico se presentó desplegando una bandera inmensa con un programa bien definido y grandioso, cuyas irradiaciones, abrazan dos hemisferios y alumbran hasta el más lejano porvenir preconizando el reinado de la paz y de la fraternidad universal sobre los egoismos nacionales.
Por lo demás, si The Times no pudo tirar cinco mil ejemplares hasta 1814, habiendo nacido en 1785 ¿qué es de extrañar que nosotros en solo seis años que llevamos de existencia, no podamos todavía tirar diariamente el medio millón de ejemplares que hoy lanza la circulación el coloso de Londres? MADUEÑO «Cont la antigua saciones y damental sc Pero Barth, Azca dad, como des, y de en diferentes res, fuerza cede) la Pec ria de impre zan todos favorecen á los más fu Nadie jos la direcc dereclio de favor de la sociedad ái la vida de to da tiempo y nos y de la. cupaciones, extremen su el derecho a la liigiene bién es sacr tectores; y perturbados quienes la humildes an la colectivid perioso y m: ilustrados, de la natura El ho danzas que pasando poi claustro ma efecto de la ga ser per de presiones tos buenos; ción de los la sociedad cada uno de Hasta personas de su tiempo. De El Mundo Latino)
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