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CANTO AL TRABAJO ESPU DON PRÓSPERO CALDERÓN. La vida Cuanto lia hecho enti Cabalg mientos de la fiebre juvenil realidad, se a ilusiones que ¡Pobres Con tu túnica de nácar y con nimbo de topacio, Ya la aurora va surgiendo de su alcázar de arrebol; Se coloran las montañas y las nubes y el espacio las crestas de los mares se abrillantan con el Sol. las citaras del bosque, todas llenas de contento, Cantan himnos que resuenan en la azul inmensidad, el tanido de los yunques, con su són pausado y lento, la fiesta del Trabajo llama a toda la ciudad.
Se alborozan las campiñas, esos cármenes de Ceres, Donde fundan los labriegos la esperanza y su blasón.
Es la fiesta del Trabajo. Ya se abrieron los talleres Donde ensayan los obreros su cantar de redención.
Allí van los que naufragan en el mar de las miserias no sienten de los vicios la terrible tempestad, Alli van los anhelosos de vigor en las arterias, Allí nacen las auroras que fulguran libertad.
Oh Trabajo, tú eres nuncio de la paz y la grandeza, Tú trasminas las montañas do se oculta el oro vil, Tú destierras de las almas la inquietud y la tristeza, Tú redimes y ennobleces al espíritu servil.
Por tus músculos de bronce corre savia de los siglos, Tú demueles los imperios con tus plantas de titán: Las odiosas tiranías, como débiles vestiglos, Se derrumban los soplos de tu aliento de huracán; Tú saludas las auroras en el valle, en las montañas, Donde triunfa la herramienta del robusto montañés; Yo comprendo tus cantares y tus músicas extrañas, Yo comprendo tu grandeza, tu pujanza y altivez. Eres grande, eres vigores, eres lumbre redentora. Tú trasformas los eriales en lozana plantación. Eres ala siempre altiva que les piélagos explora, Eres fuerza en Magallanes, eres numen en Colón. Oh Trabajo! bajo el dombo redentor de tus talleres Encontraron pan y abrigo la Viudez y la Orfandad; En tu espléndido recinto ¡cuántas almas, cuántos seres. Se han bañado en las auroras de tu excelsa magestad.
Es de noche. Calla el yunque sus canciones magistrales, Mas los sabios y poetas, con ardiente inspiración, En las alas del Trabajo, por los campos siderales, Van hallando nuevos mundos en su eterna exploración.
Fot. del Prof. Vosotra dados del mu sonreír de una cuando os ven ta tristeza de Cual im prendente visi mera ruta, ell ¿Por qu zanía, al pech ideales, al per jotescos bríos Pasa, 11 mientras haya gendra, y joli muertas, llora de mai LISÍMACO CHAVARRÍA Setiembre, 1905 (De La Prensa Libre)
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