Guardar

París, nueIr. Thomy valen por extender e tenían el de la Amé.
ÑOS tos esculpidos por los escultores italianos. Si se compara la medida ideal que éstos le dan, con la del cráneo verdadero, éste parece entrecho y mezquino. La dimensión de veinte pulgadas y diez líneas de circunferencia, es de las más comunes. Entre diez personas adultas, más de la mitad tienen veintiuna pulgadas de circunferencia, En suma el cráneo de Napoleón no tiene nada de extraordinario en sus dimensiones, no guardando ninguna proporción con lo que se podría suponer, dado el genio del conquistador.
La viuda de Mr. John Hay, distinguido Secretario de Estado americano, no ha admitido el ofrecimiento que le hizo el Colegio de la Fraternidad, de erigirle una estátua al difunto Secretario de Estado, fundándose en que su esposo tuvo por norma invariable eludir lo más posible todo acto de notoriedad. El señor Rafael Vargas, mejicano, ha solicitado de su Gobierno, patente para un buque submarino de su invención, de piezas iguales las ya conocidas; pero en muchos otros respectos es diferente del que usan actualmente las naciones que poseen esas máquinas de guerra, sien do superior, según el inventor, todas las conocidas en la actualidad.
El Gobierno mejicano se propone hacer experiencias con el submarino Vargas, y, caso de que sea como lo asegura el autor, comprará éste su patente. Los americanos han puesto a la moda en sus estaciones balnearias el baño de media noche; y han encontrado algo mejor, el baño de lluvia: pero éste último no es fantasía, es curación.
En Austín, capital de Texas, no se habla de otra cosa que de las numerosas curaciones obtenidas con el baño de lluvia, que por supuesto ya se sabe en qué consiste en estar de pie, desnudo, y recibir el agua del cielo.
Para las afecciones nerviosas y el reumatismo, este tratamiento es infalible, y ha llegado ser de tal modo popular, que en todos los jardines particulares se han levantado palizadas para que sea posible recibir esta nueva ducha, sin ofensa del pudor y con toda libertad.
UNA ESTRATAGEMA DE ROSTHCHILD. Estando un día comiendo en un club de París el Barón de Rosthchild, oyó decir un caballero que estaba hablando con otro señor. Estoy fastidiado. El otro día presté X diez mil francos, sin recibo, y se ha marchado Constantinopla.
Escríbale usted dijo el Barón. dirigiéndose al que acababa de hablar.
Ya le he escrito; pero no me contesta.
Entonces, amigo mío, póngale usted una carta en esta forma. Señor Fulano de Tal: Cuando los turcos y las turcas le dejen usted un rato de lugar, tenga usted la bondad de enviarme los veinte mil francos que le he prestado. Pero si sólo me debe diez mil. Pues por eso precisamente. De seguro que en cuanto reciba la carta responderá diciendo que no ha recibido más de la mitad de la cantidad que usted le reclama; y entonces para que quiere usted más recibo. de Napo 0, es cosa Lr los bus1109

    France
    Notas

    Este documento no posee notas.