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á la vez, tuno y la go, cuando el en las copas de poeta por el gra fué ob.
caprichoso de Flórez.
for penetran el ha sido posible cribir la suntuosidad del banquete: bastanos decir, para encarecer su esplendidez, que el señor Greñas dió señales inequívocas de ser un anfitrión lo Lúculo.
Durante la comida se departió alegremente y sin las trabas de la etiqueta, pero, Sin salir de los términos que la alegría marcan el buen to la cultura graciosa.
Tue champaña hacia burbujas de oro de Bohemia, el anfitrión ofreció la comida al poeta y al amigo, y su ufrecimien to tuvo sencillez de palabra, y elusión carinosa, porque el señor Greñas no sólo admira al porta, sino que también quiere en él al ami.
go y al compatriota que con su ingenio glorifica la patria: nada más justo. Su alocución, breve y sentida, mereció los honores del aplauso.
Polriamos decir, empleando una figura mi.
litar, que el señor Greñas rompió el fuego de salvas en honor del poeta obsequiado y que todos los concurrentes, unos en retorcido verso, otros en prosa llana, le ofrecieron sendas coronas de siemprevivas, porque en todos había numen para dar forma gallarda al pen samiento que se agita con los arrebatos fogosos de la admiración. No nos reunir todas las composiciones y todos discursos que, en honra del poeta, dejó cir el entusiasmo en esa velada; pero nuestros lectores encontrarán en esta revista todas aqueque hemos podido obtener por amable condescendencia de sus autores, quienes damos las gracias.
Pero si rimas y discursos «ieron brillo y animación la fiesta, todos los concurrentes convendrán con nosotros buen seguro en que Flórez puso en ella con sus recitaciones el mayor y más deleitoso de los encantos.
Flórez sólo y vigoroso, sino también un recitador rable, que por su sentim y su entonación adecuada y expresiva pone y acentúa en cada frase el sentido correspondiente; sus versos, hermosos siempre, pa ecen más hermosos en boca suya. Tuvo Flórez, la ama ble condescendencia ale recitar varias producciones de sn áurea lira, que el audito rio escuchó con deleite, no sin expresar su medio del aplauso, forma emoción de acatamiento impulsivo que sustituye con su perioridad a la palabra cuando la emoción profunda y sincera obstruye en nosotros el órgano de la voz Pero hizo aun más el poeta, pues, para corresponder a las manifestaciones de admiración y simpatía que el concurso todo le tributaba, improvisó allí mismo, y leyó incontinenti, el soneto con que engalanamos nuestro número de hoy.
En el tradas hallarán también nuestros lectores el presente número de Páginas Ilus.
grabado que representa la fresca y verde corona con que, por via de sequiado cl intelectuales presentes, cuyas firmas negrean, como un tejido de garrapatos, en el cartón del menú que una cina sostiene hacia en el vértice de la crona. Terminó Pher el señor Greñas esta ofrer da galante, simbolo de la gloria, en manos de Pero la bermosa velada se prolongo agradablemente en el gran salón del Hotel, en donde el poeti, incansable bondadoso, con su maestria de siempre. recitó, para deleite sus amigos, nuevas y siempre hermosas composiciones.
Allí también, en ese cenáculo intimo, don Roberto Brenes Mesén, en quien se juntan y etran el hombre estudioso y el pensaprofundo y tenaz, leyó una nueva poesia. de pensamientos generosos y surcada en todas direcciones por corrientes de Leyó asimismo el señor Brenes Mesén otra suya que el YA público conoce: El ultimo pense)
Leopanii.
Joaquin uno de nuestros mens ses udos, si joven, escritor de vena que con ya hermoso contingente a la literatura patria, re, fondo de melancólica filosofia como por su forma atildada y amena. Por último, Felix poeta cartaginés, que teje filigranas primorosas con los hilos áureos de sus versos, recitó un soneto muy hermoso que Castelar, el republicano, hubo de inspien ya lejana ocasión.
Los que nos sentamos a la mesa con Julio Flórez, los que asistimos esa encantadora velada, le debemos don Alfredo Greñas, el bondadoso amigo, el buen patriota colombiano, unas cuantas horas de goce estético, de fruición deleitable, que proyectarán siempre su luz de aurora, luz de poesía, sobre la penum.
bra en donde se consume lentamente nuestra existencia.
Xe honda García Pensamiento de llas escritros pensadores citó la poesia de direilles, aclmirable asi por su Mata Valle, el canen sentimiento hondo selecto GASTÓN DE SILVA 1303
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