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«Infame, el Universo te desecha. no te quiere ni viva ni muerta; anda, salva la irocencia que tu falta acusa. Ruge en el monte el huracán violento desgajando ramas: el agua cae a torrentes, y rayos, como cajaduras amarillas del cristal del cielo, quitan la vista infunden pa vor.
Esto, lector, es lo que se cuenta.
Agregan además, que, como el Judío errante, anda y andará don.
de quiera que haya agua, siempre tras la criaturita. Un rayo de luna se la alumbra, la va coger, y el rayo desaparece, la corriente la burla arrastrándosele el niño y ella da gritos desesperados, exclamando. Va venir. Cuando alguien se le acerca por desgracia, perece sus manos, confundiéndole con el que fué causa de su condena.
1898 Alma de estrella Para Páginas Ilustradas Por un hilo de luz bajó la estrella hasta besar un labio al liorizonte tirado sobre el mar, al pie de un monte que suspiró mirándola tan bella. se allegaron de los cuatro puntos desgracias y dolores, y tormentos y miserias: la rosa de los vientos no vió jamás tantos de ellos juntos.
Mordían los tormentos con sus dientes el luminoso corazón del astro y se quedaba en ellos como un rastro de llamas suspendidas de tridentes.
Hilaron las miserias grandes velos porque aquel astro sofocar querían, y los colgó la estrella, y parecían celajes encendidos en los cielos.
Con el dolor forjaron las desgracias un yunque de diamante en que pusieron el alma de la estrella, y luego hirieron con el mazo mortal de sus audacias.
Tras el último golpe un cielo en calma con sus manos azules la estrella subió, más blanca, más luciente y bella.
Noble mujer, la blanca estrella es tu alma.
ROBERTO BRENES MESÉN 1357
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